Por Analia Argento
El intendente Jesús Cariglino inauguró una planta de reciclado para 1000 toneladas anuales. Además transforman el aceite en biodisel para los vehículos municipales
Los vecinos de Malvinas Argentinas ya no tiran el aceite vegetal usado. Lo entregan, por sesenta centavos el litro, al municipio, en el marco del Programa Municipal de Residuos Reciclables y Energías Alternativas, un plan para el que se acaba de inaugurar una planta con capacidad para 1000 toneladas de desechos anuales que una vez separado son llevados a empresas que los transforma y entregan a fabricantes, incluso de China.
El intendente Jesús Cariglino inauguró una planta de reciclado para 1000 toneladas anuales. Además transforman el aceite en biodisel para los vehículos municipales
Los vecinos de Malvinas Argentinas ya no tiran el aceite vegetal usado. Lo entregan, por sesenta centavos el litro, al municipio, en el marco del Programa Municipal de Residuos Reciclables y Energías Alternativas, un plan para el que se acaba de inaugurar una planta con capacidad para 1000 toneladas de desechos anuales que una vez separado son llevados a empresas que los transforma y entregan a fabricantes, incluso de China.
El aceite con que se fríe un kilo de milanesas tal vez no haga la diferencia. Pero el aceite utilizado por 350 mil vecinos y sus comercios se transforma en la Planta de Biodisel en 16 mil litros de combustible mensuales que próximamente cubrirán el 20% de las necesidades de los vehículos municipales como máquinas viales, camiones y camionetas. El programa integral comienza con la distribución de bolsas verdes en las que los vecinos de la ciudad -incluidos barrios cerrados y countries adheridos- tiran papel, cartón, vidrio, plástico, metales, envases tetra pack, nylon, artículos electrónicos, telgopor (para fabricar ladrillos aislantes) y neumáticos que luego de procesados se convierten en bandas de goma para sillones y secadores de pisos y alfombras.
Ya conocen el circuito: las bolsas verdes las retiran camiones plateados los lunes, miércoles y viernes, o deben tirarse en contenedores que los propios vecinos piden para sus esquinas. El resto de la basura es recogida por los camiones habituales de domingo a viernes. El aceite vegetal en cambio debe llevarlo a los centros municipales en botellas de cinco litros y a cambio reciben bonos que pueden canjear por el dinero o pedir en el vivero municipal plantas o árboles para sus veredas y jardines. En la planta de biodisel el aceite se transforma en combustible y el pan rallado y harina que se obtiene al depurarlo, es llevado a una granja en la que junto a la materia fecal de animales herbívoros se colocan en un biodigestor para producir biogas, una energía alternativa con la que por ahora y como prueba piloto calefaccionan un serpentario, incubadoras y a pollitos y codornices.
Además, al podar los árboles, nueve trituradoras (cuatro móviles y cinco fijas) convierten las ramas en planchas de madera ecológica, abono y biomasa, un gas que genera energía eléctrica y que por ahora se encuentra en etapa de pleno desarrollo en Malvinas, según contó a El Cronista Claudio Valdovinos, coordinador del programa. El intendente local, Jesús Cariglino, al inaugurar la planta de reciclado, resaltó que “además genera trabajo para nuestros habitantes, al mismo tiempo que evitamos tener que enterrar en el CEAMSE, teniendo en cuenta también el ahorro que se genera al no tener que pagar para ello”.
El circuito cierra con la concientización de la ciudadanía, empezando por los más pequeños. En la escuela aprenden, por ejemplo, que en una fábrica malvinense las botellas de lavandina se transforman en sonoras maracas de cumpleaños.
Fuente: cronista.com
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