Las autoridades porteñas implementaron un sistema contra los motochorros al instalar cada día más de 50 operativos de verificación en las calles.
Las autoridades porteñas implementaron un sistema contra los motochorros al instalar cada día más de 50 operativos de verificación en las calles Crédito: Ministerio de Seguridad porteño
Primero, los operarios vacían el tanque de nafta. Después, el "pulpo" de metal agarra con sus brazos la moto, la reduce y, por último, la coloca en el acoplado de un camión. En los últimos seis meses, los pasos se repitieron 146 veces. Los vehículos, secuestrados en operativos de control en la ciudad de Buenos Aires, terminaron compactados y vendidos como chatarra. La recaudación fue donada a la Fundación Garrahan. Desde septiembre pasado hasta el 2 de este mes, el Ministerio de Justicia y Seguridad porteño secuestró 5322 motos, de las cuales fueron devueltas a sus propietarios 4181 y 1141 permanecen en el playa Hornos, en Villa Soldati. Si después de 60 días de la notificación, los dueños no se presentan a retirarlas terminarán también compactadas y vendidas como chatarra.
Se estima que en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) hay en circulación entre 350.000 y 400.000 motos. En la ciudad de Buenos Aires se realizan cada día, por lo menos, 56 operativos de control en distintos barrios.
Uno de los objetivos principales de la verificación de motos es combatir la actividad de los motochorros. En el primer semestre del año pasado en la ciudad de Buenos Aires hubo 4986 asaltos donde los delincuentes se movilizaban en moto.
"Hemos reforzado muchos los controles en la calle. A muchas de las motos que se secuestran no las vienen a buscar. Lo que nos hace sospechar que tienen algún tipo de irregularidad. Cada moto que se compacta es una herramienta menos para el delito", sostuvo el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, durante una compactación de motos que no fueron retiradas por sus supuestos propietarios. El 21% de esos vehículos secuestrados no fue reclamado.
Según fuentes de la Subsecretaría de Seguridad Ciudadana, los controles de motos se determinan en función del mapa del delito.
El secretario de Seguridad porteño, Marcelo D'Alessandro, explicó a LA NACION que uno de los delitos que más cometen los motochorros es el arrebato de teléfonos celulares. "Antes se dedicaban más a la modalidad salideras bancarias, pero con las restricciones que se impusieron se logró controlar y reducir esas acciones protagonizadas por delincuentes que se movilizan en moto", sostuvo el funcionario.
Según información oficial, desde septiembre pasado hasta el 2 del actual, fueron controladas 129.671 motos. Y de las 5322 motos decomisadas, 642 fueron incautadas debido a que el conductor no tenía la licencia de conducir o tenía un registro que lo habilitaba a conducir un vehículo de menor cilindrada; 1158 se decomisaron por la falta del chaleco refractario; en 1067 casos el motociclista circulaba con el seguro vencido o sin seguro; 993 unidades terminaron en el depósito de la ciudad porque el conductor no tenía la cédula verde o si la tenía estaba vencida; en 870 ocasiones se determinó que la chapa patente estaba adulterada o era ilegible; 423 infractores circulaban sin espejos; 138 motos fueron incautadas al no tener casco los ocupantes del vehículo; 31 conductores fueron interceptados al intentar evadir los controles, y una moto fue secuestrada porque tenía la numeración adulterada.
Una modalidad que preocupa
Las motos abandonadas son compactadas y vendidas como chatarra Crédito: Ministerio de Seguridad porteño
Las fuentes consultadas explicaron que hubo dos casos especiales en la persecución de infractores que intentaron evadir un puesto de control; en uno el conductor resultó tener pedido de captura, y en el otro incidente fue detenido el ocupante por violación de la ley de estupefacientes. "Utilizaban el vehículo para hacer delivery de drogas", explicaron.
Rodríguez Larreta sostuvo: "Nos preocupan todos los delitos y la modalidad de motochorros es una preocupación especial que tiene la ciudad".
En diciembre pasado, Rodríguez Larreta y el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Martín Ocampo, presentaron el Mapa del Delito de la ciudad de Buenos Aires. Al comparar los hechos protagonizados por motochorros en el primer semestre de 2017 con el mismo período de 2016, esta modalidad delictiva tuvo un crecimiento de un 5,95%: 4986 contra 4706 casos.
Los 4986 hechos protagonizados por motochorros ocurridos el primer semestre de 2017 representaron el 15% de los robos en general. Entre enero y junio pasado se sucedieron 33.457 casos, un 5,27% menos que en el primer semestre del año pasado. Las zonas calientes de los robos protagonizados por motochorros fueron Palermo y Caballito, con 79 y 78 casos, respectivamente. Un mes antes en Palermo, los robos con esa modalidad habían sido 89 y en Caballito, 62.
El kilo de chatarra obtenida de la compactación de motos y autos puede alcanzar un valor de hasta $250. Hay veces que se pueden recaudar $200.000, en esos procedimientos que tienen como destino el apoyo económico a la Fundación Garrahan. "El dinero nos permite sostener y financiar la externación de pacientes que necesitan. Además nos ayuda a mantener a la Casa Garrahan", explicó Silvia Kassab, directora ejecutiva de la Fundación Garrahan.
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