Contundente respaldo de Jim Yong Kim al proceso de reformas en el país. Anunció 2000 millones de dólares de créditos para el 2017. La clave es el gradualismo. "No están apurados", dijo.
Foto: Adrián Escandar
Jim Yong Kim sorprendió a los periodistas reunidos en el Salón de Conferencias de la Residencia Presidencial de Olivos hablando en español. El presidente del Banco Mundial, nacido en Corea del Sur y criado en los Estados Unidos, estudió medicina y, de muy joven, hizo sus primeras prácticas en los barrios humildes de Lima, Perú, combatiendo un brote de tuberculosis particularmente resistente a los tratamientos tradicionales. Allí aprendió el idioma de Cervantes y hoy lo practicó, leyendo, pero mostrando una especial vocación de empatía con los argentinos.
Salía de una reunión que se realizó en el despacho que Mauricio Macri tiene en Jefatura, donde también estuvieron el canciller Jorge Faurie, el ministro de Finanzas Luis Caputo y el secretario de Asuntos Estratégicos Fulvio Pompeo. Llegó a la conferencia de prensa a bordo de un carrito de golf que manejó el propio Presidente. En el mismo vehículo y con el mismo chofer se retiró para ir al almuerzo que se sirvió en el chalet que es la vivienda de la familia presidencial, donde devoró un sabroso corte de carne argentina.
El presidente del BM estaba ansioso por venir a la Argentina. Ya se había reunido dos veces con Macri. La primera, apenas llegó a la Presidencia, enero de 2016 en Davos, y la segunda vez cuando el Presidente viajó al Cumbre del G-20 en China. Desde el comienzo quedó impactado con el triunfo de Cambiemos en las elecciones y quiso conocer al "hacedor del milagro". De hecho, el BM mostró su acompañamiento al proceso de transformaciones aprobando para el período 2016-2017 líneas de créditos por más 3000 millones de dólares para el sector público y para el privado.
Pero a esta visita vino con más. Renovó el respaldo a la Argentina anunciando hoy un nuevo tramo de créditos para el período 2017-2018 de otros 2000 millones de dólares en créditos para el sector público (1000 millones) y el privado (los otros 1000 millones), tanto en infraestructura, energía renovable y hábitat, que son obras de urbanización en villas y asentamientos, promoviendo un acceso a la vivienda digna y regularizada dominialmente.
"Este es uno de los países por los que estamos haciendo mayor esfuerzo", reconoció Kim, explicando que "el objetivo es que en los próximos 15 años el 5% del PBI nacional sea invertido en satisfacer demandas de infraestructura en el marco de un desarrollo integral" de la comunidad. Y agregó: "a las personas que piden ejemplos de solución a problemas complejos, les decimos que miren a la Argentina".
Además explicó cuál es la clave del atractivo que tiene el plan de reformas de la Argentina: el gradualismo. "No se están apurando demasiado (en realizar las reforma económicas) para no perjudicar a los más vulnerables".
Kim recordó que el primer proyecto que el Banco Mundial tuvo en la Argentina fue en 1961, financiando el trazado y la construcción de rutas. Desde entonces, tuvieron centenares proyectos destinados al desarrollo, pero el financiamiento que está otorgando en esta etapa es inédito, respaldando proyectos como la ampliación de la Asignación Universal por Hijo (AUH) para 1.500.000 de personas más a partir de junio de 2016, 480 millones dólares para energía renovables, 1000 millones de dólares para el sector privado, entre otros.
Hacía 25 años que un presidente del BM no visitaba la Argentina. "Señor Presidente, usted ha emprendido reformas difíciles para estabilizar la economía, abrir Argentina al mundo y aumentar la transparencia, y esas reformas están sentado las bases que ayudarán a una mayor inversión y creación de empleo de manera sostenible", dijo frente a un Macri exultante.
Ya a la hora de las preguntas, ante una consulta sobre su opinión en torno a las consecuencias que puede tener en la inversión económica la decisión de la CGT de convocar a una movilización de protesta para el 22 de agosto, Kim dijo que "el Banco Mundial tiene prohibido involucrarse en asuntos domésticos, pero puedo comentar las palabras del presidente Xi Jinping (en el sentido de que) el sistema de mercado global es el océano en el que todos nadamos y Macri está leyendo lo que pasa en ese océano de forma perfectamente adecuada".
Y finalizó: "hay 40 trillones de dólares ociosos en el mundo buscando multiplicarse". Dependerá de nosotros, los argentinos, de generar las condiciones para que puedan aterrizar en estas costas.
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