viernes, 19 de octubre de 2012

Duras críticas del Financial Times a la Presidenta


(Cronista.com) - El diario inglés señala que la Presidenta se mantiene desafiante pese al estancamiento de la economía y el alto índice de la inflación.

Por JUDE WEBBER/ Financial Times
En un país que venera la terapia, más y más argentinos están analizando a su Presidenta.
Vestida de luto aún dos años después de la muerte de su esposo, Cristina Fernández de Kirchner aceleró —tras ganar la reelección con un 54% de los votos— la profundización de un modelo económico que según ella genera inclusión social.

Sin embargo, para ser alguien que antes de asumir en 2007 era considerada una persona abierta y preocupada por fortalecer las instituciones, la presidenta parece cada vez más aislada e ideologizada.

En medio de una gran cantidad de problemas urgentes (la economía se estancó en el segundo trimestre después de crecer 8,9% el año pasado y el Fondo Monetario Internacional amenazó con censurar a Argentina por manipular las cifras de inflación y crecimiento, y tanto la delincuencia como la inflación están en alza) su aprobación registra caídas desde hace cuatro meses consecutivos. Con las elecciones de mitad de período acechando en 2013, languidece con un 24% de apoyo, según una encuesta de Management & Fit.

Ignorando las protestas antigubernamentales, Fernández continúa con sus ataques a las crecientes filas de quienes la critican. “Ella siente que no debe rendir cuentas a las personas que no la apoyan,” señaló Mark Jones, profesor de Rice University en Houston.

Cuando viajó a Estados Unidos para la asamblea general de Naciones Unidas el mes pasado, pronunció combativos discursos en las universidades de Georgetown y Harvard. Esquivó las denuncias de que la inflación real de Argentina más que duplica la tasa oficial de 10%, negó una restricción oficial sobre el dólar, pese a regulaciones que limitan el acceso a una divisa que los argentinos han visto tradicionalmente como un refugio para su tambaleante peso, y atacó a los medios, a los que acusa de distorsionar la realidad.

Fernández, que se reunió con el CEO de ExxonMobil en busca de acaudalados socios para YPF, la compañía petrolera expropiada por el gobierno en mayo, no está teniendo en cuenta que esta percepción sobre su actitud podría desalentar a los inversores.

La impresión que dejó su visita a EE.UU. fue de “desconcierto”, señaló Michael Shifter, presidente de Inter-American Dialogue, un think-tank de Washington. “No convenció a mucha gente de que vale la pena invertir mucho tiempo en forjar relaciones con Argentina”.

La base de poder de Fernández descansa sobre la clase trabajadora y los pobres, y ella se ve a sí misma como dando una importante batalla internacional sobre cómo los países ricos tratan a las naciones emergentes que muestran su poderío económico.

Sin embargo, hay señales de que el descontento se está ampliando más allá de la clase media. Los guardacostas y policías militares realizaron demostraciones sin precedentes la semana pasada en contra de un decreto que provocó recortes salariales. El espectáculo de ver a oficiales de seguridad uniformados en conflicto abierto con el gobierno en momentos en que la creciente delincuencia es una gran preocupación pública fue una vergüenza para el gobierno.

Pero con la oposición desordenada y muchos observadores viendo que poco se interpone en el camino hacia una enmienda constitucional que permita su reelección, mientras evite notorios errores y reactive la economía, Fernández podría lograr postularse nuevamente para otro mandato en 2015.

Si retendrá o no el suficiente apoyo para ganar es otra cuestión. “Se puede seguir manipulando la realidad sólo durante un tiempo,” señaló Diego Ferro, administrador de bonos en Greylock Capital. “Pero la realidad la está alcanzando,” concluyó.

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