Tras la gran polémica ocasionada por las bombas de racimo que la Fuerza Aérea de Israel lanzó sobre el Líbano, y que dejaron gran cantidad de submuniciones sin explotar, la Fuerza Aérea se está dotando de nuevas armas.
Estas bombas, denominadas M85 y fabricadas en Israel, disponen de un sistema de autodestrucción si las submuniciones no explotan al impacto. La Comisión Winograd aconsejó la reducción del uso de estas armas para evitar daños a los civiles.
Fuente: El Tirador solitario
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