(Telam) - Argentina consolida su soberanía en el Atlántico Sur con la modernización de su sistema de búsqueda y rescate. Es a partir de la renovación de tecnologías e infraestructuras destinadas al Servicio de Alerta de Socorro Satelital (SASS), que permiten identificar buques, aviones o personas siniestradas de manera más rápida y precisa.
La iniciativa fue presentada ayer en la sede de la Escuela de Defensa Nacional (Edena) por técnicos y autoridades de la Armada y la Fuerza Aérea Argentina, encargadas de llevarla adelante. La presentación fue acompañada por el ministro de Defensa, Agustín Rossi, junto a funcionarios de su gabinete; el jefe de la Fuerza Aérea, Mario Callejo; el jefe de la Armada, Gastón Erice; y otras autoridades militares.
El país opera desde 2001 estaciones terrenas del sistema internacional de búsqueda satelital Cospas-Sarsat: una en la base que la Fuerza Aérea tiene en la localidad bonaerense de Palomar y la otra en la base de la Armada Argentina en la localidad fueguina de Río Grande.
El proyecto de actualización tecnológica no reemplaza el actual sistema, sino que aspira a que se integren para asegurar y potenciar la capacidad de rastreo Desde esas dos estaciones, Argentina recibe datos de 55 satélites de observación y 23 satélites geoestacionarios del sistema Cospas-Sarsat, que obtienen la señal de cada baliza de emergencia que se enciende en el mundo y retransmiten la información a 31 bases terrenas en distintos países.
A partir de 2009, este sistema comenzó a migrar hacia la red compuesta por los satélites de órbita media dedicados a los sistemas de posicionamiento global de Estados Unidos (GPS), Rusia (Glonass) y la Unión Europea (Galileo).
Esta migración forzó el recambio tecnológico de todas las estaciones terrenas, por lo que en 2011 el Reino Unido se ofreció a instalar las nuevas antenas en las Islas Malvinas y tomar el rol de autoridad de búsqueda y rescate en el Atlántico Sur que ocupa la Argentina.
El gobierno nacional respondió a esta nueva avanzada diplomática del Reino Unido con la presentación de un plan de modernización de sus estaciones terrenas, con el objetivo de integrar la señal de la nueva constelación de radares en sus sistemas de monitoreo y hacer más precisa y veloz la detección de buques, aviones o personas siniestradas.
El proyecto de actualización tecnológica no reemplaza el actual sistema, sino que aspira a que se integren para asegurar y potenciar la capacidad de rastreo. “En 2011 tuvimos un incidente con Gran Bretaña, cuando criticó nuestro actual sistema de búsqueda, y propuso instalar a su cargo y a su costo una base satelital en Malvinas y garantizar desde allí el servicio”, explicó el ministro de Defensa, Agustín Rossi, en diálogo con Télam.
El funcionario recordó que Argentina "reaccionó rápidamente a través del Ministerio de Defensa y la Cancillería para plantear las cosas como tenían que ser y a partir de ahí se hizo una inversión importante para incorporar este equipamiento" que ubica al país entre "los pocos del mundo que lo operan”. “Esto nos va a permitir cumplir con nuestra responsabilidad en búsqueda y rescate con suma eficiencia, que no es otra cosa que salvar vidas. Y además es de destacar el trabajo conjunto en este proyecto de la Fuerza Aérea y la Armada Argentina, que es algo que nuestra gestión impulsa de manera constante”, concluyó el ministro.
Las nuevas antenas satelitales y unidades de procesamiento terminarán de ser instaladas en Palomar y Río Grande durante octubre y comenzarán a funcionar en noviembre, lo que permitirá que en 2016 se integren al servicio. Desde que Argentina se sumó al Cospas-Sarsat, en 2001, el Servicio de Alerta de Socorro Satelital detectó e intervino en 72 misiones de Búsqueda y Rescate, en las que se rescató a 749 personas.
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