Por Paola Quain - iProfesional.com
Una tarea que hace meses parecía imposible, ganarle a la suba de precios, hoy se convierte en realidad de la mano de esta alternativa de inversión. ¿Qué son y qué tasas pagan estos instrumentos, cuya demanda creció con fuerza? La opinión de especialistas y las perspectivas para los próximos meses
Los meses de verano serán un momento de grandes desafíos para los inversores locales. También constituirán un "tiempo de reflexión", ya que deberán repensar sus estrategias sobre hacia dónde canalizar su dinero, de cara al nuevo año.
En este contexto, la batalla por ganarle a la inflación se presentará -una vez más- como una de las más importantes. El problema es que con una suba de precios del orden del 22% no son muchos los instrumentos que permitan logar tal fin. Sin embargo, existe una alternativa de inversión que se ha erigido como clara vencedora: los fideicomisos financieros (FF).
Más aun. Los altos rendimientos que muestran en la actualidad no sólo se han mantenido firmes sino que, además, han superado "con creces" a la suba de precios y a la tasa de los plazos fijos.
¿Qué es un fideicomiso financiero?
Un fideicomiso es un contrato por el cual:
•Una persona (fiduciante)
•transfiere a otra (fiduciario)
•uno o más bienes (patrimonio fideicomitido)
•por un determinado tiempo o cumplimiento de una condición.
Los bienes en cuestión se mantienen "inmunes" a los problemas comerciales que puedan sufrir cualquiera de las partes. Es decir, se mantienen aislados legalmente de los inconvenientes futuros que pudiera sufrir quien otorga el bien (fiduciante) o ante los percances del que lo recibe para su gestión (fiduciario). Esto es así dado que esta figura legal está pensada para que el patrimonio -que es objeto del fideicomiso- no pueda ser reclamado por acreedores, ni se vea afectado por la quiebra ni del fiduciante ni del fiduciario.
Los actores del fideicomiso, entonces, son:
• El fiduciante, que es quien constituye el fideicomiso, y transmite la propiedad del bien al fiduciario.
• El fiduciario, que es quien recibe los bienes transferidos para cumplir con una finalidad específica (puede ser una persona o empresa).
• El beneficiario, que es aquél en cuyo favor se ejerce la administración de los bienes.
A modo de ejemplo se puede mencionar el caso de una persona que posee un terreno y lo cede para que una desarrolladora inmobiliaria -que administrará un emprendimiento- contrate a su vez a una constructora, para que se ocupe de levantar un edificio. Por la cesión acuerda recibir a cambio un departamento terminado como forma de pago.
Los fideicomisos financieros se enmarcan dentro de los fideicomisos en general.
En este caso:
• Quien recibe los bienes (fiduciario) es una entidad financiera o una sociedad autorizada por la Comisión Nacional de Valores.
• Los beneficiarios -personas o empresas - son los titulares de "certificados de participación". Es decir, de una suerte de "pagarés" o títulos representativos de deuda.
• Dicha deuda es segura, porque está garantizada con los propios bienes transmitidos.
• Estos certificados de participación (pagarés) pueden ser objeto de oferta pública.
¿Para que sirve entonces? El fideicomiso financiero sirve para que el titular de los activos (que pueden ser por ejemplo cientos de cupones de tarjetas de crédito) pueda tomar todos estos "papelitos" y constituir un título de deuda (titulización o securitización).
¿Con qué objeto? Para hacerse de fondos.
¿Cómo? Por intermedio de dicha entidad financiera, que tomó esos bienes, los transformó en un título para que éste sea ofrecido a distintos inversores, que son los que compran ("certificados de participación") a cambio de obtener una tasa.
¿De qué manera funciona en la práctica? Cuando los grandes comercios (Frávega o Garbarino por citar ejemplos) venden sus electrodomésticos y cobran en tarjeta a 30, 60, 90 o más días, suelen no quedarse con esos cupones.
Todos estos compromisos de pago los "empaquetan" (securitizan) y los venden en el mercado -vía una entidad bancaria- en lotes o tandas (llamadas series).
Esos paquetes son comprados por inversores y Frávega o Garbarino obtienen así el fondeo que necesitan para su giro operativo. En buen romance, los fideicomisos financieros permiten transformar activos inmovilizados e ilíquidos en instrumentos negociables en el mercado.
Recomendaciones de los expertos
Invertir en fideicomisos financieros proporciona una importante ventaja: brindan al inversor rendimientos superiores a los de otros instrumentos con igual plazo de vencimiento de deuda, a la vez que poseen riesgo muy acotado. En la actualidad, los analistas no dudan en sumarlos entre sus recomendaciones.
"Representan una muy buena oportunidad para los próximos meses. Porque rinden mucho más que un plazo fijo y también le ganan a la inflación", asegura Sabrina Corujo, jefe de research de Portfolio Personal.
En la misma línea, Mariano Skladnik, analista de Invertir Online afirma: "Los fideicomisos financieros son muy útiles para quienes desean dolarizar su cartera, o buscan inversiones con mayor retorno a las tradicionales". Es que al ajustar por la tasa de referencia Badlar -que es la que ofrecen los bancos para depósitos mayores a $1 millón- ofrecen cobertura ante un eventual repunte del dólar, ya que hay una correlación positiva entre el interés que otorgan y las expectativas de devaluación, agrega el experto.
En tanto, los altos rendimientos que hoy ofrecen los plazos fijos están emparentados con la evolución de la Badlar que, tal como puede observarse, acusó una fuerte alza en estos meses:
Octubre marcó un fuerte punto de inflexión, al dispararse desde los 14 a los 22 puntos, para luego estacionarse en un nivel cercano al 19%, tal como registra la Badlar hoy día.
En este escenario, las tasas que ofrecen los fideicomisos financieros comenzaron a situarse en niveles sustancialmente altos.
En lo que se refiere al "Tramo A" (de mayor calidad crediticia y menor plazo que el B), inclusive las tasas más bajas superaron ampliamente a las que pagan las entidades por los plazos fijos. Tal como puede observarse en el cuadro siguiente, llegaron al 30% anual, en tanto que el promedio se aproximó al 26% (Tramo A).
En cuanto a los fideicomisos financieros de "Tramo B", (de mayor riesgo y plazo que los catalogados como "A"), los beneficios ofrecidos a los inversores resultan aún más interesantes.
De las últimas emisiones, la tasa más baja alcanzó un 26%, superando a la de los plazos fijos en 7 puntos. Y, en el caso de las más elevadas, la diferencia se amplió a unos 15 puntos. En este sentido, la lista fue encabezada por Secubono que pagó casi 34 por ciento. Corujo considera que las tasas que se están observando son dignas de destacar: "Entendemos que es un buen momento para que los particulares inviertan en ellos".
Fuerte repunte
La realidad marca que los fideicomisos financieros están captando la atención de cada vez más inversores.
En noviembre las tasas de corte fueron muy elevadas y sostenidas, algo que no pasó desapercibido para ellos. Según destaca Skladnik, esto no hizo más que darle "continuidad con respecto a lo sucedido en octubre", mes en el que también fueron altas.
Esta firme tendencia, desde luego, debe ser entendida a partir de cómo se ha presentado el escenario financiero. Según agrega el especialista, "particulares y empresas mantienen expectativas de que la devaluación del peso se acelerará en los próximos meses".
En consecuencia, los inversores buscan como cobertura un mayor retorno a los títulos nominados en moneda local, para así compensar la devaluación esperada. En este contexto, con una Badlar que subió a un nivel cercano al 20%, los fideicomisos financieros pagan más y, en consecuencia, resultan más atractivos.
"Si la tasa se mantiene en los niveles actuales es de esperar una demanda en alza", opinan desde la firma Cohen.
Como contrapartida, del otro lado del mostrador, este escenario hace que el costo de emitir deuda para las empresas sea mayor y, por lo tanto, "disminuyan los montos de nuevas colocaciones, a la espera de que las tasas de referencia disminuyan desde los niveles actuales", señala Skladnik. Por este motivo, noviembre fue el mes con menos cantidad de colocaciones en el año.
Demanda en alza
Existe una fuerte demanda de fideicomisos financieros y los especialistas aseguran que, en estos momentos, hasta supera a la oferta. Y es que su adquisición resulta igual de interesante para individuos, entidades financieras, fondos comunes de inversión (FCI), compañías de seguros y organismos estatales como la ANSES.
No obstante, los analistas de la city destacan que ha crecido con fuerza el interés de los minoristas, dada las muy buenas perspectivas que ven en este instrumento de inversión para los próximos meses. Es que no es fácil encontrar alternativas que, con riesgo acotado, le permitan al ahorrista ganarle a la inflación.
Los fideicomisos financieros hoy son una de ellas. Y esto el inversor lo valora.
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martes, 31 de enero de 2012
¿Qué es un Fideicomiso Financiero?
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