El analista económico elogió la recuperación argentina en su editorial para describir los desafíos de 2011. Destacó el crecimiento "extraordinariamente rápido" del PBI tras la reestructuración de la deuda y la devaluación del peso. "Ésta es mi esperanza para el nuevo año: que dejemos de prestar atención a los supuestos magos financieros que nos metieron en este embrollo", remarcó
El analista financiero y premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz elogió la recuperación de la Argentina tras la crisis del 2001 y se refirió al país como un ejemplo para las principales potencias que hoy enfrentan difíciles escenarios. En una editorial que elaboró para describir los desafíos de la economía mundial en 2011, Stiglitz recordó que "para Europa y los Estados Unidos, el de 2010 fue un año de decepción".
Al respecto, explicó que muchos países aún no pudieron superar los coletazos de la crisis financiera que se disparó en 2008 con la quiebra del banco norteamericano Lehman Brothers. "En 2009, dimos un paso atrás al borde de la depresión y 2010 había de ser el año de transición: cuando la economía volviera a ponerse en pie, se podría disminuir suavemente el gasto en estímulo", analizó, según publicó el sitio Project-syndicate.org.
Advirtió que fueron "erróneas" las medidas que se aplicaron en los EEUU y Europa para revertir la debacle. Lamentó la decisión de "pedir austeridad al sector público" y vaticinó que "la consecuencia será, casi con toda seguridad, una recuperación más lenta e incluso una mayor demora antes de que el desempleo baje hasta niveles aceptables". Por el contrario, consideró que será clave la reestructuración de las deudas y por ello elogió las políticas que se aplicaron en la Argentina: "Sabemos por experiencia, no se acaba la vida después de la reestructuración de la deuda. Nadie desearía a cualquier otro país el trauma por el que pasó la Argentina en 1999-2002, pero este país también padeció en los años anteriores a la crisis –años de rescates por parte del FMI y de austeridad– a consecuencia de un enorme desempleo y tasas de pobreza y crecimiento bajo o negativo".
Elogió el "extraordinariamente rápido" crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) argentino (que recordó fue de 9%, en promedio entre 2003 y 2007) desde la reestructuración de la deuda y la devaluación del peso. "Asimismo, la tasa de pobreza de la Argentina se ha reducido en unas tres cuartas partes en relación con el momento peor de su crisis y este país capeó la crisis financiera mundial mucho mejor que los EE.UU.: el desempleo es elevado, pero, aun así, no supera el 8 por ciento. Sólo podríamos conjeturar lo que habría ocurrido, si no hubiera aplazado el día del juicio final durante tanto tiempo... o si hubiese intentado retrasarlo aún más", agregó.
Por último, enfatizó que esa es su "esperanza" para el 2011, "que dejemos de prestar atención a los supuestos magos financieros que nos metieron en este embrollo –y que ahora piden austeridad y una reestructuración retardada– y empecemos a usar un poco el sentido común. Si tiene que haber sufrimiento, el mayor deben arrostrarlo los responsables de la crisis y quienes más se beneficiaron de la burbuja que la precedió".
Fuente: Infobae.com
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