- PLANTA PERMANENTE DEBE FICHAR DESDE ANTEAYER EN DIPUTADOS.
- FESTÍN DE "PARACAIDISTAS".
Esfuerzos para reacomodar gastos insólitos. Burocracia complica licitaciones públicas. Pedido de Mauricio Macri por exceso de empleados choca con realidad.
Foto: Emilio Monzó y Gabriela Michetti.
La queja de Mauricio Macri sobre el exceso de empleados en la administración pública, tras descontrolados festines durante el kirchnerismo que aún no frena Cambiemos y que en algunos lugares fomenta, vino acompañada de curiosas medidas que tomó el Congreso esta semana. La más importante es la obligación que tiene desde anteayer la planta permanente de Diputados para cumplir algo tan simple como las horas de trabajo que le corresponde realizar, situación que derivó en un peregrinaje de "paracaidistas" que reaparecieron por los distintos sectores para no quedar en falta.
En concreto, la decisión administrativa que tomó la cámara que preside el peronista con témpera PRO Emilio Monzó detonó la validez de las planillas impresas para pasar al ingreso a través de lectores biométricos, huella biométrica, DNI o combinación de ambas, según pudo saber Ámbito Financiero. Para medir el presentismo será tenido en cuenta el primer ingreso y el último egreso, siendo necesaria la registración de cada uno de ellos debido a que una porción del personal cambia de dependencia -palacio, anexos, etcétera- durante la jornada laboral.
Para facilitar el trámite a quienes aún no cuenten con huella, Diputados tendrá un puesto móvil en uno de sus anexos para registrar a los recién despabilados, quienes podrán concretar esa acción hasta febrero de 2018, reconocieron desde la Cámara a este diario. Además, habrá 24 horas para certificar asistencia -en la dirección de Recursos Humanos- en caso de tener algún problema con las máquinas de ingreso y egreso. Recibirán un día de descuento por cada faltazo quienes opten por hacer "plancha" y quedarán atados a las normas disciplinarias. Después habrá que ver si éstas se aplican con todo el peso que les corresponda.
El auto-avión del Senado
Mientras apura los trámites para contar con la misma secuencia de ingreso que Diputados, el Senado dio luz verde anteayer a una medida para cortar picardías costosas para el erario público: Gabriela Michetti firmó un decreto para adherir a un convenio administrativo con YPF para "optimizar y transparentar las gestiones respecto de la carga de combustible", mecanismo ya adoptado por la mayoría de los ministerios de la administración central.
Desde el Senado dejaron claro que la "nueva metodología se hace efectiva mediante una tarjeta que tiene cada vehículo y un PIN que posee cada usuario que detallan los movimientos y consumos". Ante una consulta de este diario, un encumbrado dirigente de esa Cámara reconoció que "los tickets de nafta que nos traían eran muy llamativos e incluso se empezaron a juntar los de cada unidad para ver el consumo mensual de cada máquina, con el resultado de autos que chupaban más gasolina que un avión".
Entre los principales beneficios del nuevo sistema "está la regularización de los procesos de compra de combustible, el ahorro en costo de éste, la reducción en la carga administrativa, la transparencia y seguridad por tratarse de un único pago, el mayor monitoreo a través de la extranet 'YPF En Ruta', la determinación de límites consensuados para la carga atendiendo a las necesidades de cada vehículo y la no portación de dinero para las operaciones, entre otros".
Por otra parte, desde el Senado reconocieron a Ámbito Financiero la "dificultad" de concretar licitaciones debido a la "gran burocracia" para finiquitar trámites. En ese sentido, detallaron: "Había una empresa que se quedaba siempre con los toners que necesitábamos. Sólo en ese capítulo se venían gastando seis millones de pesos por año. Ahora terminamos, después de más 40 pasos burocráticos, la licitación pública -aseguraron que fue la primera después de ocho años- por 5,8 millones de pesos, pero por todo el servicio de alquiler de impresión, no sólo la tinta".
Intentos por la DAS
El Senado intenta sanear la Dirección de Ayuda Social para el Personal del Congreso (DAS), tras conocerse los resultados de una espinosa auditoría que pidió Gabriela Michetti y que dejó mal parado al titular de Asociación del Personal Legislativo (APL), Norberto Di Próspero. Los trabajadores de esa Cámara se ven obligados -en su gran mayoría- a abonar una prepaga para contar con una calidad de servicio de salud acorde, ya que la DAS no permiten triangular aportes.
Esa auditoría marcó que "el sistema que tiene" la obra social "es un software de desarrollo propio, basado en DOS, data de 1993 y contiene carencias y limitaciones varias, algunas de ellas significativas". También se resaltó: "La contabilidad se lleva en libros manuales y está 0% informatizada, incluso para fines de gestión interna. Los datos que surgen de los libros se vuelvan en planillas Excel para gestionar, con la consecuente demora y riesgos de integridad en el armado de la información".
Por otra parte, se demostró que "los estados contables internos al 31 de diciembre de 2014 son los últimos emitidos y publicados en la página web de la DAS", lo que "indica que los estados contables correspondientes al ejercicio 2015 no se encuentran presentados dentro del término correspondiente", y que la situación patrimonial de la DAS al 31 de diciembre de 2014 "era deficitaria".
Biblioteca
El lunes último, Macri aseguró que era "escandaloso" que la Biblioteca del Congreso tuviese 1.700 empleados. Di Próspero estalló de furia y lo invitó a recorrer un lugar que, remarcó, el Presidente nunca pisó en calidad de diputado nacional. Tras la trifulca entre el jefe de Estado y el gremialista -exladero político y de tertulias de Amado Boudou-, diferentes fuentes del Congreso expresaron que "todos saben quiénes son los que laburan, que lo hacen muy bien, y las 500 personas que sobran y no vienen nunca".
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