Por Martín Dinatale | LA NACION
El ministro Julio De Vido, ayer, en Pekín, donde habló del acuerdo. Foto: Télam
Un manto de dudas entre senadores oficialistas y opositores envolvió en las últimas horas al acuerdo de cooperación que firmó la Argentina con China para instalar en Neuquén una estación de "espacio lejano de exploración a la Luna", que será dirigida por el gobierno chino.
Los detalles del acuerdo que selló Cristina Kirchner en la reciente visita de su par chino, Xi Jinping, se conocieron la semana pasada ya que el Gobierno busca su ratificación parlamentaria inmediata. La premura de la Casa Rosada por avalar esa iniciativa y los ocho artículos que contempla despertaron muchas dudas en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado. Hay motivos de sobra para tanta inquietud: algunos legisladores denunciaron que habrá una cesión de soberanía argentina a China en Neuquén; objetan que se trate de un plan a 50 años que prevé amplias exenciones impositivas para la empresa china Satelite Launch and Tracking Control General; el personal chino que contratarán se regirá bajo las condiciones laborales de Pekín, y el acuerdo prevé la instalación de una "red de telemetría, seguimiento y comando", cuyo alcance real se desconoce, entre otras cosas.
En el Gobierno aducen que el acuerdo implicará una inversión de unos 300 millones de dólares y será beneficioso para Neuquén. Pero la inquietud de los senadores, tanto del oficialismo como de la oposición, resultó ser tan notable que el presidente de la comisión, el kirchnerista Ruperto Godoy, citó para hoy al mediodía al Senado a las autoridades de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) para que expliquen los alcances del acuerdo firmado con China. Es que la Conae podrá acceder a la estación espacial china en al menos un 10% del tiempo disponible para el desarrollo de sus proyectos de investigación.
"En el acuerdo queda claro que la Argentina perderá soberanía con China porque el personal de la planta estará bajo las leyes de ese país y el lugar que ocupe la estación en Neuquén quedará bajo control del gobierno chino", dijo a LA NACION el senador radical Juan Carlos Marino.
A su turno, el senador de UNEN y también miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores Fernando "Pino" Solanas dijo: "Hay muchas preguntas y pocas respuestas sobre algo tan sensible como entregar cientos de hectáreas de una provincia limítrofe con otro Estado, a un tercer Estado -China- por medio siglo para actividades en las que la Argentina se beneficiará de forma ínfima: sólo 2 horas y 40 minutos por día de uso de la antena de los chinos" , dijo.
La oposición también duda si el personal chino será civil o militar, ya que esto no se aclara en el acuerdo. Tampoco se explican los motivos por los que en el artículo 2 del acuerdo se prevé que por 50 años habrá una exención a la empresa satelital china "de todo impuesto y/o derecho aduanero, de los impuestos internos así como de los impuestos nacionales, incluido el IVA".
Los senadores opositores Carlos Reutemann y Rubén Giustiniani también mostraron sus reparos al proyecto y adelantaron que votarán en contra de la iniciativa oficial.
En el oficialismo varios senadores expusieron en reserva sus objeciones y dudas a la iniciativa oficial. El senador kirchnerista de Chubut, Marcelo Guinle sólo se limitó a decir a LA NACION: "Hay que evaluar el tema y por eso pedimos que expongan las autoridades de la Conae, ya que hay muchas dudas que aclarar".
La senadora Lucila Crexell, del Movimiento Popular Neuquino y aliada al gobernador Jorge Sapag, destacó que el acuerdo con China será "muy importante para Neuquén" y remarcó que la NASA firmó un convenio similar con Australia y España. Pero Crexell se mostró interesada en oír a la Conae para despejar las dudas que genera la iniciativa firmada entre Cristina Kirchner y Xi Jinping.
El ministro de Planificación, Julio De Vido, se reunió ayer con el gobierno chino en Pekín para profundizar detalles del acuerdo.
Otro punto polémico del acuerdo que se envió al Congreso bajo la firma del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y del canciller, Héctor Timerman, expresa que "la Argentina no interferirá ni interrumpirá las actividades normales que se lleven a cabo" para instalar la estación espacial de China en Neuquén. Y destaca que el Gobierno "facilitará la tramitación de los permisos de ingreso y/o emisión de visas en las categorías correspondientes" al personal chino. La instalación de una antena satelital en la estación también generó dudas, ya que el acuerdo dice que estará bajo "el seguimiento y comando" del gobierno de China, sin dar más detalles.
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