La exposición reúne a los pesos pesados internacionales del negocio aeronáutico militar y también las variantes orientadas al mundo civil. En ese marco de los top entre los cuales está la brasileña Embraer, hoy un jugador global, estarán modestos proveedores criollos, casi «autopartistas» en la cadena de producción aeronáutica, agrupados en un predio de 100 metros cuadrados en los que estarán también la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA), la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y Aerolíneas Argentinas. Brasil es el único país latinoamericano (además del anfitrión, Chile) que tendrá un pabellón exclusivo para todas sus empresas, productos y expositores, atendido por el ministro de Defensa, Celso Amorim.
La esperanza del sponsor Timerman es dar a conocer las bondades de las 120 pymes, muchas cordobesas y también de la provincia de Buenos Aires y concretar algún negocio de provisión de partes o repuestos con países de la región.
Puricelli espera otro milagro, que el remozado AT-63 Pampa, el entrenador avanzado subsónico, concite la atención ahora que se reemplazó su planta motriz por una turbina Honeywell que entrega 30 por ciento más de empuje. Se presentarán dos aparatos, uno para muestra estática y otro que hará piruetas en el aire al mando del piloto de pruebas, vicecomodoro Roberto Quiroga.
Chile debe renovar su flota de naves de entrenamiento y ataque ligero A-36 Halcón, con 33 años de uso, en la que se adiestran los pilotos de combate. Entre las opciones en vista por los trasandinos están el británico Hawk, el coreano KAY T-50 Golden Eagle, y los rusos Yak 130 o M-346. No aparece el Pampa. Uno de los favoritos es el T-50 Golden Eagle (supersónico), de la empresa surcoreana Korean Aerospace Industries, que se diseñó en conjunto con la empresa estadounidense Lockheed Martin, la misma que en los noventa tenía la concesión de la ex Fábrica Militar de Aviones de Córdoba (hoy nacionalizada FAdeA) y cuyo producto estrella era el Pampa, avión que no pudo colocar en ningún mercado.
La decimoséptima versión de FIDAE ocupa el costado norte del Aeropuerto Internacional Arturo Merino, más de 40 países, 524 empresas, el avión más moderno de Boeing -el 787 «Dreamliner»-, y, por primera vez en Latinoamérica, el avión Airbus A400M Grizzly 2, considerado como la aeronave de transporte militar más versátil del siglo XXI, estarán expuestos en la feria.
No habrá el charme de los cazas de combate de última generación. La crisis económica mundial y en particular los problemas de la UE impactaron fuerte en el presupuesto que significa el traslado en vuelo hasta Chile de aparatos como el Rafale francés -aún en negociación para integrar la aviación brasileña- o el Eurofighter Typhoon de Gran Bretaña; tampoco estará el Raptor F-22 que los Estados Unidos habían presentado como primicia para la región en FIDAE 2010.
La Royal Air Force (RAF) estará representada por el titular del arma Sir Stephen Dalton, los británicos tenían una alternativa más económica, mover un Typhoon de los que están desplegados en Malvinas. La tensión retórica por la proximidad del 30 aniversario del conflicto hubiera expuesto a un rotundo No del país para el pedido de sobrevuelo de esas aeronaves en su ruta allende la cordillera. Del lado de las empresas, el mercado regional de defensa es poco atractivo, la mayoría de los países ha puesto a dieta el gasto militar.
En la edición de 1998, cuando Chile arrancó con su plan de reequipamiento de la Fuerza Aérea, la FIDAE fue escenario de la última palabra en aeronaves de combate del momento, por caso: Grippen, Mirage 2000, F-16, F18, F-117, los rusos Sukhoi 35 y 37 y helicópteros Cobra.
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