En la 8va Conferencia Sudamericana, que deliberó en hotel porteño a puertas cerradas, participaron los máximos jefes militares de Latinoamérica.
"En esta Conferencia deseo resaltar, entre las conclusiones, la complejidad que reviste la creación de una Fuerza Regional y considero de relevancia avanzar en el proceso para la conformación de una estructura núcleo que trabaje; en el marco de las Naciones Unidas: y estudie las capacidades iniciales disponibles con el objetivo de presentar una propuesta de acción y dar respuesta a las necesidades planeadas durante la conferencia".
Fue el párrafo más destacado del discurso de cierre que dio ayer el teniente general Bari del Valle Sosa, jefe del Estado Mayor Conjunto, anfitrión de la VIII Conferencia Sudamericana de Defensa (Southdec, su sigla en inglés).
Los debates se llevaron a cabo a puertas cerradas durante dos días en un salón del hotel Sheraton y participaron los máximos jefes militares de Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Guyana, Guyana Francesa, Paraguay, Perú, Uruguay y Surinam. En calidad de observadores estuvieron militares de Canadá, España, y funcionarios de la Oficina de Operaciones de Paz de las Naciones Unidas.
Oscar Aguad se presentó ayer para la clausura protocolar. "Estamos ante nuevas amenazas y desafíos que son distintos a los que teníamos antes", expresó el titular de la cartera. "Las amenazas nuevas afectan a la defensa en la medida que intercedan en el normal desenvolvimiento de nuestros pueblos", agregó Aguad. Acudió invitado a la última jornada de debates el subsecretario de Asuntos Internacionales del ministerio de Defensa, José Vila.
Con una técnica similar al "brainstorming" (tormenta de ideas), un moderador dio pie a la opinión de cada uno de los presentes sobre "Contribuciones militares sudamericanas hacia la paz global". El almirante Kurt Tidd, jefe del Comando Sur (USSOUTHCOM, por su siglas en inglés) uno de los nueve comandosmilitares pertenecientes a Estados Unidos que abarca el área relativa al sur del continente americano, América Central y el Caribe, abogó por un mayor compromiso con las necesidades que demande el escenario las misiones de paz en zonas conflictivas.
Comenzó a esbozarse la idea de crear algún tipo de estructura regional integrada en principio por todos los miembros de la Southdec la moción, sin autor, surgida del intercambio de los participantes quedará para la etapa siguiente de análisis en 2019. Será el turno de Brasil que resultó seleccionado para organizar y conducir la 9°edición de Southdec.
No se equivocó el general Sosa en aludir a la complejidad de la creación de un esquema militar regional destinado a misiones de paz. Subsisten interpretaciones diferenciadas sobre los conflictos globales y la manera de abordarlos además de que las economías de algunos países disertantes en Southdec no pasan por un buen momento sin mencionar su impacto en las capacidades del aparato militar. Quizá el caso emblemático de la Argentina. Hoy más un aliado de concepto que uno apto para despliegues militares en el terreno, tan reducido han quedado los medios (buques, submarinos, aviones, material rodante, tanques, etc.) por carencias presupuestarias.
La preocupación por la crisis venezolana también estuvo sobre la mesa. A ninguno de los presentes escapó la decisión del presidente de Brasil, Michel Temer, que dispuso el uso de las Fuerzas Armadas en la frontera con Venezuela para garantizar el orden tras las tensiones provocadas por la crisis migratoria. Los datos arrojan más de 60.000 venezolanos que desde enero de 2017 han huido de su país pasando por la frontera con el Estado de Roraima. En ése ambiente de análisis de complejidades estratégicas se mencionó también la presunta intención de la Federación Rusa de efectuar maniobras navales en aguas del Caribe próximas a Venezuela.
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