miércoles, 29 de junio de 2011

Brasil, más cerca de las potencias que de la región

Por Alberto Armendariz para LA NACION
Durante todo el proceso para elegir al nuevo director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Brasil hizo hincapié en la necesidad de aumentar el peso de las economías emergentes, como la suya. Sin embargo, al momento de votar, se distanció de la mayoría de los países latinoamericanos y respaldó a la francesa Christine Lagarde en vez de la candidatura más regional que representaba Agustín Carstens.

En la decisión de Dilma Rousseff pesó mucho la postura compartida por los otros países del grupo BRIC (Brasil, Rusia, la India y China) y la necesidad de Brasil de resaltar que hoy ya es todo un "jugador global" que no piensa sólo en términos de lo que le interesa a América latina. "Queremos el compromiso de que el director del FMI no sea necesariamente un candidato europeo, para que podamos ampliar cada vez más la representatividad del Fondo y para que trabaje en sintonía con el G-20", resaltó el ministro de Economía de Brasil, Guido Mantega.

La puja entre la ministra de Economía francesa y el presidente del Banco Central de México puso a Brasil en una disyuntiva: deseaba dejar en claro que quiere terminar con la tradición de que un europeo encabece el Fondo, pero también quería que la nueva jefatura avanzase en el proceso de cambios que comenzó en el FMI tras la crisis global de 2008, y Lagarde parece dar más garantías de que seguirá los pasos del desafortunado Dominique Strauss-Kahn.

"Brasil busca expandir su actuación internacional, diferenciarse como actor global y no sólo como interlocutor de América latina. Y para eso es importante que se muestre al lado de los grandes jugadores mundiales", señaló a La Nacion Alberto Pfeifer, del Grupo de Análisis de Coyunturas Internacionales de la Universidad de San Pablo. Pese a que tanto México como Brasil aspiran a ocupar un asiento permanente en el Consejo de Seguridad, y en el pasado han disputado el liderazgo latinoamericano, los analistas rechazan la idea de que el voto de Brasil haya estado motivado por esta rivalidad.

"Nunca existió esa competencia. México ha limitado su área de influencia a América Central y el Caribe, mientras que Brasil se ha fortalecido en América del Sur. Lamentablemente, América latina no tiene una personalidad única y se mueve a velocidades diferentes", dijo José Botafogo, presidente del Centro Brasileño de Relaciones Internacionales.

2 comentarios:

  1. Dilma Rousseff hizo bien. Teniendo en cuenta el desastre económico y fiscal (fue secretario de hacienda del presidente anterior) que tenemos que enfrentar los mexicanos ni nosotros mismos habríamos apoyado a carstens.

    Lo malo de su derrota es que seguirá cobrando su sueldo de nuestros impuestos.

    Ramón Góngora

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  2. En este caso, creo que brazil hizo lo mejor, Soy de México y Agustin Carstens hubiera sido el peor modelo economico para latinoamerica, es lo peor del neoliberalismo

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