Lanzada al mercado en el reciente Shot Show, representa el intento de una desconocida firma por recuperar el mercado perdido en el segmento de las armas de puño.
El reemplazo por parte de las fuerzas armadas estadounidenses de la Colt 1911, significó un duro golpe a los aficionados a las armas de ese país. La pistola que diseñó John M. Browning para la empresa del caballito fue equiparada por muchos a un símbolo patrio. En efecto, en 1985 fue suplantada por un arma europea –la Beretta 92 FS– marcando una derrota para las empresas locales, vencidas ampliamente en las pruebas realizadas.
Recientemente, en nuevas pruebas destinadas a la elección de un reemplazo de la Beretta de dotación, salió favorecida la SIG 320. Si sumamos a lo relatado que la gran mayoría de las policías de ese país están equipadas con Glock, vemos que las tradicionales marcas han sido desplazadas del importante mercado militar/policial.
Y el aficionado civil norteamericano siempre ha seguido la tendencia de su gobierno en la elección de armas, por lo que la merma en este segmento también es notable. Hudson Mfg. –una desconocida empresa con sede en Texas– parece haber salido a competir con las marcas europeas invasoras con una innovadora pistola, con características muy apreciadas por el público.
Para comenzar, diremos que el ángulo y forma de su grip es exactamente igual al de la Colt 1911. Sus comandos externos, si bien son totalmente ambidiestros, están colocados en el mismo lugar. Su cola de disparador es de recorrido rectilíneo y sus cachas… sí, adivinó, igual que en la Colt. Hasta ahí lo destinado a satisfacer a los nostálgicos, que sentirán al empuñarla que volvieron a su viejo amor. Porque el resto es lo suficientemente innovador como para aseverar que la H-9 es la única novedad en lo referente a pistolas semiautomáticas presentada en los últimos años.
Un sistema de disparo similar al impuesto por la Glock, la coloca entre las denominadas “striker fired”, pero la ubicación de su resorte recuperador la hace única. Sacando muchas pistolas de pequeño y mediano calibre y generalmente de cañón fijo, en las que el resorte recuperador va alrededor del cañón, la gran mayoría lo lleva paralelo y debajo de él. Eso ocasiona que el eje del cañón debe tener una altura suficiente como para dejar un espacio para albergarlo, juntamente con su guía. Es sabido que cuando ese eje está más cerca de la mano que empuña, el arma es mucho más controlable y eleva menos la trompa durante el disparo.
Eje del cañón
El eje axial de la nueva H-9 debe ser el más bajo de todas las armas de grueso calibre fabricadas hasta ahora. Se logró gracias a un resorte recuperador más corto, alojado en un receptáculo que está adelante del arco guardamonte, lo que otorga a la trompa del arma una curiosa e inusual forma. Pero dejando la cuestión estética de lado, es precisamente eso lo que permite colocar el eje del cañón mucho más bajo. Recién presentada en su país de origen, tendremos que esperar un tiempo hasta que llegue a nuestros lares, pero sin duda representa un avance de la industria norteamericana.
Nota completa publicada en revista Weekend nº 535, abril 2017.
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