De todos los recursos necesarios el cuello de botella está en el personal de sanidad que atiende, asiste y contiene, además de los desplegados para operaciones de ayuda humanitaria, distribución de alimentos, agua potable y logística medicinal.
Los jefes de las Fuerzas Armadas convocarán a personal en situación de retiro para reforzar el sistema de sanidad militar frente al escenario de un pico en el brote de Covid-19 por circulación comunitaria del virus. De todos los recursos necesarios el cuello de botella está en el personal de sanidad que atiende, asiste y contiene, además de los desplegados para operaciones de ayuda humanitaria, distribución de alimentos, agua potable y logística medicinal.
Se busca tener una reserva de profesionales de la salud lista a pasar a primera línea ante una llegada masiva de pacientes propios de la pandemia y además disponer de relevos para quienes ya están comprometidos en el operativo a tiempo completo. Anticipación (equivalente a sorpresa táctica, en terminología de planificación militar) es el postulado que movilizó al alto mando militar a contar con reservas ante un oponente invisible. Como en el campo de batalla, el número cuenta y hace la diferencia en un combate contra un enemigo que se multiplica con cada paciente que ingresa a los hospitales y pone en riesgo a quienes se encargan de su cuidado.
La ley 19.101 para el Personal Militar que compete al mundo castrense establece que “la aceptación y ejercicio de funciones del servicio militar es obligatoria en los casos de convocatoria”. En el capítulo I, el artículo 64 faculta a los titulares de las fuerzas a llamar a retirados; “El retiro voluntario y la prestación de servicios en situación de retiro y su cesación serán dispuestas por el respectivo Jefe del Estado Mayor General, según corresponda, previo asesoramiento, en el caso de la prestación de servicios en situación de retiro, de los organismos que determinen al efecto las respectivas reglamentaciones jurisdiccionales”. Y el artículo 62 dicta que: “El personal retirado sólo podrá volver a la actividad en caso de convocatoria”.
El apoyo que brindarán los convocados se extenderá por el tiempo que se considere necesario en atención a la situación epidemiológica. Antes de que se conociera la convocatoria, en la Fuerza Aérea se presentó casi un centenar de voluntarios (en retiro) de distintas antigüedades y jerarquías para ofrecer sus servicios. Había profesionales y auxiliares de medicina además de pertenecientes al escalafón de comando (pilotos) y general, entre ellos dos veteranos del conflicto del Atlántico sur que en tres días el país recordará a 38 años de su inicio. Inesperada reacción de quienes ya estaban fuera de la carrera militar quizá movidos por esa vocación de servicio y entrega que hoy se aplaude en médicos, enfermeros, policías, bomberos y auxiliares de la salud. Igual decisión se tomó la semana pasada en el área del ministerio de Seguridad, la Gendarmería, la Prefectura y la Policía Federal llamarán a personal superior y subalterno con el mismo objetivo-
El mecanismo de admisión de los retirados no es inmediato previo hay trámites con varios filtros,- más allá de que tengan aptitudes y conocimientos de excelencia-, entre ellos que no estén en la franja etaria de riesgo, 60 o más años, la revisión de los legajos, que no tengan sanciones por faltas graves o por encontrarse involucrados en actuaciones disciplinarias en trámite, sin procesos en la justicia.
El Comando Operacional del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, a cargo del general de brigada, Martín Deimundo Escobal es responsable de la planificación y despliegue en el país de todos los medios militares y de sanidad involucrados y será el receptor final de los convocados. Los titulares de las fuerzas deben asignar los recursos humanos y medios a requerimiento de Deimundo Escobal y según la demanda y coordinación con las autoridades de la sanidad nacional y la interlocución del ministerio de Defensa. El viernes pasado finalizó el despliegue del hospital reubicable de la Fuerza Aérea, quedó instalado en el predio del Hospital Aeronáutico Central en el barrio de Pompeya. El Ejército ya tiene operando su hospital móvil en Campo de Mayo mientras que la Armada con 30 marinos del Área Naval Fluvial (ANFL), lleva adelante acciones de apoyo a la comunidad de Zárate y la zona de influencia.
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