El espacio se utilizará para la práctica de deportes y actividades al aire libre; hace dos años, la Legislatura porteña autorizó la destrucción de las estructuras por el riesgo de caída existente
El Velódromo hoy, una postal del deterioro que creció en los últimos años. Foto: Ricardo Pristupluk
Las tribunas del histórico Velódromo de la ciudad se convertirán en escombros en los próximos días cuando, finalmente, comience a ejecutarse la demolición de las dos imponentes y descoloridas estructuras que rodean la pista principal.
Se prevé que, para los primeros meses de 2016, el tradicional punto del parque Tres de Febrero haya sido recuperado como espacio verde para que los vecinos vuelvan a practicar deportes y disfrutar de un lugar que hace más de 15 años quedó inmerso bajo un manto de olvido, en total estado de abandono. Aunque ya no circularán más las bicicletas.
En noviembre de 2013, la Legislatura porteña autorizó al gobierno de la ciudad para que llevara adelante el proyecto de desmantelar parte de la estructura del Velódromo por considerar, tras un informe del Centro Argentino de Ingenieros (CAI), que existía cierto riesgo de derrumbe.
"El Velódromo y las estructuras que lo componen se encuentran desde hace varios años en situación irregular, debido a su ocupación por diversas instituciones, constantes intrusiones y la radicación de asentamientos ilegítimos", indicó en su momento el jefe de gobierno Mauricio Macri, en la iniciativa de ley que fue respaldada por los diputados.
"Los especialistas recomendaron tirar abajo las tribunas de cemento porque, debido a su mal estado, de ninguna manera están aptas para ser utilizadas por espectadores", explicó a LA NACION el subsecretario de Deportes porteño, Francisco Irarrazaval, a cargo de la administración del predio.
Las gradas de material, con capacidad para 15.000 personas, muestran en la actualidad apenas un rastro borroso de la pintura roja con la que habían sido decorados años atrás. Los escalones están agrietados y hay vegetación en lugares donde no debería.
TAREAS PRELIMINARES
Atrás quedó la esplendorosa imagen que tenía el velódromo municipal, inaugurado allá por 1951. La estructura quedó en desuso desde 1998, cuando el grupo De La Guarda protagonizó el último espectáculo que se presentó allí.
Antes del proceso de demolición de las tribunas, indicó el funcionario porteño, esta semana comenzarán con las obras para limpiar y desratizar el terreno, de 4,5 hectáreas de extensión, situado en la intersección de las avenidas Figueroa Alcorta y Belisario Roldán. Una vez aseado el lugar, se desarrollará el derrumbe de las gradas, trabajo que demorará entre tres y cuatro meses, estimó Irarrazaval.
Cuando sean retirados los escombros y el lugar quede desmalezado, se iniciará la segunda etapa de la obra, que tiene como objetivo recuperar el espacio para el uso público. La carpeta central del Velódromo municipal será nivelada. La idea es que ese óvalo de material sea aprovechado para actividades recreativas como el skate y el patín. Y la pista peraltada será reparada y alisada.
En parte del predio del Velódromo, más cerca de las vías del ferrocarril Mitre, se edificarán oficinas para los Juegos Olímpicos de la Juventud que se celebrarán en la ciudad en 2018. En principio, y según autorizaron los legisladores en 2013, serían construcciones transitorias utilizadas sólo con esa finalidad. El proyecto es que allí se instalen la sede del Comité Olímpico Argentino (COA) y la de federaciones deportivas nacionales y metropolitanas.
VUELTA A LA VIDA
Para acompañar el proceso que permitirá a los vecinos volver a disfrutar del predio actualmente abandonado, la segunda etapa de las obras constará de la generación de nuevos espacios para el desarrollo de actividades físicas.
Se instalarán aparatos de gimnasia con los que se podrán trabajar distintos grupos musculares, similares a los que ya se colocaron en diversas plazas del área metropolitana. También habrá una senda aeróbica, estaciones saludables y nuevos sanitarios, se informó a LA NACION desde la Subsecretaría de Deportes.
Los voceros no pudieron precisar a cuánto asciende el monto que será invertido en las obras.
Sebastián Sorondo, un ciclista aficionado, rescató que el lugar vaya a ser recuperado después de tantos años de abandono, pero lamentó que ya no sea de uso exclusivo para las bicicletas. "El único lugar que nos queda para correr es la pista del KDT", dijo, y alentó para que se construya un nuevo velódromo.
Por fuera de la estructura del histórico predio, y en uno de los extremos que dan hacia la avenida Belisario Roldán, ya comenzó a funcionar un centro de compostaje que recicla hojas y ramas que se recolectan durante las tareas de limpieza en toda la extensión del parque Tres de Febrero. Como parte del plan que lleva adelante la Ciudad para la reducción de la disposición final de residuos en los rellenos sanitarios, se ideó este proyecto con el fin de recuperar restos de jardinería y otros residuos orgánicos en el ámbito de algunas plazas porteñas..
del editor: por qué es importante. Un estadio de estas características, en el corazón de Palermo, merece que sea aprovechado por los vecinos. Pero vive entre el abandono y la desidia.
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