Por Ramiro Pellet Lastra
| LA NACION
Se discontinuó la producción del vehículo que se fabricó durante más tiempo
Su verdadero nombre es
Kombinationsfahrzeug y nació en 1950 en los pujantes talleres de
Volkswagen de la ciudad de Wolfsburgo, en pleno renacimiento industrial
alemán al cabo de la guerra más devastadora de la que se tenga memoria.
Desde São Bernardo se exportaba al resto de América y su último suspiro fue una edición limitada de 1200 unidades, de color azul y blanco, al precio de 36.000 dólares.
Según los ingenieros de Volkswagen, la camioneta no puede incorporar a su estructura, diseñada en épocas más rústicas, las sofisticadas medidas de seguridad que serán obligatorias desde mañana para los cero kilómetro en Brasil, como frenos con ABS y airbags . También reprobó sin chances de recuperación las actuales pruebas de choque. Según dicen, la Kombi ya no puede cuidar de sus viajeros ni de sí misma.
Se discontinuó así la producción del vehículo que se fabricó durante más tiempo en la historia: más de seis décadas, durante las cuales salieron de las diversas fábricas de Volkswagen 10 millones de unidades.
¿Sabrán esos fríos ingenieros cuánto la quieren sus usuarios, sus dueños y choferes, devenidos en devotos y fanáticos?
¿Sabrán que la Kombi tiene sus propios clubes de autos, coleccionistas, convenciones anuales y foros en línea? Mejor no mencionar, delante de ellos, ese asunto de los frenos y los airbags .
Alegando que no tiene fácil reemplazo, y sin duda ante la ola de nostalgia que se acerca como un tsunami, el ministro de Economía de Brasil, Guido Mantega, deslizó la posibilidad de concederle a la Kombi una excepción a las normas de seguridad, para que se siga fabricando durante otros tres años.
Hermana menor del Escarabajo, otra gloria alemana del transporte que superó récords, cruzó fronteras y estimuló la imaginación, la Kombi entró sin pedir permiso en el corazón de cuanto conductor tuvo alguna vez la necesidad y la suerte de valerse de sus servicios. Los fabricantes también la llamaron T2, o Tipo 2, porque era el segundo tipo de vehículo que sacaban al mercado, después del Escarabajo. Igual de eficaz y rendidora, igual de querida y añorada.
Bien mirada, no es mucho más que una caja rodante multiuso, ajena a la ostentación que caracteriza a otros vehículos más vistosos y veloces, pero siempre dispuesta a echar una mano y acompañar, con su enorme capacidad de carga, a quien sepa entrever sus encantos.
La Kombinationsfahrzeug ("vehículo de uso combinado" en alemán) se produjo también en la Argentina, de 1981 a 1990. Le dio su nombre genérico a cuanto vehículo le salió de competencia. Claro que estas combis modernas tendrán que vivir bajo la sombra de una leyenda que se agigantará con el tiempo. Quedan unas 50.000 en las calles y rutas argentinas, según sus fans.
Versátil, la Kombi se cubrió de flores psicodélicas y de una fiesta de colores para rodar con los hippies de los 60, de Woodstock a San Francisco. "La camioneta representa libertad. Tiene un encanto mágico que no tienen otros vehículos. Se trata de caminos abiertos, de hacer sonreír a la gente cuando ven una vieja VW rodando a lo lejos", escribió un fan.
Se vistió de naranja o amarillo, según el país, para llevar a millones de chicos de varias generaciones a sus escuelas, en cuanta ciudad se piense, como alternativa amigable de los ómnibus escolares. Prefirió el blanco para el transporte de mercaderías o a la hora de acompañar a pintores, carpinteros o jardineros a cumplir sus compromisos, cargando con sierras, tachos y brochas.
Se convirtió en ambulancia, camión de bomberos y transporte de turismo. Y se prestó, por qué no, para más de un asalto de banco, para esconder fusiles o camuflar contrabando, para escapar y perseguir, para amores y partos, para puestos de comidas al paso. La vida sobre ruedas.
Un diseño simple y versátil
63 Años en el mercado. Nació en 1950 en la Volkswagen de Wolfsburgo, en Alemania, y su producción llegó a su fin días atrás en São Bernardo do Campo, Brasil.
10.000.000 de unidades producidas. En las distintas fábricas de Volkswagen en el mundo. En las calles de la Argentina aún circulan unas 50.000 unidades..
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