En lo que resta de año, el Distrito Militar Este recibirá más de treinta helicópteros de ataque Ka-52 y Mi-8AMTSh, de transporte y combate, en el marco del programa nacional de fabricación de armamento y material para los años 2011-2020.
Desde 2011, el Distrito Militar del Este recibió unos cuarenta helicópteros nuevos Ka-52, Mi-8AMTSh y Mi-26. El parque aeronáutico del Ejército de Tierra se renueva a un ritmo más alto que el de cualquier otra Arma, y todo viene a indicar que este rubro del programa nacional de fabricación de armamento y material será cumplido íntegramente.
Estos últimos ocho años, la producción de helicópteros para las FFAA de Rusia viene creciendo incesantemente. Mientras en la primera mitad de los 2000 anualmente se suministraba un número muy escaso de máquinas, en 2007, el Ejército de Tierra ya recibió veinte helicópteros; en 2010, cincuenta y nueve, y el año pasado, más de ciento veinte, incluyendo más de cuarenta helicópteros de ataque Ka-52, Mi-28 y Mi-35.
El programa arriba mencionado estipula suministrar esta década más de 1000 helicópteros. La cantidad de máquinas (ciento veinte) que la industria aeronáutica produce anualmente para el Ministerio de Defensa, permite perfectamente cumplir esta tarea.
Tomando en consideración los helicópteros modernizados, su número en las FFAA superará las 1500 unidades, suficientes para las condiciones actuales. Los helicópteros en servicio están representados tanto por versiones modernizadas de los modelos ya probados como los Mi-8, Mi-35 (Mi-24 modernizado), Mi-24, tanto por aparatos nuevos: Mi-28, Ka-52, Ansat, Ka-226.
Los helicópteros revisten importancia especial para las FFAA de Rusia, tomando en consideración la eventualidad de hostilidades en el Cáucaso o Asia Central: es imposible conducir operaciones militares sin un numeroso parque de helicópteros y pilotos bien adiestrados, por lo cual es bien lógica la atención que los altos cargos militares prestan a este tema.
Aparte de las misiones de combate, los helicópteros se emplean para apoyar la actividad cotidiana de todas las Armas, desde las Tropas Terrestres hasta las de Misiles Estratégicas, sin hablar ya de los guardafronteras, el Ministerio de Situaciones de Emergencia, el Ministerio del Interior y otras Cuerpos.
Un constante aumento de la producción de helicópteros habría sido imposible sin el mercado civil.
A mediados de los 2000, el programa nacional de fabricación de armamento representaba tan sólo un 10 % ó 12 % de la producción total de helicópteros, y si no hubiera sido por los clientes civiles, este sector de la industria podría haber colapsado.
A día de hoy, el Ministerio de Defensa de Rusia adquiere un 40 % de toda la producción de helicópteros en Rusia que se acerca a trescientos aparatos al año y ha crecido 250 % en los últimos ocho años.
La apuesta por el mercado civil y por las exportaciones a los mercados exteriores en las condiciones actuales garantiza el aumento de las ventas e impulsa un desarrollo permanente de nuevos modelos.
En la etapa actual, Rusia vende con éxito versiones modernizadas de los helicópteros diseñados en la época de la URSS, pero en la próxima década tendrá que ofrecer toda una serie de nuevos modelos para mantenerse en las posiciones que ocupa. Para consolidarlas, la industria rusa debe ampliar la nomenclatura de los helicópteros. Ahora existen considerables lagunas en la categoría de helicópteros ligeros y pesados que podrían llenar el espacio entre el Mi-8 mediano y el Mi-26 superpesado.
Una seria deficiencia de la industria de Defensa soviética era la producción paralela de varios tipos de armamento, afines por su empleo y parámetros técnicos. La diversidad complicó bastante el mantenimiento y la puesta en servicio operacional de nuevo material. Sobre todo esto se pone de relieve en la producción de helicópteros de combate. Mientras en la época de la URSS, el único helicóptero de combate era el Mi-24 (Cocodrilo), ahora Rusia produce los Mi-35, Mi-28 y Ka-52. Muchos componentes suyos están homologados, por ejemplo, los motores, pero la producción simultánea de tres modelos diversos, que obedece más bien al deseo de apoyar la industria, repercute negativamente en la adaptabilidad operaciones de las unidades aéreas que forman parte del Ejército de Tierra.
Tampoco se necesitan soluciones radicales, consistentes en reducirlo todo a un solo modelo. Los Mi-28 y Ka-52 se complementan perfectamente, sobre todo, si recordamos los planes iniciales de división de misiones a cumplir por estos helicópteros.
El Mi-28 es el helicóptero principal de la aviación del Ejército de Tierra, mientras el Ка-52 es un helicóptero de apoyo a las unidades de misiones especiales y helicóptero naval de ataque, destinado a apoyar a la infantería marina tanto durante el desembarco como en la tierra firme.
La producción de los Мi-35 podría ser reducida hasta una cantidad indispensable para los fines de instrucción. Su semejanza con el Mi-24 y una aviónica moderna convierten Мi-35 en una ideal versión transitoria para que los pilotos aprendan a manejar los modernos Mi-28.
Fuente: Ilyá Krámnik - La Voz de Rusia
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