Por Juan Pablo Parrilla - Infobae.com - jparrilla@infobae.com
El ex ministro de Defensa, Agustín Rossi, colocó allí a gente de confianza, entre ellos, su número dos, Jorge Fernández, que se quedó con el rectorado hasta 2020
Crédito: Anabella Reggiani
Sus críticos creen que no tiene razón de ser. Y la definen como un fantasma, un esqueleto sin forma y con mínimas atribuciones. La Universidad de la Defensa Nacional (UNDEF), creada a fines de 2014, es uno de los reductos de la cartera de Defensa en el que el ex ministro de Agustín Rossi colocó gente de confianza, empezando por su número dos. En "radio pasillo" se la considera "una trinchera del kirchnerismo" que no tiene ninguna función importante. Infobae conversó con su rector y sus detractores.
Hasta los años 80, pertenecer a las Fuerzas Armadas y hacer una carrera universitaria tenía mala prensa. Incluso los que se animaban a estudiar eran perseguidos o podían perder ascensos. Se decía que "los civiles contaminan a los militares". Pero en los 90 cambió el paradigma. Y se fundaron los institutos universitarios del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea.
La UNDEF fue creada a fines de 2014 con el fin de englobar en una sola estructura esas casas de estudio. Fue un proyecto de la gestión del ex ministro Arturo Puricelli, que luego impulsó Rossi. La oposición lo interpretó como una iniciativa para centralizar el adoctrinamiento político entre los militares, con el entonces jefe del Ejército, César Milani, a la cabeza. Hubo tanta controversia en el debate legislativo, que fue uno de los pocos que encontró disidencias dentro del kirchnerismo.
La ley 27.015 que creó la UNDEF establecía que el Gobierno tenía que nombrar a un rector organizador para formular el proyecto institucional y el Estatuto provisorio. Esa función recayó en Jorge Fernández, un hombre de máxima confianza de Rossi, con quien compartía el origen en el peronismo de Santa Fe.
En efecto, Fernández era el número dos de Rossi en Defensa, donde ostentaba el cargo de secretario de Estrategia y Asuntos Militares, al que coloquialmente se lo suele simplificar como "viceministro". Había sido ministro de Educación de Santa Fe durante la gobernación de Víctor Reviglio, vicepresidente del PJ provincial e interventor de la localidad de Rafaela. Antes de saltar a la cartera de Defensa era prosecretario del bloque del Frente para la Victoria en la cámara baja, cuyo titular era Rossi. Y aunque tenía tres títulos (abogado, licenciado en ciencia política e historiador), no tenía experiencia en temas castrenses.
Fernández elaboró un estatuto que le daba al rector un mandato de 5 años, un plazo que no es usual. De las universidades nacionales, 31 tienen períodos de 4 años y 8 tienen mandatos de 3 años, 3 son de 6 años y sólo una de un lustro. Fue ratificado en su cargo en octubre de 2015, por lo que su gestión vencerá en octubre de 2020, es decir, con el próximo gobierno en el poder.
A Fernández lo designó como rector el Consejo de Dirección que integraban Rossi y los jefes del Ejército, la Armada, la Marina y el Estado Mayor Conjunto, todos leales al kirchnerismo, incluido Milani. Por eso sus críticos argumentan que se trata de una estructura diseñada por y para Rossi. Tal es así, que la dirige un hombre de confianza del ex ministro y la jefa de prensa fue su vocera. Fernández nombró a ocho personas leales a la causa. Eso sí: la mayoría, con un destacado curriculum vitae.
Foto crédito Anabella Reggiani
"¿Para qué sirve la UNDEF?" es la pregunta que divide las aguas. "Es una estructura absolutamente innecesaria. Si no existiera, no cambiaría nada. Lo creó Rossi para dejar a su gente en el Ministerio", recriminó a Infobae un alto directivo de uno de los institutos que pasó a ser un centro regional de la UNDEF y que pidió no ser identificado.
El rector no se siente cómodo con esa definición. Infobae lo visitó en su despacho, en Maipú 262, en la sede de la Escuela de Defensa Nacional, hoy Facultad de la Defensa. En una charla cordial, expuso su posición. "La UNDEF se creó para acercar el cuartel a la educación superior y mejorar la calidad educativa, sin perder la identidad militar", explicó.
Primera aclaración: los militares pueden ir a las universidades públicas y los civiles pueden estudiar en los institutos militares. En el Instituto Universitario Aeronáutico (IUA), por ejemplo, la mayoría de los alumnos no son uniformados. Incluso son los que lo mantienen con la cuota que pagan. La UNDEF no cambió nada en ese aspecto.
El otro argumento fuerte de Fernández tiene que ver con el valor del diploma. "No es lo mismo tener una licenciatura de un instituto universitario, que de una universidad", planteó.
Los críticos, en cambio, piensan que esa impronta es engañosa y que la trampa está en la sigla: debería ser UDEFN en vez de UNDEF, porque no se trata de una universidad nacional, sino "de la defensa nacional". "La chapa te la da la universidad nacional, no cualquier universidad. Esto es un curro", advirtió el directivo citado.
Infobae quiso saber si Fernández se siente cómodo con la idea de que la UNDEF es una suerte de "barricada de Rossi". Contestó: "Desde el punto de vista político, me enorgullece. Pero decir que estamos acá porque somos gente de Rossi es negar todo el proceso que transitamos y que reunimos las condiciones. Seguimos todos los pasos de las universidades nacionales". Y enumeró: "El proyecto se mandó al Consejo Interuniversitario Nacional, donde fue aprobado por unanimidad por los rectores, que son de distinto signo político. En estatuto fue aprobado sin observaciones por el Ministerio de Educación y el plan institucional fue aprobado por la CONEAU, donde lo evaluó un actual funcionario macrista".
Anabella Reggiani
Lo que llama la atención es que ese proceso haya tardado apenas 8 meses, entre el 11 de febrero y el 21 de octubre de 2015. Unos días después Fernández renunció al cargo más importante que tenía, el de viceministro, para asumir como rector. Para Fernández los plazos no son sugestivos. "Nada de esto lo hicimos el 22 de noviembre, después del ballotage. Si mirás el terreno político, cuando hicimos el estatuto, en mayo, no estaba esa hipótesis (la de la victoria de Mauricio Macri)", replicó.
En el ámbito castrense hay dudas sobe el dinero con el que se maneja la UNDEF. Nadie sabe a ciencia cierta cuánto le queda. Fernández asegura que tiene asignados poco más de 39 millones de pesos, que fueron ratificados por la Secretaría de Hacienda de la Jefatura de Gabinete que conduce el macrista Marcos Peña, pero que el ministro Martínez todavía no le giro ni un centavo.
¿Cómo se costean? "Por ahora trabajamos con fondos del año pasado prorrogados. Y si se acaban seguiremos trabajando ad honorem", precisó Fernández. Aún así, admitió que no cree que haya una intencionalidad política detrás de falta de fondos, aunque la aclaración huele a tregua. Las autoridades de la UNDEF no están en condiciones de pararse a uno de los polos de la grieta. Ni siquiera tienen contacto con las tres fuerzas, que le quitaron la colaboración.
Una de las academias transferidas a la órbita de la UNDEF es el Instituto Universitario Aeronáutico (IUA), rebautizada como Facultad de la Fuerza Aérea, una escuela con varias carreras universitarias que el 4 de diciembre perdió su autonomía, en un breve acto que Rossi encabezó en Córdoba. El trámite fue engorroso, por la gran cantidad de papeles que involucró, como la recategorización de los docentes y la revalidación de los concursos.
Sin embargo, la UNDEF brilla por su ausencia en la IUA, al menos por ahora. Los sueldos de los docentes los paga la Fuerza Aérea o la Asociación de Investigaciones Tecnológicas (AIT), una ONG que lo sostiene. Ni siquiera hay sellos de la UNDEF. Tampoco se mencionará a la universidad en los títulos que se entregarán en el próximo acto de colación en marzo, aunque Fernández asegura que los diplomas que se comenzaron a tramitar este año serán emitidos por la UNDEF.
En el IUA sienten que perdieron la identidad y la oposición es casi unánime entre las autoridades y el claustro docente. "Nosotros teníamos autonomía en las firmas, pero pasamos a ser un centro zonal de la UNDEF que depende de la sede central Buenos Aires. Y como no nombraron al secretario académico, no hay quien firme nada", precisó a Infobae una fuente que vivió la transferencia desde adentro.
El debate
La idea original de Rossi era incorporar los institutos militares a la Universidad Popular de las Madres de Plaza de Mayo, que no tenía estructura y que apenas contaba con una carrera universitaria. Pero el plan que se impuso fue la UNDEF. Siempre se sospechó que el proyecto iba a estar encabezado por Milani, lo que le permitiría seguir vinculado a las Fuerzas Armadas ante un eventual cambio de gobierno.
Dentro del oficialismo, con los diputados Adriana Puiggrós y Jorge Rivas a la cabeza, un sector manifestó sus diferencias. Dijo que la iniciativa violaba la ley de Educación Superior y el espíritu del gobierno de sumir las Fuerzas Armadas al gobierno civil. ¿Qué hicieron? Presentaron un proyecto para crear la Universidad de la Defensa "Presidente Juan Domingo Perón", que iba a depender del Ministerio de Educación. No prosperó.
La oposición en bloque resistió el proyecto. "¿Por qué no van a estudiar a la UBA?", se escuchó. Uno de sus máximos detractores fue el actual ministro Martínez. También la diputada Elisa Carrió, quien denunció que la iniciativa le iba a dar más poder a Milani. Sino, no se explicaba por qué el kirchnerismo iba a entregar a las Fuerzas Armadas la formación de sus miembros. Y en pleno debate, "Lilita" lo graficó con una comparación: "Ustedes están construyendo un (Emilio) Massera", lanzó.
La historia no siguió esa vía. Fernández se quedó con el poder, pero con una batuta cada vez más débil. El poder no fue para Milani, sino para Rossi. Y hay distintas versiones sobre las intenciones de Martínez. El ministro está avanzando sobre algunas áreas en las que el kirchnerismo "metió la mano" y todo indica que en breve habrá novedades sobre la UNDEF.
Fernández sabe que algún trueno se avecina. Por eso lanzó un incómodo desafío. "Nosotros no queremos terminar en un proceso judicial. En todo caso, si no está de acuerdo, el Poder Ejecutivo puede enviar una ley al Congreso, salvo que se anime a un decreto de necesidad y urgencia para suprimir una universidad. Sería el primer acto de este tipo en 30 años de democracia. La última vez fue 'la noche de los bastones largos', disparó. Está claro, no está dispuesto a ceder. Y como mínimo, quiere hacer que el Gobierno pague un costo político.
No tiene razón para existir. Es otro aguantadero político. Señores, desactivenla por favor...
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