miércoles, 13 de abril de 2016

Lanzan un ambicioso plan de obra pública para aliviar el ajuste

Vidal y Macri, ayer, en Quilmes al anunciar el plan del EstadoPor Mariano Obarrio - LA NACION (Modificado)
Macri dispondrá de $ 150.000 millones en proyectos para dar 100.000 puestos; "me duelen los aumentos", dijo.


Vidal y Macri, ayer, en Quilmes al anunciar el plan del Estado. Foto:DyN

En medio de la creciente preocupación del Gobierno por la inflación y el estancamiento económico, el presidente Mauricio Macri anunció ayer un megaplán de obras públicas de 150.000 millones de pesos y 100.000 puestos de trabajo para el conurbano, al tiempo que reconoció que le "duele y desespera" haber aumentado las tarifas de luz, gas, agua y transporte, aunque dijo que lo hizo "lo más gradual posible".

Por primera vez, además, Macri reconoció públicamente su malestar con los empresarios que aumentan los precios por encima de la inflación. En la Casa Rosada admitieron que Macri está preocupado por la inflación y aclararon que la crítica "no fue a todos los empresarios, sino a los que aumentan los precios en forma desmesurada".

En la cena anual de Cippec, el jefe del Estado dijo anteanoche que el país necesita de los empresarios "que se pongan a invertir" y "no de aquellos empresarios que, ante el primer síntoma de libertad, aprovecharon para remarcar precios de una manera descarada".

En una reunión de gabinete conjunta con el gobierno bonaerense de María Eugenia Vidal, en la casa de la Cultura de Quilmes, y junto al intendente Martiniano Molina, el Presidente se excusó por el aumento de tarifas: "En forma irresponsable el gobierno anterior fue destruyendo la prestación de servicios públicos y a mí me duele tener que hacer los aumentos; lo que querría es, en lugar de aumentar, disminuir", dijo.

Si bien ayer el índice de inflación del Congreso de 3,2% para marzo le dio un respiro al Gobierno (en febrero fue 4,8), la medición de abril sería más abultada por el impacto de la suba de tarifas. Tal como adelantó LA NACION el domingo último, Macri analiza medidas para superar la transición entre el pico de inflación actual, con aumento de tarifas y despidos, y la recuperación económica que estima para dentro de algunos meses.

Es por ello que, en medio de la crispación por los efectos sociales del ajuste y las investigaciones judiciales al kirchnerismo, ayer comenzó anunciando un amplio plan de infraestructura, que tendrá financiamiento del golpeado presupuesto nacional.

La semana próxima podría presentar la eliminación del IVA para la canasta básica de alimentos para sectores vulnerables y la otra semana podría confirmar la extensión de la Asignación Universal por Hijo (AUH) a sectores que no la perciben y al universo de monotributistas, con un préstamo de 600 millones de dólares del Banco Mundial.

El plan de obras públicas comprenderá 900 kilómetros de autopistas y 1100 de rutas: una autopista sobre la ruta 3 entre San Miguel del Monte y Azul, y entre Coronel Dorrego y Bahía Blanca. También planifican rutas entre Azul y Coronel Dorrego, y entre Mercedes y Bragado, entre otras. Los tramos son: Ruta 5 Mercedes-Bragado, con duplicación de calzada, al igual que la R 7 entre Luján y Junín y la R 8 Pilar-Pergamino. En vialidad se prevé la construcción de 938 kilómetros de autopistas y la transformación en rutas seguras de otros 1.116 kilómetros. Nación destinará 50.000 millones de pesos en los próximos cuatro años. Incluye la prolongación de la autopista La Plata-Buenos Aires con un empalme en la bajada platense hasta la calle 615, donde habrá nueva conexión con la ruta provincial N° 6 que circundará la capital bonaerense. El plan dispone señalización, banquinas y trabajos complementarios en la ruta 3 desde Bahía Blanca a Rufino y la R 32 Pergamino-Rosario. Además, Vidal tiene habilitada una partida de 20.000 millones de pesos para arreglo de rutas provinciales.

El Presidente anunció, por otra parte, el acceso al agua potable del 100% de los habitantes del segundo cordón del conurbano en ocho años y del 75% a las cloacas en los 34 municipios que rodean a la Ciudad Autónoma demandará un plazo total de ocho años. Comprende la extensión de la red de cloacas a las tres cuartas partes de la población bonaerense y el suministro integral de agua potable.

Se construirán además cuatro metrobuses en el conurbano. Uno ya está en marcha en La Matanza y otros se harán en Lanús, en la zona oeste y en Tres de Febrero.Algunos trabajos ya se iniciaron. La Planta Depuradora de La Plata tiene el financiamiento listo de la Corporación  Andina de Fomento y la licitación será en julio de este año.

Macri presentó asimismo obras hidráulicas como la ampliación del cauce del río Luján y la canalización del río Salado, para prevenir inundaciones. También habrá obras ferroviarias: 26 pasos bajo nivel y mejoramiento de la infraestructura y la seguridad aeroportuaria en la terminal de Ezeiza y en San Fernando.

Bahía Blanca es un nudo de inversiones importantes: está en marcha el acueducto Río Colorado – Bahía Blanca, con un costo de 4.000 millones de pesos. La obra hidráulica anunciada por el presidente destina un capítulo a la cuenca del Río Luján. Son 5.200 millones de pesos que comprende tareas de saneamiento, ensanche de curso de agua, dragado y disposición de reservorios.
En la cuenca del río Reconquista –que atraviesa 18 municipios del Conurbano– hay en trámite una nueva licitación para el saneamiento, con un crédito otorgado por el BID por 3.000 millones de pesos.

El Salado ya era una preocupación en tiempos de Florentino Ameghino, por el desmadre de su curso de agua. Salado e inundación son casi sinónimos en la llanura bonaerense, tan plana como una mesa. De acuerdo con el anticipo hay obras programas en el límite con el Río V y en todo el cauce hasta la desembocadura en la Bahía Samboronbon. Ampliación de puentes viales y ferroviarios, dragado y ensanchamiento integran el programa. La partida incial es 1.200 millones sobre un total de 12.000 millones de pesos.

Preocupado por exhibir una expectativa de bonanza económica, el jefe del Estado, junto a Vidal y Martiniano Molina, auguró "una revolución de empleo, pero empleo que agrega valor, y ésa es la Argentina que construye y que soñamos". Y para ello buscó llevar optimismo al señalar que "cuando el plan de obras alcance el pico de trabajo, en alrededor de un año y medio, generará más de 100.000 puestos de trabajo en Buenos Aires".

No se privó de enviar un mensaje al kirchnerismo: "Vamos a generar trabajo del bueno, del que dignifica, no del que inventa un trabajo público para ocultar el desempleo".

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