(Rieles.com) - Costará US$ 500 millones y será la línea de más pasajeros. Recorrido y financiación.
Modelo. Técnicos de Sbase dicen
que las siete estaciones proyectadas tendrán una fisonomía similar a la
que presentan las de la nueva línea H. | Foto: Cedoc
Comenzaron los estudios preliminares para la
construcción de la nueva línea F del subte que uniría Constitución con
Plaza Italia. Se espera que el análisis técnico y la confección de los
pliegos estén terminados en 2015, pero la obra demandará al menos
cuatro años más.
La nueva línea comenzaría en la terminal de Constitución y continuaría por debajo de la Avenida Juan de Garay. Luego giraría a la derecha por Entre Ríos, y seguiría por Callao hasta Las Heras. En una segunda etapa se extenderá hasta Plaza Italia, pero todavía no está definida esta parte del recorrido. Su trazado permitiría combinar con otras cinco líneas: la C, en la cabecera; la E, en Rodolfo Walsh; la A, en Congreso; la B, en Callao; y la D, en la misma avenida y en la última estación del recorrido.
Esa característica implica que debería construirse a mayor profundidad que el resto de la red, similar a lo que ocurrió con la línea H, que pasa por la avenida Pueyrredón. “Vamos a trabajar muy fuerte en 2014 y 2015 para ver si hay obstrucciones, definir la ubicación de las estaciones y decidir qué propiedades es necesario expropiar”, indicó a PERFIL Juan Pablo Piccardo, presidente de Sbase (la empresa estatal de subte).
Se prevé que el nuevo trayecto sea el más utilizado del sistema. Mientras que la línea B, la más populosa hasta el momento, transporta diariamente hasta 350 mil personas por día, se calcula que la F llevará cerca de 500 mil. Se espera que las nuevas combinaciones permitan descargar pasajeros de la C, pero también que incrementen los que utilizan las demás líneas, algunas de las cuales ya están sobrecargadas.
Para hacer frente a una demanda tan grande, el anteproyecto, que ya está en manos de los técnicos de Sbase, prevé una novedad: cada formación tendrá siete coches, en lugar de los cinco o seis que tienen las del resto de las líneas. Los andenes tendrán también que ser más largos, y los túneles se construirán de un ancho superior para permitir vehículos de mayor capacidad.
Los trabajos tendrían un costo estimado de cerca 500 millones de dólares, que incluye la provisión de trenes. La idea del Gobierno es que sea pagada en una parte importante por un préstamo de los mismos proveedores que ganen la licitación. De esta forma, la obra no dependería de que la Ciudad consiga fondos propios para cada tramo.
El modelo de financiamiento será similar al que había sido proyectado para la línea G. En 2011, el ministro de Hacienda, Néstor Grindetti, había viajado a China para cerrar un contrato “llave en mano” con empresas estatales de ese país y un préstamo del Exim Bank. La negociación naufragó porque la tasa de interés pedida superaba las expectativas de los negociadores.
Si bien esta vez se permitirá la participación de uniones de empresas de diferentes países, incluso argentinas, en las oficinas de Sbase se descuenta que por el momento solamente una empresa china podría satisfacer la demanda. “Esperamos que en dos años el país tenga un mejor acceso al crédito, para conseguir fondos del Bndes (Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil) o el Banco Interamericano de Desarrollo”, indica Piccardo.
La nueva línea comenzaría en la terminal de Constitución y continuaría por debajo de la Avenida Juan de Garay. Luego giraría a la derecha por Entre Ríos, y seguiría por Callao hasta Las Heras. En una segunda etapa se extenderá hasta Plaza Italia, pero todavía no está definida esta parte del recorrido. Su trazado permitiría combinar con otras cinco líneas: la C, en la cabecera; la E, en Rodolfo Walsh; la A, en Congreso; la B, en Callao; y la D, en la misma avenida y en la última estación del recorrido.
Esa característica implica que debería construirse a mayor profundidad que el resto de la red, similar a lo que ocurrió con la línea H, que pasa por la avenida Pueyrredón. “Vamos a trabajar muy fuerte en 2014 y 2015 para ver si hay obstrucciones, definir la ubicación de las estaciones y decidir qué propiedades es necesario expropiar”, indicó a PERFIL Juan Pablo Piccardo, presidente de Sbase (la empresa estatal de subte).
Se prevé que el nuevo trayecto sea el más utilizado del sistema. Mientras que la línea B, la más populosa hasta el momento, transporta diariamente hasta 350 mil personas por día, se calcula que la F llevará cerca de 500 mil. Se espera que las nuevas combinaciones permitan descargar pasajeros de la C, pero también que incrementen los que utilizan las demás líneas, algunas de las cuales ya están sobrecargadas.
Para hacer frente a una demanda tan grande, el anteproyecto, que ya está en manos de los técnicos de Sbase, prevé una novedad: cada formación tendrá siete coches, en lugar de los cinco o seis que tienen las del resto de las líneas. Los andenes tendrán también que ser más largos, y los túneles se construirán de un ancho superior para permitir vehículos de mayor capacidad.
Los trabajos tendrían un costo estimado de cerca 500 millones de dólares, que incluye la provisión de trenes. La idea del Gobierno es que sea pagada en una parte importante por un préstamo de los mismos proveedores que ganen la licitación. De esta forma, la obra no dependería de que la Ciudad consiga fondos propios para cada tramo.
El modelo de financiamiento será similar al que había sido proyectado para la línea G. En 2011, el ministro de Hacienda, Néstor Grindetti, había viajado a China para cerrar un contrato “llave en mano” con empresas estatales de ese país y un préstamo del Exim Bank. La negociación naufragó porque la tasa de interés pedida superaba las expectativas de los negociadores.
Si bien esta vez se permitirá la participación de uniones de empresas de diferentes países, incluso argentinas, en las oficinas de Sbase se descuenta que por el momento solamente una empresa china podría satisfacer la demanda. “Esperamos que en dos años el país tenga un mejor acceso al crédito, para conseguir fondos del Bndes (Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil) o el Banco Interamericano de Desarrollo”, indica Piccardo.
Subte por Córdoba. El nuevo
trayecto estaba contemplado en la ley 260 de 2001, que preveía además la
construcción de las líneas G (Retiro - Cid Campeador) e I (Estación
Emilio Mitre - Plaza Italia). La idea original del gobierno porteño,
previa al traspaso del servicio, era comenzar con la que llegaba a
Caballito.
Aunque los funcionarios de Sbase evaluaron que la F tendría un mayor impacto, se inició en paralelo un rediseño de la G, que será la siguiente en construirse. El trazado original iba por debajo de la Avenida Córdoba, luego doblaba por Estado de Israel y seguía por Angel Gallardo hasta el Cid. Sin embargo, ahora el proyecto de Sbase es cambiar el plano para que continúe por Córdoba hasta el barrio de Colegiales, en donde, aseguran, podría ser aprovechada por más gente.
Aunque los funcionarios de Sbase evaluaron que la F tendría un mayor impacto, se inició en paralelo un rediseño de la G, que será la siguiente en construirse. El trazado original iba por debajo de la Avenida Córdoba, luego doblaba por Estado de Israel y seguía por Angel Gallardo hasta el Cid. Sin embargo, ahora el proyecto de Sbase es cambiar el plano para que continúe por Córdoba hasta el barrio de Colegiales, en donde, aseguran, podría ser aprovechada por más gente.
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