viernes, 18 de marzo de 2016

Córdoba: piden investigar la fábrica de aviones estatal que fue manejada por La Cámpora y arrojó pérdidas millonarias (II)

Por Gabriela Origlia - LA NACION
Una auditoría revela que Fadea en 2015 perdió 1.401 millones de pesos; la nueva conducción de la compañía denunciará en la Justicia a los directorios anteriores

CÓRDOBA. - Ya está lista la presentación en la Justicia de la presidenta de la Fábrica Argentina de Aviones Brigadier San Martín (Fadea), Cristina Salzwedel. Pedirá que se investigue, entre otros puntos, cómo la empresa aumentó 1000 % sus pérdidas en dos años. El balance de 2015 cerró con un rojo de 1.401 millones de pesos. "Hubo una conducción politizada con contabilidad opaca", define el informe preliminar de la auditoría realizada por Deloitte a pedido del Ministerio de Defensa.

En el documento, al que accedió LA NACION, consta que la empresa "no fabricó ningún avión en décadas" y que sólo cumplió tareas de mantenimiento de las unidades de la Fuerza Aérea "con resultados irregulares". Aunque la fábrica estuvo virtualmente parada el año pasado pagó 33 millones de pesos por horas extras y 14 millones de pesos por "servicios en comisión".

Tiene 1700 empleados, de los que alrededor de 600 ingresaron desde 2009, cuando la presidenta Cristina Kirchner la reestatizó después de 15 años bajo la concesión de Lockheed Martin, una multinacional de origen norteamericano cuya gestión también fue un fiasco.

En 2013 la conducción de la empresa quedó en manos de La Cámpora; su presidente fue Matías Savoca, ex director de Negocios en Defensa y Seguridad de Fabricaciones Militares. "Descontrol administrativo; contabilidad opaca. Se utilizó a Fadea como fuente de financiación de compras sin ningún beneficio y enormes erogaciones", señala el reporte de Deloitte.

Savoca llegó en reemplazo de Raúl Algarañaz, quien fue desplazado por supuestas "inconsistencias en las cuentas" de la empresa. En diálogo con este diario, él desmintió "absolutamente" que fuera así y apuntó que se hicieron inversiones importantes.

La auditoría entregada ahora a Defensa indica que en su gestión "se anunciaron planes rimbombantes acompañados de contrataciones y compras de forma irregular al punto que el propio directorio lo responsabilizó por el desvío de 300 millones de pesos".

Sobre cómo se llegó a aumentar las pérdidas en 1000 % en un año, Salzwedel ensaya la respuesta: "Para sostener aparato político, militancia. Llegamos para ver lo que nos dejaron; mejor dicho, lo que no nos dejaron", afirmó a LA NACION.

Entre los anuncios que se realizaron durante el kirchnerismo figuran la fabricación de 40 IA63 Pampa III; el 11 de marzo voló el primer avión de la serie 1027 según consta en el informe oficial. También figuran un programa de 180 millones de dólares para modernización del IA-58 Pucará (se hizo en ocho de 18), y un contrato de 85 millones de dólares para modernizar cinco C-130 Hércules.

Con Embraer, Fadea firmó un acuerdo para trabajar en partes del avión militar KC-390; las entregas están demoradas. De la misma manera, nunca se avanzó en el proyecto de avión de la Unasur y en la producción de un helicóptero sobre la base de un prototipo chino (CZ 11).

MEDIDAS TOMADAS

Del reporte preliminar de la auditoría se desprende que hay "gran cantidad de personas sin actividad específica" y "gran desmotivación general"; con los proveedores "no se tiene credibilidad y hay una gran deuda vencida, en especial con los del exterior", y con los clientes "los contratos no fueron cumplidos y los de mantenimiento, se cumplieron fuera de término".

La nueva conducción bloqueó las horas extras, los trabajos en comisión, las nuevas designaciones y los viajes y viáticos. Pusieron en marcha un sistema de jubilación anticipada para mujeres mayores de 55 años y hombres de más de 60 con 30 o más de aportes, con el que esperan ahorrar 134 millones de pesos (equivalente a 192 suscripciones).

Ordenó "corte y devolución" de teléfonos celulares, la baja de todas las tarjetas corporativas asignadas a directores y gerentes, la rescisión de contratos con abogados y con la Universidad de San Martín (para un parque industrial) por un millón de pesos. También recortó fondos fijos (había 11 cajas chicas de 10000 pesos cada una).

Suspendieron todas las órdenes de compra de servicios tercerizados (desde herreros a carpinteros), lo que implicaría un ahorro de unos 4 millones de pesos anuales y la reducción de las gerencias a la mitad.

Mientras "estabilizan financieramente" la fábrica, ejecutarán los contratos vigentes y diseñarán un "plan estratégico" en base al análisis de "viabilidad" de las actuales líneas de producción y servicios.

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