Informes: Agustina Mac Mullen, Valeria Musse y Juan Manuel Trenado.
En el tren San Martín, los pasajeros advirtieron mejoras con los nuevos trenes. Foto: LA NACION / Fernando Massobrio
Con nuevas formaciones, el recambio de kilómetros de vías y la incorporación de tecnología de la época, los trenes del área metropolitana que fueron "bendecidos" con inversiones denotan una notoria mejora en el servicio que ofrecen. A más de dos años del trágico accidente de Once, y a uno de los anuncios oficiales que prometieron una "revolución" en el olvidado sistema ferroviario, los cambios positivos llegaron de la mano de una inédita inversión. De todas maneras, los ramales que aún sobreviven con coches añosos y señales que datan de 1930 siguen ofreciendo un servicio irregular.
Las líneas Sarmiento y San Martín, que funcionan en su totalidad con trenes nuevos y vías que fueron reemplazadas, experimentan los principales cambios, según los usuarios. En cambio, las líneas Mitre, Roca y Belgrano Sur, que recibirán nuevos coches en los próximos meses, se caracterizan por las cancelaciones de formaciones y fallas en la puntualidad. Y si bien hace un año en las estaciones no se cobraba boleto porque el Gobierno no podía garantizar un buen servicio, al menos salieron de la categoría "pésimo estado".
Según datos oficiales, el Gobierno destinó 1533 millones de dólares para comprar 1262 coches sin rodar, 46 locomotoras para los trenes diésel y 59 triplas diésel para el área metropolitana. Además, se invirtieron 8091 millones de pesos en infraestructura ferroviaria. El ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, admitió a LA NACION que "todavía falta" para que los trenes brinden un servicio óptimo, y afirmó que en los próximos seis meses habrá cambios notorios en las líneas Roca y Mitre. "La línea Mitre tendrá 180 coches eléctricos 0 km y 16 triplas diésel 0 km que estarán funcionando antes de fin de año. Incluso ya se están probando las nuevas formaciones."
Para mayo de 2015 se prevé la incorporación de 300 coches eléctricos cero kilómetro en el Roca, además del recambio en el sistema de señales. Para esa fecha también se renovarían los trenes del Belgrano Sur, con 72 coches 0 km. Según Randazzo, "la inversión en infraestructura ferroviaria prevista para este año y el próximo corresponde a la compra de materiales para renovación de vías, el señalamiento y la reconstrucción de estaciones de pasajeros, tanto en el área metropolitana como en los trenes Buenos Aires-Rosario y Buenos Aires-Mar del Plata".
LA NACION recorrió los seis ramales; dialogó con los usuarios y constató los puntos a favor y en contra que tiene cada línea. Tanto en el Sarmiento, donde el boleto subió hasta $ 3 con la SUBE, como en el San Martín, los pasajeros se mostraron muy conformes con el servicio y advirtieron cambios positivos. En tanto, en las otras líneas donde aún no se sumaron nuevas formaciones algunos ramales mejoraron la higiene y la información, pero sigue habiendo cancelaciones (ver aparte).
Desde junio hasta hoy, los trenes comenzaron a cobrar pasaje en las estaciones cabeceras. Sin embargo, en las estaciones intermedias de casi todas las líneas numerosos usuarios viajan sin sacar el boleto.
En junio pasado pagaron su ticket poco más de 21 millones de personas, un 10% más con respecto al mismo mes de 2013. Y el porcentaje aumentó en septiembre pasado hasta alcanzar una suba de 19% respecto del mismo mes del año anterior. La cantidad de pasajeros que viajaron por mes en el área metropolitana superaría los 60 millones.
En cuanto al costo del boleto, la incorporación de nuevos trenes en los distintos ramales irá acompañada de una suba en el boleto, tal como ocurrió con el tren Sarmiento hace pocos días. Y así será en el resto de las líneas en los próximos meses.
Si se cumplen los plazos prometidos, en 2015 la mayoría de los ramales se habrá librado de la tecnología obsoleta, los trenes añosos y la inseguridad del transporte. Sólo quedarían el Urquiza y el Belgrano Norte sin renovación en la flota. Aunque son los dos ramales que mejor servicio ofrecieron en la última década, teñida por la mediocridad del sistema ferroviario, que acumuló décadas de desinversión, olvido y desidia.
VARIOS USUARIOS DISFRUTAN DE LOS CAMBIOS; OTROS SIGUEN MOLESTOS
MITRE
Viajar a horario sigue siendo una lotería; hay más información
El ramal Retiro-Tigre es el más utilizado por los usuarios de esta línea. Si bien mejoraron los canales de información, numerosas formaciones suelen salir de servicio fuera de los horarios pico y viajar a tiempo es una lotería. Lo mismo ocurre en los otros dos ramales. "Hay semanas que se viaja mejor que otras. Los trenes deberían tener aire acondicionado, porque el calor es insoportable", dijo Miguel Yorio, que vive en Olivos y es usuario del ramal Tigre. Como positivo los usuarios la colocación de cartelería electrónica y la posibilidad de recargar la SUBE en las distintas estaciones de la red.
SARMIENTO
Con los nuevos coches aumentaron la frecuencia y la higiene
La gente viaja más cómoda. Mejoró la frecuencia y hay más espacio, además de ser infinitamente más confortable que las herrumbradas piezas de museo que se usaron hasta hace poco más de un año. Pero en la hora pico, las personas siguen viajando hacinadas. Muchos eligen, todavía, usar los colectivos alternativos que dispuso el Gobierno. Algunos por comodidad, otros porque siguen con miedo después de la tragedia de Once. "Es indudable que mejoró mucho el servicio. Ojalá dure", dijo Joaquín Gonzáles, de Flores. Un dato: cuando llega un tren a Once, los que quieren bajar se chocan con lo que tratan de subir.
BELGRANO
El ramal Norte, limpio y puntual; el ramal Sur, un verdadero desastre
Viajar en el ferrocarril Belgrano Norte no representa un problema para los pasajeros que se trasladan entre la estación Retiro, en el centro porteño, y Villa Rosa, en el partido bonaerense de Pilar, a quienes les alcanza con que el tren salga a horario y esté limpio. A nadie parece molestarle el agotador sonido del golpe de los coches con los rieles ni la falta de seguridad. Tampoco se advierte temor entre los usuarios que optan por usar como asiento los estribos de los vagones. "Como el ferrocarril no tienen aire acondicionado viajo más fresco en la puerta. Hacen falta trenes", asegura Pablo López, un joven de Los Polvorines.
SAN MARTÍN
Los pasajeros destacaron las bondades de los nuevos trenes
"Confort, limpieza y seguridad" fueron las palabras que más repitieron los usuarios del ferrocarril San Martín para describir cómo viajan en esa línea que une Retiro con Luján. Después de largos años de espera, en los que utilizar el tren era decididamente un mal momento, los pasajeros dicen que ahora estan conformes con la renovación de las formaciones y aseguran que viajan mejor. Carolina Martínez, de 24 años, destacó la limpieza del tren y destacó que son "mucho más rápido" que los que funcionaban antes. Aunque los usuarios dijeron que en la hora pico viaja mucha gente y ocurren algunas demoras.
URQUIZA
Suelen llegar a tiempo y mantiene las formaciones limpias
En el interior de los coches, el panorama es alentador: están pulcros y hasta tienen cestos de basura en su interior. Hay ventiladores en el techo y las ventanillas cuentan con unas pequeñas persianas que los viajeros pueden abrir y cerrar a gusto "Hasta las 13 se viaja muy bien. En hora pico, en cambio, hay que hacer fuerza para poder entrar", dijo Luis López, un jubilado de Santos Lugares. En casi todas las estaciones intermedias del recorrido, pasajeros admitieron que no pagan el boleto, pero tampoco suele haber empleados en las boleterías.
ROCA
Ofrece un servicio muy irregular y falta higiene en los trenes
Esta línea que llega hasta La Plata conserva características de los trenes típicos de otras épocas. Las puertas de acceso a la formación son manuales por lo que permanecen abiertas durante la mayor parte del recorrido. Incluso, algunos pasajeros viajan en los estribos. Y muchos se quejaron por la falta de limpieza en las formaciones y, también, por la inseguridad. "Sería mejor que automatizaran las puertas. Sobre todo porque se producen arrebatos en Quilmes, ya que los delincuentes se escapan por ahí", contó Nicolás López.
Del editor: qué significa. El Gobierno decidió invertir en los trenes tras la tragedia de Once, en 2012, donde murieron 51 personas. Tarde hicieron lo que se debió haber hecho hace años.
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