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lunes, 7 de mayo de 2012
Se pagará 26% más caro el gas
Por Antonio Rossi - Diario Clarín (anrossi@clarin.com)
Después de que Repsol cancelara un contrato de provisión de GNL, el Gobierno tuvo que reemplazarlo de urgencia. Le compró a otras empresas proveedoras, entre ellas una británica, a un precio superior. La factura creció US$ 80 millones.
El mismo día en que promulgaba la ley expropiatoria de YPF que declaró de “interés público y objetivo prioritario el autoabastecimiento energético”, el Gobierno tuvo que salir de apuro a contratar nuevas importaciones de gas por barco para poder morigerar las restricciones de suministro a las industrias y atender la mayor demanda residencial prevista para el período invernal.
Las nuevas compras de GNL (gas natural licuado) que cerró el viernes la empresa estatal ENARSA son para tapar parte los agujeros que dejó la decisión de Repsol de cancelar las entregas que se había adjudicado a fines de 2011 y completar los huecos del invierno que estaban pendientes de las anteriores licitaciones que fueron declaradas desiertas.
Por las seis cargas de GNL que fueron adjudicadas para los barcos regasificadores de Bahía Blanca y Escobar, el Gobierno debió pagar casi un 26% más que el precio que estaba pactado con Repsol por los 10 cargamentos que iba a proveer durante este año y que tras la estatización de la mayoría accionaria de YPF la petrolera española resolvió dar de baja.
Frente a los US$ 13,50 por millón de BTU que se había acordado con Repsol, ahora el nuevo precio que aceptaron pagar las autoridades de ENARSA alcanza un promedio de US$ 17 por millón de BTU. En total, las seis cargas en juego implicarán para el Estado un desembolso de US$ 306 millones (US$ 80 millones más que el contrato original) que agravarán el déficit comercial energético, que apunta a US$ 6.000 millones. Para esta compra contra reloj, la energética estatal le pidió cotizaciones a seis proveedores: Gas Natural, Petrobras, ENI, Excelerate, British Petroleum (BP) y Morgan Stanley.
Tras evaluar las 12 ofertas que se presentaron para cubrir las 9 cargas en juego del período mayo-agosto, los funcionarios resolvieron adjudicar los siguientes suministros: El grupo italiano ENI se quedó con la provisión de tres barcos en julio y agosto para la terminal de Bahía Blanca a un precio de US$ 17 por millón de BTU.
En segundo lugar – y demostrando una vez más que los negocios van por un lado y las tensiones diplomáticas por el conflicto de las Islas Malvinas por otro –, la petrolera inglesa BP se llevó otras dos cargas para el puerto bahiense con precios que oscilan entre los US$ 17,10 y US$ 17,70 por millón de BTU.
Por último, la brasileña Petrobras logró quedarse con un cargamento para el regasificador de Escobar a un precio de US$ 16,40 por millón de BTU.
Hay dos ofertas que quedaron en suspenso y a la espera de una mejora de precio. Son las que presentaron Excelerate y Morgan Stanley para Bahía Blanca por valores que oscilan entre los US$ 18,40 y US$ 18,50 por millón de BTU. Si no se alinean en torno de los US$ 17 por millón de BTU, ambas serían rechazadas.
El nuevo valor del GNL que tiene que pagar el Gobierno ha vuelto a poner sobre el tapete los serios problemas estructurales y las marcadas distorsiones de precios que existen en el sector por el fracaso de la política energética que ha venido desplegando la administración kirchnerista. El precio reconocido a los proveedores externos de GNL es más de cinco veces superior a la remuneración promedio de US$ 3 por millón de BTU que reciben los productores locales.
Comparado con el gas natural que se importa de Bolivia (US$ 12 por millón de BTU), el GNL resulta un 41% más caro. Pero si no existiera esta opción de gas por barco, el país estaría obligado a cubrir ese bache con más compras externas de gasoil, que es principal combustible líquido alternativo al GNL. En este caso, el problema económico sería mucho más crítico para las cuentas públicas. El gasoil tiene un precio internacional promedio que es casi 50% más elevado que el valor equivalente de GNL en unidades de BTUP.
Más allá de los precios, lo que esta claro es que las importaciones de GNL treparon en sólo 5 años de 8 a 81 cargas anuales y ya representan más del 20% de la demanda interna anual.
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