domingo, 20 de julio de 2008

El manejo del pasto, clave en el éxito ganadero

La Argentina tiene una superficie agrícola que viene creciendo año tras año. Y esa superficie, en una parte importante, se la "quitó" a la ganadería. No en su totalidad, la agricultura ocupó también tierras nuevas. Pero, de cualquier manera, "hubo mucho pasaje de tierra ganadera a tierra agrícola, y esto ha hecho que se arrinconara la hacienda en menor superficie", aseguró Fernando Canosa, coordinador de Ganadería de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea).

Dijo el especialista: "Si nosotros decimos que la Argentina es una gran estancia, esa gran estancia ha tenido una redistribución de potreros. Los potreros de pasturas de alfalfas que se utilizaban para hacer invernada pasaron a ser agrícolas. Y potreros que eran bajos, lomas y demás han pasado a ser zona de cría, y nos encontramos con una menor superficie ganadera".

Lo curioso -agregó- es que en esa menor superficie el stock ha venido aumentando desde 2001 hasta el año pasado, momento en que se detuvo, y aparentemente podría estar bajando, pero todavía no existen cifras finales.
Para Canosa, de 2001 a 2005, la producción nacional aumentó un 27 por ciento. "Lo que yo planteo es que si bien tenemos la ganadería arrinconada en menor superficie, hemos aumentado el stock desde fines de la década pasada hasta ahora y hemos aumentado la productividad. Y este aumento de productividad y el arrinconamiento se ha hecho en función de que ha habido una incorporación importante de tecnología en el ambiente ganadero, que ha estado dada por fertilizantes, por variedades forrajeras, por mejor uso del pasto y por algo muy importante que es la complementación con grano de maíz y cualquier subproducto agrícola que ha ayudado a llevar adelante este arrinconamiento de la hacienda".

Ahora, según Canosa, para que esto pueda tener sustentabilidad en el tiempo, es necesario buscar la forma de producir más pasto en todos aquellos lugares donde está distribuida la hacienda. Y en este aspecto, si bien algo se está logrando, resta mucho por hacer.
"Esto comprende todo lo que pueden ser las zonas de bajos, con lo que implica el mejoramiento de plantas forrajeras cultivadas; las zonas de lomas o lo que implica el subtrópico con la incorporación de variedades forrajeras.

Además, estoy pensando en las zonas semiáridas (oeste de La Pampa, sudoeste de San Luis y sur de Mendoza) con mayor incorporación de pasto llorón; en el NOA con más introducción de gatton panic , o incorporación de setarias y bractiarias en el NEA", agregó. "Entonces, en todos estos lugares hay posibilidades de crecimiento en las zonas ganaderas a través de un cambio importante de la base forrajera", sostuvo Canosa.

Dijo el técnico de Aacrea, respecto de la mayor incorporación de especies cultivadas que reemplacen a las existentes en campos naturales degradados: "Ayuda a que podamos tener más hacienda en todos estos lugares y, por otro lado, hay que tener muy en cuenta todo lo que hace al manejo del pasto".

En este aspecto, destacó algo sumamente importante: todo lo que se refiere al uso de las imágenes satelitales para mejorar el uso del pasto. Está dando vuelta un satélite permanentemente que capta la energía que emite el pasto cuando crece; a través de esto se puede saber no solamente lo que está produciendo el pasto hoy, sino los 8, 9, o 10 o 12 años que hay para atrás de medición de imágenes satelitales; esto indica que hay alguien que ha estado midiendo, en los últimos años, la producción de pasto directamente a través del índice verde.

Para Canosa, de esta manera se puede hacer una proyección de producción de pasto hacia adelante, porque esto se correlaciona con temperaturas, con humedad y otros aspectos, y así se podría estar haciendo hoy lo que se llama una ganadería de precisión, sobre la base de un uso mas intensivo de lo que son estas herramientas de sensores remotos o de satélites. "Hay productores de punta que las están utilizando y que sin ninguna duda apuntan a mejorar el uso del pasto. Con este tipo de herramientas, lo que uno puede a través del satélite que está siguiendo la productividad del pasto, lograr un salto tecnológico importante", reflexionó Canosa.

Para el especialista, están claros el aumento de productividad de carne que ha habido y el arrinconamiento de la hacienda. "Pero lo que debe estar claro también es que estamos en una situación de equilibrio inestable, en la que es fundamental trabajar rápido, en forma homogénea y en diferentes zonas del país en mejorar la cantidad y el acondicionamiento del pasto que hay, porque ahí tenemos un cuello de botella importante".
"Hay que focalizar y trabajar en todo lo que es la producción y el uso del pasto, porque ahí está el cuello de botella y la sustentabilidad de los sistemas ganaderos del futuro", enfatizó Canosa.

Fuente: Héctor Müller del Diario LA NACION

La importancia de conocer las especies
El especialista de Aacrea, Fernando Canosa, sostuvo que lo primero que hay que saber es con qué especies se cuenta, en qué momento crecen, cómo se desarrollan fisiológicamente, por dónde acumulan sus reservas, para ver cuándo es necesario realizar los descansos.

Además, es importante saber cómo va a ir variando la calidad de esa planta en el transcurso del tiempo, "porque si yo estoy manejando un agropiro, por ejemplo, tengo que tratar de hacer los pastoreos de tal manera que no entre en períodos de semillazón o encañazón rápidamente porque baja su calidad".

Después es necesario estimar cuál es el grado de productividad que tiene ese forraje, para, en función de ello, poner en el campo la hacienda necesaria que consuma ese pasto en el tiempo adecuado. Así se tendrá, en definitiva, una buena respuesta animal. "De nada me sirve tener una buena pastura si después la hacienda no engorda o la vaca no pare terneros".
Agregó que el desafío que se presenta es el de producir cada vez más carne en menor superficie y que ello es posible teniendo más pasto y mejorando su uso, "porque está muy lejos el techo productivo desde el punto de vista pastoril. La Argentina podría producir mucho más pasto en la misma superficie y ello implica poder mejorar los índices de preñez y significa, por consiguiente, poder tener más vacas". Según Canosa, "estamos lejos del techo. Algunos países, como los Estados Unidos y Australia, ya les han dado todas las vueltas de rosca que pueden, pero la Argentina todavía no lo ha hecho. Nosotros tenemos todavía una posibilidad cierta de crecimiento en ganadería que es muchísima, pero es a través del pasto", finalizó Canosa.

Fuente: Diario La Nación