Por Mariano Roca
Las compañías automotrices están trabajando con miras a la era post-petróleo. Por eso están lanzando al mercado sus primeros modelos de vehículos híbridos y en un futuro cercano será el turno de los autos completamente eléctricos. En este escenario, Bolivia posee la mayor reserva mundial de litio, un insumo que será indispensable para la industria en los próximos años. Dialogamos con el analista Juan Carlos Zuleta, un especialista en la materia.
El agotamiento de las reservas de petróleo no es un escenario de ciencia ficción y las principales corporaciones del sector automotriz lo saben. Frente a este inquietante escenario, están desarrollando avances tecnológicos que ya permitieron el lanzamiento de modelos de vehículos que utilizan la energía eléctrica como fuente. Por ahora se trata de los denominados “híbridos”, que combinan un motor de combustión interna tradicional con otro eléctrico, pero asoman en el horizonte los autos completamente eléctricos. Para su funcionamiento, se utilizan baterías que permiten almacenar energía. Es allí donde entra en juego el carbonato de litio, un compuesto químico que hoy es conocido en la industria farmacéutica, de la cerámica, del vidrio y de la electrónica. Como veremos, su uso se potenciará cuando comiencen a fabricarse los mencionados automóviles eléctricos, alimentados por baterías de ión litio.
Las compañías automotrices están trabajando con miras a la era post-petróleo. Por eso están lanzando al mercado sus primeros modelos de vehículos híbridos y en un futuro cercano será el turno de los autos completamente eléctricos. En este escenario, Bolivia posee la mayor reserva mundial de litio, un insumo que será indispensable para la industria en los próximos años. Dialogamos con el analista Juan Carlos Zuleta, un especialista en la materia.
El agotamiento de las reservas de petróleo no es un escenario de ciencia ficción y las principales corporaciones del sector automotriz lo saben. Frente a este inquietante escenario, están desarrollando avances tecnológicos que ya permitieron el lanzamiento de modelos de vehículos que utilizan la energía eléctrica como fuente. Por ahora se trata de los denominados “híbridos”, que combinan un motor de combustión interna tradicional con otro eléctrico, pero asoman en el horizonte los autos completamente eléctricos. Para su funcionamiento, se utilizan baterías que permiten almacenar energía. Es allí donde entra en juego el carbonato de litio, un compuesto químico que hoy es conocido en la industria farmacéutica, de la cerámica, del vidrio y de la electrónica. Como veremos, su uso se potenciará cuando comiencen a fabricarse los mencionados automóviles eléctricos, alimentados por baterías de ión litio.
De acuerdo con datos del Servicio Geológico de EEUU, el 31 de diciembre de 2008 las reservas mundiales de contenido metálico de litio alcanzan los 11,4 millones de toneladas métricas, de las cuales el 47,26% se encuentra en el Salar de Uyuni, en Bolivia; el 26,25% en Chile y el resto se reparte entre China (9,63%), Brasil (7,96%), EEUU (3,59%), Canadá (3,15%), Australia (1,93%) y Zimbabwe (0,24%). La demanda mundial de carbonato de litio equivalente en 2008, según información proporcionada por la Sociedad Química de Minerales (SQM) de Chile, fue de aproximadamente 115.000 toneladas métricas (TM), que corresponden a 22.000 TM de contenido metálico de litio. La SQM señala que la demanda habría experimentado un crecimiento de entre el 5 y el 7% anual entre 2004 y 2008 y, durante ese mismo lapso, la demanda de litio para baterías habría aumentado entre el 20 y el 22% cada año.
Para entender mejor estos números, consultamos la opinión de Juan Carlos Zuleta, uno de los mayores expertos internacionales en el funcionamiento de la economía del litio. Este analista boliviano posee una Maestría en Economía Agrícola y Aplicada por la Universidad de Minnesota y un Doctorado en Economía por la New School for Social Research de Nueva York. Acaba de participar, en enero de este año, como expositor en la Primera Conferencia sobre Oferta y Mercados de Litio que tuvo lugar en Santiago de Chile.
-¿Cómo funcionan las baterías de ión litio y cuáles son sus ventajas?
-Constituyen dispositivos o sistemas de almacenamiento de energía eléctrica que emplean como electrolito -medio conductor- el carbonato de litio. Éste proporciona los iones necesarios para la reacción electroquímica reversible que se produce entre el cátodo (electrodo positivo) y el ánodo (electrodo negativo). Estas baterías son populares porque poseen ventajas respecto de otras, como ser la ligereza de sus componentes, la capacidad energética elevada, la resistencia a la descarga y la capacidad para operar con un gran número de ciclos de regeneración. Esto ha permitido el diseño de acumuladores livianos, de pequeño tamaño y variadas formas, con un alto rendimiento, especialmente en la industria electrónica de gran consumo. A diferencia de los combustibles tradicionales o de los biocombustibles, las baterías de ión litio no necesitan quemarse para generar energía y el litio usado puede reciclarse. Entonces, si la energía eléctrica almacenada por estas baterías es obtenida sin generar efectos ambientales significativos -a través del sol o el viento, por ejemplo-, el resultado final de la utilización de estos dispositivos podría ser una emisión de gases muy cercana a cero.
-¿Cuál será la evolución de la demanda futura de carbonato de litio a partir del desarrollo de los autos eléctricos?
-Se han realizado muchas predicciones basadas en diferentes supuestos, entre las cuales destaca la sugerida por Eichi Maeyama -jefe de la Mitsubishi en Bolivia- quien, en declaraciones a la BBC de Londres en noviembre del año pasado, habría señalado que la demanda actual se multiplicaría por cinco en los próximos años. Sin embargo, a mi juicio, resulta aún prematuro aventurar cifras porque la carrera hacia la propulsión eléctrica recién empezará cuando la General Motors lance al mercado el próximo año los primeros autos eléctricos de rango extendido, esto es, vehículos eléctricos activados por una batería de ión litio que utilizan un generador a gasolina para proveerse de energía más allá del rango de autonomía en el modo eléctrico obtenido con la batería. Recién entonces se podrán hacer los pronósticos necesarios. Estimo que en los dos siguientes años se tendrá una idea más clara al respecto.
-Se han realizado muchas predicciones basadas en diferentes supuestos, entre las cuales destaca la sugerida por Eichi Maeyama -jefe de la Mitsubishi en Bolivia- quien, en declaraciones a la BBC de Londres en noviembre del año pasado, habría señalado que la demanda actual se multiplicaría por cinco en los próximos años. Sin embargo, a mi juicio, resulta aún prematuro aventurar cifras porque la carrera hacia la propulsión eléctrica recién empezará cuando la General Motors lance al mercado el próximo año los primeros autos eléctricos de rango extendido, esto es, vehículos eléctricos activados por una batería de ión litio que utilizan un generador a gasolina para proveerse de energía más allá del rango de autonomía en el modo eléctrico obtenido con la batería. Recién entonces se podrán hacer los pronósticos necesarios. Estimo que en los dos siguientes años se tendrá una idea más clara al respecto.
-¿Cuál es el grado de desarrollo de esta tecnología en el mundo?
-En 2008 las principales empresas productoras japonesas -Hitachi, Panasonic y NEC- anunciaron inversiones millonarias para el lanzamiento al mercado de estos sistemas de almacenaje de energía para modelos de autos híbridos de la General Motors (GM) y completamente eléctricos de la Nissan. GM hoy depende tanto de Hitachi como de la coreana LG Chem, pero ha anunciado que muy pronto establecerá un propio complejo productivo de baterías de ión litio en EEUU, a lo que se añade la decisión de 14 compañías estadounidenses productoras de baterías de conformar un consorcio empresarial estratégico para este tipo de desarrollo. Por su parte, China ha sorprendido un mes atrás con el lanzamiento de los primeros autos eléctricos de rango extendido a cargo de la compañía Buying Your Dream (BYD) con baterías de fosfato de hierro-litio. Entre tanto, la alemana Volkswagen y la japonesa Toshiba acaban de firmar un contrato para avanzar juntos en el desarrollo conjunto de baterías de ión litio para la nueva generación de vehículos eléctricos, al tiempo que la francesa Bolloré ha venido desarrollando una nueva tecnología que utiliza el litio metálico como uno de sus insumos y que podría activar el auto eléctrico que está por lanzar junto a la italiana Pininfarina.
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