Por Germán de los Santos - LA NACION
Junto con la policía provincial realizarán amplias tareas de "vigilancia ciudadana"
El primer contingente de Gendarmería desplegado desde ayer en las calles de Rosario. Foto: Marcelo Manera
ROSARIO.- Los efectivos federales arribaron ayer a once localidades de la provincia de Santa Fe, donde, según definió la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, realizarán tareas de "vigilancia ciudadana" y combatirán las bandas narcos que provocaron un espiral de violencia en los últimos años en esta ciudad y en la capital provincial.
Desde ayer comenzó a regir el acuerdo que firmó el Ministerio de Seguridad de la Nación y el gobierno santafecino para el combate de la inseguridad y el narcotráfico que regirá hasta el 31 de diciembre de 2017. En ese lapso la policía de Santa Fe -con 22.300 uniformados en toda la provincia- y los efectivos de seguridad federales trabajarán de manera coordinada bajo la dirección de un comité operativo, que estará al mando del director de Inteligencia Criminal de la Gendarmería, Claudio Miguel Brilloni.
Bullrich demarcó las funciones que tendrá cada fuerza, algo que estuvo en el centro de la polémica en la negociación del acuerdo de seguridad que se firmó el 12 de este mes. "Las fuerzas nacionales no estarán a cargo de la seguridad de la provincia, que es una materia indelegable del gobernador, sino que se ocuparán de los delitos federales", explicó la ministra.
Es la tercera vez que desembarcan fuerzas federales en Santa Fe desde el 9 de abril de 2014, cuando arribaron más de 2400 efectivos en un operativo que apuntó al desmantelamiento de los búnkeres: en sólo unas horas fueron allanados 69 quioscos de droga, pero la cantidad de cocaína secuestrada fue escasa.
Los gendarmes se quedaron hasta fines de diciembre y luego se replegaron hasta mayo, cuando en medio de la campaña electoral en Santa Fe las fuerzas federales retornaron. Lo que ocurrió en esas dos oportunidades, según admitieron en el Ministerio de Seguridad de la Nación, es que "la policía desapareció de las calles" y los problemas de narcomenudeo y violencia que había en sur de Rosario se trasladaron luego al norte de la ciudad. Los patrullajes de la Gendarmería en las calles se ganaron el respaldo de la población, que tiene desconfianza de la policía. Pero no lograron bajar la violencia que aflora a través de las peleas entre bandas. Según el Informe del Sistema Nacional de Información Criminal (SNIC) publicado en abril pasado, esta provincia tiene un índice de 12,2 asesinatos cada 100.000 habitantes, que es el doble de la media nacional.
Esa violencia cotidiana se expresó anteanoche en el barrio 7 de Setiembre, donde un joven de 26 años murió tras recibir diez tiros. Leonardo Maciel fue interceptado por dos sicarios en moto cuando se trasladaba en su auto con su pareja y sus dos hijas, que no sufrieron lesiones. Unos minutos después fue atacado el primo de la víctima de la misma forma.
En la reunión que Bullrich y Lifschitz mantuvieron con los jueces y fiscales federales, la ministra planteó que unos 400 efectivos de fuerzas nacionales tomarán unas 300 causas sobre narcotráfico que la policía provincial viene investigando en Rosario. Hay otras investigaciones que aún no fueron judicializadas que van a ponerse en marcha en territorio santafecino.
Se proyecta un esquema de trabajo nuevo, con grupos especializados en inteligencia criminal que operarán en la provincia con casos particulares que ya vienen siendo seguidos de cerca desde los últimos dos años desde las oficinas en Buenos Aires.
Ante esta nueva forma de trabajo aparecen cuellos de botella en la justicia federal. El lunes próximo la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, anunciará la puesta en marcha de una delegación de la Procuraduría de Narcotráfico (Procunar), que conduce Diego Iglesias. Uno de los objetivos es que un grupo de investigadores judiciales especializados aceiten el trabajo de las fiscalías, tanto de las causas más antiguas que deben llegar a juicio como de las nuevas que se van a generar con el trabajo de inteligencia que realizarán los efectivos federales.
A la par, la policía de Santa Fe seguirá con los patrullajes divididos por cuadrículas, que dejaron a un lado la centralidad de las comisarías. Según explicó el titular de la cartera, de Seguridad Maximiliano Pullaro: "Hay 120 móviles patrullando en 86 zonas y una segunda capa con otros 50 patrulleros, que recibirán el apoyo de una parte de los gendarmes que llegaron ayer, y se centraron en el Barrio Municipal, una zona tomada por ex barras de Newell's que está en permanente conflicto. Las tres escuelas que funcionan allí están con vigilancia policial por los permanentes tiroteos.
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