Foto: Macri y su par uruguayo, Tabaré Vázquez.
En el asado que comerán Mauricio Macri y su par uruguayo Tabaré Vázquez este lunes en Olivos se tocarán dos temas centrales: la relación del Mercosur con China y la exportación de madera a Uruguay, trabada desde hace más de una década por el conflicto bilateral por las papeleras. El presidente de Uruguay quiere firmar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con los chinos y quiere la aprobación de los países del Mercosur.
Según explicó El País, el principal diario uruguayo, la primera reacción de altos funcionarios de la Cancillería brasileña fue que "Uruguay va a tener que elegir" entre el Mercosur y un acuerdo con la potencia asiática. Como Paraguay está enfrentado a China –reconoce a Taiwán como país, imperdonable para los chinos-, a Tabaré le queda la carta de Macri para tener una luz de esperanza en el Mercosur. "Preferiría que lo hagamos todos juntos desde el Mercosur pero siempre voy a tener la mayor apertura para entender las necesidades de los hermanos del Uruguay. Yo tengo un profundo afecto y compromiso en respetar la historia y el afecto recíproco que hemos tenido muchos años y que por ahí estuvo un poquito en crisis en los últimos años", zigzagueó Macri ante medios uruguayos la semana pasada.
El momento que elige el uruguayo para convencer a Macri de un TLC con China es el menos adecuado. Macri. Al mismo tiempo en el que estrechó los vínculos de Argentina con Estados Unidos, el líder del PRO frenó la construcción de las represas santacruceñas que están en manos de los chinos y como represalia le cortaron la importación de aceite de soja.
En este contexto, en Uruguay dan por descontado que Macri no apoyará la moción de Tabaré, lo que conformaron a LPO fuentes del Gobierno. Por otra parte, Macri y Tabaré dialogarán sobre el tema que enfrentó más fuertemente a ambos países en las últimas décadas: la madera.
Los mandatarios intercambiarán mañana los informes y resultados de cinco años del monitoreo medioambiental en los alrededores de la conflictiva planta de pasta celulosa de UPM (ex Botnia), que entre 2006 y 2010 enfrentó a los países en un juicio ante la Corte Internacional de Justicia y enfrió las relaciones bilaterales durante las anteriores gestiones kirchneristas.
En el mismo sentido, según confirmaron a LPO fuentes del Gobierno, Macri le pidió al gobernador de Entre Ríos –el epicentro del conflicto de la década pasada- Gustavo Bordet, que derogue la prohibición para exportar madera a Uruguay.
La ley 9.759 de Entre Ríos prohíbe expresamente la venta de rollizos o chips, en forma directa o indirecta, a las industrias establecidas en Uruguay. Se trata de una ley de 2007 que fue hecha explícitamente contra Botnia en medio del conflicto de Néstor Kirchner con Tabaré, ya que los artículos de la norma sólo prohíben la comercialización de la madera con el país vecino y no con otros. Ahora, Bordet apuró una ley para crear el “Plan Maderero Entrerriano”, para desarrollar la actividad foresto-industrial que quedó relegada en los últimos años.
Mientras que la industrial forestal de Entre Ríos quedó totalmente relegada tras el conflicto bilateral, la prohibición afectó también a la provincia vecina de Corrientes. Según dijeron a LPO fuentes del sector, en el momento del cambio de gobierno cerca del 40% del crecimiento de los montes de la provincia de Corrientes no se aprovechaba adecuadamente.
Esta ley de Bordet, que este domingo se mostró con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, no pasó inadvertida para los ambientalistas que acamparon durante años en el cruce fronterizo Gualeguaychú-Fray Bentos. Casualmente, quien fuera uno de los líderes de los asambleístas es Alfredo de Angeli, nativo de Gualeguaychú que inició su carrera política en campaña contra Botnia. Ahora es senador de Macri.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios mal redactados y/o con empleo de palabras que denoten insultos y que no tienen relación con el tema no serán publicados.