Por Daniel Santoro - Diario Clarín
En 1982, pidió a Irlanda, Japón, Canadá y Australia sanciones contra nuestro país.
Durante la guerra de Malvinas de 1982, la ex primera ministra Margaret Thatcher, no solo pidió y obtuvo ayuda militar de Estados Unidos, sino que también solicitó apoyo a Irlanda y a otros “aliados naturales” de Gran Bretaña, incluidos Japón, Canadá, Australia y Nueva Zelanda , para “destruir” a la Argentina.
Según documentos gubernamentales desclasificados por los Archivos Nacionales del Reino Unido, la Dama de Hierro instó al por entonces primer ministro irlandés, Charles Haughey, a “golpear duro” a la Argentina en el campo económico, comercial y financiero. En un mensaje secreto enviado a Haughey, dijo que hacía esa solicitud porque sospechaba que la Unión Soviética bloquearía cualquier sanción a la Argentina en el Consejo de Seguridad de la ONU.
En la nota clasificada como “personal y confidencial”, difundida por la agencia ANSA , la mandataria afirmó que Argentina “había dejado en claro” que desafiaría la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU del 3 de abril de 1982 de retirar sus fuerzas. Al pedir toda la ayuda posible para “destruir” a las “tropas invasoras argentinas”, Thatcher dijo que las medidas económicas y financieras “tendrían un impacto particularmente poderoso” contra el régimen de Leopoldo Galtieri.
Hasta ahora se sabía que la administración de Ronald Reagan suministró, por ejemplo, misiles aire-aire a Gran Bretaña. Luego, la Fuerza Aérea Argentina perdió casi 100 aviones de combate y de transporte y así se rompió el puente aéreo entre el continente y las islas que aisló a los tropas argentinas. E incluso que Reagan había prometido un portaaviones si el Invencible quedaba fuera de combate. Thatcher estaba preocupado por que la Fuerza Aérea y la Aviación Naval argentinas hundieron 7 barcos, dejaron fueran de combate 5 y averiaron otros 10.
Por esa y otras razones, Thatcher pedía ayuda militar y medidas para asfixiar a la economía argentina. En su mensaje al premier irlandés, dijo que “sé que estas medidas afectarán sus intereses económicos”, dijo el mensaje, pero insistió en que obligaría al gobierno argentino “a entrar en razón” y a retirar “pacíficamente” sus tropas de las islas. Además de una prohibición completa al abastecimiento de armas, un embargo a todas o algunas importaciones de Argentina, Thatcher también pidió a Irlanda prohibir las garantías de crédito y préstamos internacionales a la Argentina.
Predijo también que los mercados monetarios internacionales “cesarían sus préstamos” a Argentina debido a la crisis económica, y apeló directamente a Haughey: “Le pido que no provea incentivo o ayuda alguna” a la Argentina. La guerra entre Gran Bretaña y Argentina duró entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982 y dejó un saldo 649 militares argentinos, 255 británicos y 3 isleños, muertos.
Fuente: Diario Clarín
indudablemente para mi: la guerra, fue una decisión de Thatcher ante un país que ella consideró débil y útil para sus aspiraciones. Lo que paso después es que se encontraron con una pared, que casi los hizo zozobrar Esa decisión dejo al descubierto muchas cosas, no solo para el mundo militar sino también para el mundo político, no era cuestión de venir y hacer.
ResponderEliminarno lo dudo en lo mas minimo, esa mujer es el diablo en la tierra, deberian declararla, enemiga publica de america latina, los ingleses nunca cambiaran, tienen el alma de piratas y corsarios
ResponderEliminarLa Tatcher hizo lo que debía hacer el Primer Ministro de un país en guerra. Nuestros gobernantes de entonces lanzaron una guerra loca, sin estar preparados, esperando que Inglaterra se comiese el marrón sin hacer nada y sobre todo para distraer a los argentinos sobre las dificultades que estaban viviendo. La Tatcher aprovecho la oportunidad que le brindaban para consolidarse en un gobierno tambaleante. Apeló a todos sus países amigos y obtuvo buenos resultados, muy a pesar nuestro y de los pobres chicos que murieron en esta inútil guerra.
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