Hacia finales de 2006, Rusia anunciará cambios en la composición de sus fuerzas nucleares estratégicas, reveló en declaraciones a la prensa el director y jefe de diseños del Instituto de Termotecnia de Moscú, Yuri Solomonov.
Pero no explicó en qué consistirían esos cambios, que afectarían la composición de los sistemas de misiles balísticos con base en tierra ("Topol-M") y en mar ("Bulava-30") diseñados por su instituto. Sólo señaló que para 2011, cuando caduque el Tratado ruso-norteamericano de reducción de armamentos ofensivos estratégicos, Moscú tendrá al menos 2.000 cabezas nucleares. En virtud de ese convenio, las partes se habían comprometido a reducir sus armamentos nucleares a 1.700 ó 2.220 cabezas de combate hacia el 31 de diciembre de 2012.
Solomonov hizo los comentarios cuando se le preguntó de qué manera Moscú conservaría el potencial refrendado en el Tratado. El problema es que Rusia retira cada año del servicio operacional una notable cantidad de misiles "Voevoda" (SS-18 "Satán", según clasificación de la OTAN) dotados con diez ojivas de reentrada múltiple y de guiado individual, así como misiles con seis ojivas de reentrada múltiple y de guiado individual llamados popularmente "Sotka" (SS-19 "Stiletto"). Agotada su vida útil, son reemplazados por misiles "Topol-M" (SS-27) equipados con ojivas ordinarias.
"Por ahora no puedo ofrecer más detalles porque son datos confidenciales concernientes a compromisos bilaterales –apuntó Solomonov–. Pero en los dos próximos meses notificaremos a Washington sobre la nueva composición de nuestras fuerzas nucleares estratégicas y hacia el fin de año ya publicaremos toda la información al respecto".
Expertos en temas militares que escriben sobre armamento nuclear estratégico piensan haber entendido bien las palabras del director del Instituto de Termotecnia. O sea, que Washington sería notificado sobre la modificación del número de ojivas instaladas en los misiles "Topol-M" y "Bulava-30". Solomonov ya había afirmado en reiteradas ocasiones que "Topol-M" era capaz de portar al menos tres ojivas, y no una. Lo mismo se refiere a "Bulava". No hace mucho la prensa comentó que Moscú había declarado oficialmente –en el marco del cumplimiento del Memorándum del Tratado START I, que caduca en 2009– que el misil "Bulava-30" podía portar seis ojivas nucleares. No se descarta que ahora ese número podría ser aumentado hasta 10 ojivas de reentrada múltiple y de guiado individual.
Solomonov, además, ha comentado que en 2008 sería puesto en servicio operacional el primer regimiento móvil "Topol-M" con base en tierra, y también, que los ensayos de vuelo de "Bulava" continuarían tres años más y que el primer submarino dotado con esa arma, "Yuri Dolgorukiy" (proyecto 955 "Borei"), integraría la Armada Rusa hacia finales de 2008. Por último, afirmó que cualquier país necesitaría 15 ó 20 años si se proponía crear misiles intercontinentales semejantes a "Topol-M" o "Bulava-30" capaces de burlar sofisticados sistemas de defensa antimisil.
Fuente: por Víctor Litovkin de RIA Novosti