(El Dìa) - Daniel Capdevilla reemplazará a Cristian Curto. Hablan de “baja productividad y competividad”. En medio de un duro diagnóstico, Vidal desplazó a la conducción del Astillero.
La gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal desplazó ayer por decreto al presidente del Astilleros Río Santiago, Cristian Curto y a nueve de los once gerentes con que cuenta esa planta y nombró en su reemplazo a Daniel Capdevilla ex Coordinador de Proyectos del Ministerio de Modernización y que se desempeñó también en Autopistas Urbanas S.A.
Si bien no se dieron razones oficiales sobre el cambio, en fuentes de la nueva conducción se brindó un duro diagnóstico en el que se mencionaron como razones de los cambios la “baja productividad y baja competitividad” así como “reclamos gremiales que no han sido debidamente encauzados”.
ATE Ensenada, que nuclea a los trabajadores de esa planta, se declaró el estado de alerta. Desde el gremio expresaron su preocupación por el despido de los nueve gerentes. En ese marco, a través de un comunicado advirtieron que “no dejarán pasar” despidos de operarios “ni avasallamientos al convenio colectivo de trabajo”.
Según se supo, de los nueve gerentes que tenía la empresa quedaron los de Producción, Energías Renovables y Técnica.
Como se ha venido informando, desde el gremio se viene denunciando que el Astillero está “virtualmente paralizado” y entre otras críticas a la conducción saliente y al gobierno provincial, se ha reclamado por la firma de las cartas de crédito que permitan terminar las embarcaciones en construcción e iniciar el proceso para el inicio de nuevos emprendimientos.
En relación a esto último, fuentes de la nueva administración del Astillero admitieron ante una consulta de este diario que “después de dos años de seguimiento y análisis de la gestión observamos que hay aspectos que requieren ser atendidos con urgencia, más si se tiene en cuenta que el Astillero le representa a la Provincia un gasto extra de $ 3.500 millones por año, esto es el 15% del déficit fiscal anual”.
Las fuentes admitieron que el Astillero está en un tiempo de “baja productividad” y detallaron que “actualmente hay una planta de 3.308 trabajadores y de ese total el 35% realiza tareas administrativas cuando lo ideal es que el sector de servicios y administración represente alrededor del 15% de la dotación total de la empresa”.
En ese contexto también hablaron de baja competitividad y explicaron que “para que la construcción de un barco como los petroleros de PDVSA sea rentable, debe llevar no más de dos años en su ejecución. Sin embargo, actualmente hay dos barcos en construcción que ya llevan 7 años y aún falta al menos un año más para que estén listos. Se agrava la situación si tenemos en cuenta que estos contratos se firmaron en 2005 y recién se comenzaron a construir en 2010”, señalaron.
Las fuentes de la nueva administración incluyeron en el diagnóstico los reclamos “no encauzados” del gremio y al respecto indicaron que “confiamos en que (ATE Ensenada) acompañará a esta nueva conducción con quien podrán mantener un canal de diálogo fluido en pos de mejorar la situación de todos los trabajadores y del Astillero”.
Por su parte, Francisco Banegas, Secretario General de ATE Ensenada, afirmó que “no es un dato menor que estos hechos se produzcan en momentos que el Astillero está en asambleas de sectores definiendo el plan de lucha en busca de colocar a la empresa en una posición estratégica para la provincia y el país”.
La sorpresiva llegada de Daniel Capdevilla, ex coordinador de proyectos del Ministerio de Infraestructura de la Nación, y el despido del personal de carrera ha llenado de interrogantes a los trabajadores de la planta.
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