martes, 1 de abril de 2008

Bomba Termobárica

La bomba termobárica desencadena una pared de fuego que absorbe oxígeno. La bomba termobárica es una de las armas más temibles del arsenal norteamericano y ruso porque al estallar pone en movimiento un vertiginoso muro de fuego que absorbe el oxígeno de refugios subterráneos e incinera todo lo que encuentra a su paso.
Los militares norteamericanos usaron por primera vez la bomba termobárica BLU-118S en Afganistán para limpiar las cuevas laberínticas utilizadas por la red terrorista Al Qaida en las montañas cerca de Gardez.

Las bombas contienen dos cargas explosivas que activan químicos inflamables. "Funciona como la combinación de una onda expansiva y una explosión de combustible", explicó un portavoz militar de Estados Unidos. "La primera explosión desparrama un aerosol inflamable dentro del complejo subterráneo. La segunda detonación inflama el combustible", agregó.

"Cuando la onda de choque de una bomba normal encuentra una pared, se detiene, pero en el caso de la BLU-118, la onda dobla la esquina", explicó el experto. Una versión anterior de la bomba termobárica, mucho más rudimentaria, fue usada en Vietnam por Estados Unidos y en Chechenia por Rusia.

Con un nombre derivado de las palabras griegas que significan “calor” y “presión”, estas bombas combinan el poder de ambas fuerzas, ampliando enormemente su potencial para destruir los objetivos más inaccesibles.

Una bomba termobárica de alto impulso (HIT), también conocida como bomba de fuel, bomba de combustible, explosivo aire-combustible (FAE o FAX), arma de "calor y presión" o bomba de vacío, consiste en un contenedor de un líquido volátil que en algunos modelos está mezclado con un explosivo finamente pulverizado y (normalmente) dos cargas explosivas separadas.

Después de que el ingenio es lanzado desde una aeronave o se dispara, la primera carga explosiva (u otro mecanismo de dispersión) revienta el contenedor a una altura específica y produce la dispersión del combustible en una nube que se mezcla con el oxígeno de la atmósfera. Una vez que el combustible (fuel) ya se ha mezclado lo suficiente, se detona la segunda carga que propagará la explosión (onda explosiva) por toda la nube de combustible. Así pues, se diferencia de los explosivos convencionales en el hecho de que usa como oxidante de la reacción explosiva al propio oxígeno del aire, en vez de cargarlo en el propio artefacto explosivo.

El resultado es una bola de fuego intensamente concentrada, combinada con el devastador efecto de la sobre-presión de la ráfaga. Las bombas termobáricas son armas ideales que, al concentrar grandes cantidades de calor y presión en un espacio reducido, resultan útiles tanto para limitar el daño colateral como para alcanzar objetivos ubicados en profundidades subterráneas.

La explosión destruye equipo y edificios reforzados; mata y daña a los efectivos adjuntos. El efecto antipersona de la onda explosiva es más serio en refugios cavados en el suelo, sobre efectivos con algún tipo de armadura o protección corporal y en espacios cerrados "rígidos", como cuevas, edificios y búnkeres.

La sobrepresión ejercida en el interior de la explosión puede alcanzar los tres mega pascales (3 MPa) (430 PSI) y la temperatura puede oscilar entre los 2500ºC y los 3000ºC. Fuera de la nube, la onda explosiva viaja a más de 3 km/s. Esta onda, al pasar, deja tras de sí el vacío. Este vacío es capaz de arrancar objetos que no estén sujetos. Sin embargo, como efecto más serio, el vacío arrastra el combustible no explosionado pero aún en combustión, causando una penetración del mismo en todos los objetos no herméticos dentro del radio de la explosión y produciendo su incineración. Pueden presentarse daños internos y asfixia en los efectivos que hayan quedado fuera de la zona de mayor efecto de la explosión; por ejemplo, en galerías o túneles profundos, a consecuencia de la onda explosiva, el calor y la subsiguiente extracción del aire debida al vacío.

Los efectos producidos por explosivos aire-combustible (alta presión prolongada en el tiempo e impulso de calor) a menudo se asemejan a los de un arma nuclear de baja intensidad, pero sin los efectos colaterales causados por la radiación ionizante, como en la reciente bomba lanzada por Rusia .

Fuente: Discovery Channel (Webpage), Diario Clarín y Wikipedia