(LPO) - CCA consiguió el apoyo estatal de Beijing que quiere anunciarlo en el G20 . Dudas con el resto de los corredores.
En una jugada geopolítica que busca reflejar la agresiva estrategia de inversión china en América Latina, en el próximo G20 en Buenos Aires se anunciaría el cierre financiero del primer corredor de los PPP a cargo de la mega constructora China Construction America (CCA). Junto a la mendocina Green S.A., la firma asiática fue adjudicataria del llamado corredor B que abarca la ruta nacional 5 desde el kilómetro 68 en Luján hasta la intersección con la ruta 35, pasando por la ciudad de Santa Rosa, La Pampa.
Según supo LPO, gracias a un decisivo apoyo estatal de Beijing, se habría logrado armar un consorcio de bancos que financiarían los 1.175 millones de dólares correspondientes con el aval de la aseguradora China Cinda Asset Management.
De esta manera, el resto de las empresas ganadoras de los PPP, que apelaban a una renegociación de las condiciones del contrato, quedan posicionadas en una situación muy complicada. A partir del anuncio chino, Dietrich ya no podrá beneficiarlas con un tratamiento diferencial, pero al mismo tiempo les exige un calendario de cumplimiento de obras que la próxima semana ya podría ocasionar sanciones económicas por hasta 50 millones de dólares.
El problema de las constructoras locales es que luego de la corrida cambiaria y la desconfianza de los mercados hacia el gobierno de Macri que dispararon el riesgo país -y con ello las tasas de interés para el crédito en dólares-, se ven imposibilitadas de financiarse a un costo menor al 8,75%, límite que hace viables los proyectos. A su vez, como la mayoría de ellas están involucradas en el escándalo de los cuadernos, no superan los estándares necesarios de acuerdo a las políticas de "compliance" de los bancos, por las que se rechazan todos los clientes con antecedentes jurídicos o implicaciones penales.
"Los bancos no nos dejaron ni tomar un crédito en leasing para renovar los vehículos que hacen de seguridad en la ruta que eran del año 2007. Imagínate lo que nos responden cuando pedimos financiar el 100% del proyecto", confesaron a LPO fuentes allegadas a Helport, de Eduardo Eurnekian.
Para solucionar este escollo, a fines de agosto Dietrich presentó un fideicomiso para que las entidades bancarias tengan como cliente deudor al Ministerio de Transporte y no a las constructoras. Esto no pareció suficiente para los abogados de los bancos, quienes afirman que el fideicomiso no soluciona los problemas de "compliance".
Dos de los jugadores más importantes del sistema bancario han comentado a este medio que no se sumarán a la iniciativa y si bien desde el gobierno aseguran que habrá novedades en unas semanas, por el momento la única entidad confirmada es el Banco Nación, cuyos montos resultarían insuficientes. "Estas hablando de 10.000 millones de dólares de obra, con los 300 palos del Nación ni siquiera podes empezar", grafican desde el entorno de un diputado opositor.
"Además del riesgo jurídico de los cuadernos, tenés la cuestión electoral. ¿Quién va a poner esa plata con la posibilidad de que gane un sector político que se cansó de criticar los PPP y que te puede tirar abajo todos los contratos?", agregan las fuentes.
En este contexto, ante el riesgo de las multas y la incapacidad de renegociar las condiciones por el riesgo a un reclamo legal de las constructoras que no resultaron ganadoras, la posibilidad de que los chinos se hagan cargo de otros corredores aparece como la más viable. De hecho, CCA ya ha evaluado quedarse con el corredor C perteneciente a Cartellone -que contempla las rutas 7 y 33- y si bien no ha avanzado al respecto, el proyecto todavía lo mantiene en carpeta.
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