jueves, 10 de noviembre de 2016

Un nuevo orden global: el triunfo que replantea el lugar de EE.UU.en el mundo

La sorpresa de los soldados iraquíes que combaten en MosulPor Peter Baker - The Wall Street Journal Americas (La Nación).
Trump prometió más aislacionismo y dejar a su suerte a los tradicionales aliados del país; impredecibles consecuencias.


La sorpresa de los soldados iraquíes que combaten en Mosul. Foto: AFP.
JERUSALÉN.- El sorprendente triunfo de Donald Trump sacudió al mundo más allá de las fronteras nacionales y puso de cabeza el orden internacional que prevaleció durante décadas, lo que suscitó profundas dudas sobre el lugar de Estados Unidos en el mundo.

Por primera vez desde la Segunda Guerra, los norteamericanos eligieron a un presidente que prometió revertir la internacionalización y construir muros tanto materiales como metafóricos. El triunfo de Trump augura un Estados Unidos más enfocado en sus propios asuntos. Que el mundo se arregle solo.

La revolución que impulsó a este outsider al poder también refleja un giro fundamental en la política internacional, que ya se hizo evidente este año con el triunfo del Brexit. El éxito de Trump podría fogonear el populismo, el nativismo, el nacionalismo y los movimientos de fronteras cerradas que ya cunden en Europa y que se están esparciendo por otras partes del mundo.

En muchos lugares del planeta la gente se pregunta qué consecuencias tendrá en el plano interno de sus países. Para México, parece el presagio de una nueva era de confrontación. Para Europa y Asia, puede implicar tener que reescribir todas las alianzas de la era moderna. Para Medio Oriente, augura un posible alineamiento de Estados Unidos con Rusia y un renovado conflicto con Irán.

Anteanoche las elecciones tuvieron en vilo al mundo: noctámbulos atentos a los noticieros en un hostel de Tel Aviv, técnicos de computadoras monitoreando los resultados en sus laptops desde Hong Kong y hasta ex saboteadores de oleoductos en remotos parajes de Nigeria que expresaron su preocupación de que la elección de Trump afectara el destino de su país.

La promesa de Trump de replegarse militar y económicamente llevó a muchos países a preguntarse qué rumbo tomar sin su aliado norteamericano. "La pregunta es si seguirán involucrados en la política internacional como un amigo confiable de sus aliados", dijo Kunihiko Miyake, ex diplomático japonés. "De no ser así, todos los aliados europeos, asiáticos y de Medio Oriente de Estados Unidos tendrán que pensar cómo garantizar su seguridad por sí mismos."

En Alemania, donde hay tropas norteamericanas estacionadas desde hace siete décadas, la perspectiva de una retirada de las fuerzas parece desconcertante. "Sería el fin de una era", escribió el profesor de periodismo Henrik Müller.

La incomodidad ante el triunfo de Trump en el extranjero excede ampliamente el círculo de los tradicionales socios de Estados Unidos. Abubakar Kari, politólogo de la Universidad de Abuja, dice que la mayoría de los nigerianos cree que el gobierno de Trump no se ocupará de los problemas que surjan fuera de Estados Unidos.

Uno de los pocos lugares donde el triunfo de Trump fue recibido con entusiasmo fue Rusia. Desde la Guerra Fría que Rusia no jugaba un rol tan importante en unas elecciones presidenciales de Estados Unidos. "A Moscú se le abrirá una ventana de oportunidades en términos geopolíticos. Podrá reclamar, por ejemplo, el control del territorio de la ex Unión Soviética y parte de Medio Oriente. ¿Por qué no habría de hacerlo?", dijo Vladimir Frolov, columnista ruso y analista internacional

Israel es otro de los lugares donde el triunfo de Trump concitó cierto apoyo, sobre todo por la percepción de que dará más libertad a ese país para manejar a su gusto el conflicto palestino. Pero al primer ministro Benjamin Netanyahu y a otros líderes y comentaristas israelíes les preocupa que Estados Unidos se desentienda más ampliamente de Medio Oriente en su conjunto, que está sumido en la guerra, el terrorismo y la insurgencia.

Pero para los votantes norteamericanos nada de todo esto parece importar. Tras décadas de preocuparse por lo que era mejor para otros países, decidieron que ya era hora de pensar en lo que era mejor para Estados Unidos. Y Trump les prometió exactamente eso, por más que al resto del mundo no le guste. 
Traducción de Jaime Arrambide

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