El general de Brigada Agustín Cejas remarcó que el cambio de imagen de las Fuerzas Armadas “depende en gran medida de nosotros”
Agustín Humberto Cejas - Jefe del Estado Mayor General del Ejército
El jefe del Ejército, General de Brigada Agustín Humberto Cejas, expresó ayer que romper el estereotipo del militar que la Argentina arrastra de la época de la dictadura “es una obligación nuestra. Nosotros debemos mostrar cuáles son nuestras aspiraciones y qué es lo que podemos hacer por la sociedad”. No sólo esto. Cejas cree que la lucha contra la pandemia del COVID-19 puede ser “una oportunidad” que tiene hoy el Ejército y los militares para “abrirse a la sociedad y mostrar cómo se puede servir para que haya una revalorización de los militares por parte de la sociedad en general”.
Hoy se cumplen 210 años del Ejército Argentino y está claro que a Cejas le gustaría festejarlo de otro modo, sin pandemia mediante y en otra situación del país. Por esto no dudó un segundo en expresar sin vueltas: “Es lamentable que tengamos que vivir circunstancias extremas o negativas como estas (por la pandemia) para que se generen espacios donde se advierte la importancia de la capacidad del Ejército para proporcionar apoyo a la sociedad”.
Cejas asumió en febrero pasado la conducción del Ejército y está abiertamente alineado a la conducción del ministro de Defensa, Agustín Rossi. En diálogo con Infobae el jefe del Ejército no ocultó este alineamiento cuando deslizó una velada crítica al gobierno de Mauricio Macri. “No hay bases para sustentar que en la administración anterior haya habido una aproximación con las Fuerzas Armadas que se haya materializado con la asignación de recursos”.
Con larga trayectoria en el ámbito académico, Cejas fue formado en el Colegio Militar de la Nación como Subteniente de Artillería en 1984. Ocupó cargos relevantes en la Escuela de Artillería del Ejército, el Colegio Militar de la Nación y la Dirección General de Educación del Ejército. También tuvo una formación en el Ejército de Estados Unidos y en la OTAN. Además posee varias especializaciones de combate entre las que se cuentan el ser paracaidista militar y especialista en asalto aéreo.
Cejas recibió a Infobae en el tercer piso del Ministerio de Defensa, en un amplio salón desde donde graficó que en materia de defensa “la Argentina hoy no tiene todas las capacidades que tiene que tener”, aunque aclaró que “vemos que existen posibilidades de desarrollar proyectos que hacen al fortalecimiento de las Fuerzas Armadas”.
-¿Cómo está preparado hoy el Ejercito frente a la panademia de COVID-19 y qué reflexión hace en el día del Ejército Argentino frente a esta situación que se vive en el país y en el mundo?
-Este es el día quizás más importante para el Ejército porque podemos reflexionar de su historia porque vamos a cumplir 210 años y nuestro lema es que el Ejército nació con la Patria en 1810. Esta conmemoración en el contexto de la pandemia realza aun más la importancia que tiene el Ejército como un instrumento al servicio del Estado con muchas capacidades y fundamentalmente está constituido por personal motivado para llevar adelante estas cuestiones. Así que para nosotros el festejo es importante y empatizamos con lo que les pasa los conciudadanos, a nivel local y en las provincias que no nos es ajeno. Estamos consustanciados con las tareas que hacemos.
- ¿Cómo los recibe la gente en las recorridas y los operativos de ayuda en los barrios vulnerables que hoy está haciendo el Ejército?
- La gente nos recibe muy bien y para nosotros no es una sorpresa. Sabemos lo que la gente piensa y siente del Ejército y de nuestras Fuerzas Armadas. En el momento de necesidad la gente está mucho más sensibilizada y cuando llega la ayuda, que es neutral y desinteresada, la gente nos recibe muy bien. Pero reitero que esto no es una sorpresa sino una ratificación de una sensación que existe en el pueblo por su Ejército. Esto no se da sólo en esta campaña. También estamos desarrollando un trabajo que consiste en la distribución de agua en Salta en una zona donde viven pueblos originarios, de los wichis. Y cuando tuve la oportunidad de acompañar allí a un grupo de soldados encontré dos particularidades que emergen de este nivel de compromiso que tiene esta gente y como nos reciben. Me encontré que a través del juego los soldados enseñaban a lavarse las manos para este tipo de enfermedades que vemos hoy. Y cuando luego vi esto mismo en un banner en lenguaje originario que destacaba la importancia de lavarse las manos. Así, vemos un pequeño ejemplo de lo que puede hacer una misión.
- ¿Cree que la pandemia es una oportunidad para el Ejército de superar diferencias con la sociedad?
-De hecho, es una gran oportunidad. Lo que es lamentable es que tengamos que vivir circunstancias como extremas o negativas como estas para que se generen espacios donde se advierte la importancia de la capacidad del Ejército para proporcionar este apoyo. También está vinculado con un estereotipo que está instalado en el inconsciente colectivo de mucha gente. Y hay una gran diferencia entre la relación que hay hoy en el vínculo de las Fuerzas Armadas en el interior donde se ve un vínculo más cercano con los vecinos que trabajan en el cuartel. Diferencias que se ven con las grandes ciudades donde hay un estereotipo diferente de los militar. Romper este estereotipo de militar es también una obligación nuestra. Nosotros demos mostrar cuáles son nuestras aspiraciones y que es lo que podemos hacer por la sociedad. En la medida en que nosotros nos abramos y mostremos a la sociedad como podemos servir creo que habrá una revalorización por parte de la sociedad en general.
- ¿Es un desafío de ustedes también esa revalorización del militar en la sociedad argentina?
- Es un desafío enteramente nuestro. Pero también es un desafío para el nivel de la conducción, para los políticos, para los intelectuales. Hay que poner en agenda lo que significa la defensa para el país. No solo lo que se puede hacer en caso de catástrofes sino también lo que pueden hacer las fuerzas armadas como un instrumento militar como parte de nuestro sistema de defensa y que el argentino camine por las calles ya que tiene un sistema de defensa que es respetado. Desde ese punto de vista también es importante el descubrimiento que hace la gente en general para que todos podamos intervenir en una política de defensa que sea respetada.
- ¿Piensa que la política que lleva hoy el gobierno acompaña este sentir del Ejército?
- Claramente sí, lo veo, lo escucho e interactúo con el ministro de Defensa (Agustín Rossi) y tengo en claro que lo está haciendo. Esto lo dijo cuando planteaba hace unos días que aquellos pueblos que tienen un sistema defensivo fuerte, ello hace a autoestima del pueblo. Esto define en gran medida lo que implica la defensa para este gobierno. También vemos un grado fuerte de involucramiento del ministro en los operativos que estamos llevando adelante. En la interacción diaria se preocupa por saber cómo estamos y claramente conoce cuáles son nuestras necesidades.
- ¿Qué aspectos cree que ante una eventual reforma militar se deberían plantear como urgentes o necesarios?
- En principio para nosotros hay un tema central que es que a lo largo del tiempo se introdujo con suplementos o partes no remunerativas que fue dificultando claramente el haber militar. Hoy pasa que muy probablemente muchos militares desarrollan las mismas tareas y no perciban el mismo haber. Eso claramente genera una situación injusta. También aspiramos a introducir una perspectiva más nueva y moderna de derechos y garantías.
- ¿Cree que esas desigualdades de haberes se contraponen con los salarios que cobran hoy los miembros de las fuerzas de seguridad federales?
- En líneas generales hemos expuesto objetivos que hay que alcanzar y marcan una continuidad en el Ejército que no son personales. Estas diferencias de haberes se podrían solucionar en la reorganización del haber militar o en el llamado blanqueo. Esta es una aspiración de la conducción política y está en la agenda del ministro y del Presidente de la Nación.
- En los últimos años hubo una baja importante de uniformados tanto de la Armada, la Fuerza Aérea y el Ejercito, ¿a qué lo atribuye?
- En este caso diferenciaría baja a incorporaciones. Cada vez que abrimos incorporaciones son respondidas masivamente. Nunca tomamos más gente porque hay una decisión administrativa que rige y que fija los techos para los montos de haberes y de incorporaciones en el caso de soldados. En general se establece un número y estamos regidos por ello. En el Colegio Militar se incrementó en los últimos seis años la cantidad de postulantes. Antes cada dos postulantes ingresaba uno y ahora hemos llegado a tener cinco postulantes por cada ingresante. Claramente la profesión militar parece atractiva para los jóvenes. Cada vez que hacemos convocatoria para soldados tenemos ocho veces la cantidad que vamos a incorporar pero no podemos hacerlo por una limitación presupuestaria. Se había hablado de una mayor incorporación de soldados para dar una mayor capacidad de respuesta como los casos que estamos viviendo. Así que en este contexto hay una atracción del Ejercito para los jóvenes. En cuanto a bajas lo veo positivamente en comparación con años anteriores donde había una importante baja que teníamos de gente que se iba a fuerzas policiales. Muchos se incorporaban a fuerzas de seguridad o a policía de la Ciudad. En el 2015 y 2016 el Ejército perdió mucha gente. Esto no es solo una pérdida en cantidad de gente sino en los años que invirtió el país en capacitación. Lograr que un piloto de helicóptero o de aviación termine su carrera nos llevó mucho tiempo y recursos entonces cuando migran no solo impactan por el número sino también por lo que deja.
- ¿Cómo se revierte esto?
- Es una situación compleja que tiene variables a evaluar. Un sueldo equivalente a las fuerzas de seguridad y los recursos para desarrollar la capacidad profesional a pleno. Esto es importante y hace a que nosotros consolidemos un espíritu de pertenencia. Y desarrollemos este formar parte del Ejército y demostremos que formamos parte de una institución bicentenaria que tiene un alcance sorprendente. Esto hace a la revalorización de la profesionalización militar. El haber militar está compuesto por un respeto y reconocimiento y esto ayuda mucho. Creo que en este camino estamos marchando.
- También hubo una revalorización de la mujer en las Fuerzas Armadas…
- Esto lo atribuyo a que tanto mujeres como hombres tienen oportunidades similares y esta profesión no pone límites. Cuando una va desarrollar una operación militar analiza los medios y opciones para lograr el objetivo y cómo, cuándo y cómo lo vamos a ejecutar. Nunca nadie pregunta si el que la ejecuta es una mujer o un hombre. Entonces tanto mujeres como hombres pueden acceder a cualquier puesto sin limitaciones y operaciones siempre y cuando cumplan las exigencias para sus puestos.
- ¿Qué fue lo que cambió para que suceda esto?
- Los integrantes del Ejército tienen un promedio de edad de 32 años y los jóvenes tienen una percepción del mundo y una naturalidad para encarar ciertas cuestiones. Es decir que las mujeres incorporadas en el escalafón de mando desde el año 1995, hoy es una situación normal. Quizás esto no lo tengamos tan explicitado fuera del Ejército. Pero la mujer del Ejército tiene el mismo sueldo que el varón, un reconocimiento igual y un especial cuidado y respeto por todo tipo de diversidades. Ante un promedio de 32 años es una cuestión natural la incorporación de la mujer.
- ¿Cuál es hoy el nivel de la inteligencia militar? ¿Cree que se aprendió de errores del pasado?
- En cuanto a la inteligencia militar hay una estructura legal. Hay una ley de inteligencia que regula las actividades. En cuanto a la inteligencia militar la Dirección Nacional de Inteligencia forma parte de esa estructura de inteligencia nacional y tiene claramente una función dividida en inteligencia de combate para la fuerza operativa. Es decir, hombres que se deben adelantar al sistema militar en terreno para obtener la mayor cantidad de información de este enemigo para ver las armas con las que cuenta y, a la vez, darle al comandante la mejor situación de cómo uno ve al oponente. Es la idea de contar con información relevante para la toma de decisiones. Esto forma parte del sistema general del Ejército como el área de personal, logística y operaciones. No hacemos diferencias. Esto está relacionado con un cambio de paradigmas en estereotipo. La inteligencia fue estigmatizada, con razón seguramente, por situaciones que se desarrollaron en otras épocas. Pero cuando digo que 32 años es la edad promedio de un hombre del Ejército digo que todos estos nacieron después del 24 de marzo de 1976. Con lo cual nosotros desacoplamos esta carga y nuestra inteligencia militar cumple la situación de combate sin otra consideración
- ¿Cuáles son los nuevos enemigos en la Argentina? ¿El terrorismo? ¿El narcotráfico?
- Cuando hablé de enemigos me refería de una ejemplificación de una situación militar donde claramente vemos que el trabajo de inteligencia es el de obtener información. Pero hoy vivimos en una zona de paz con una relación muy positiva con nuestros vecinos a nivel regional. Obviamente un país que tiene una gran extensión territorial enorme como la Argentina y es la octava extensión territorial mundial con diversidad de recursos nos hace apetecibles a futuro por otros que necesiten esos recursos. No solo recursos que estén en el suelo sino en el Mar Argentino. Con lo cual como país necesitamos desarrollar un instrumento militar que sea respetado para darnos una seguridad de defensa de nuestros recursos. Nos preparamos con una característica disuasiva. Pero no tenemos enemigos. Esto es como una casa que tiene un buen sistema de alarmas y rejas. Una buena forma de disuadir al enemigo. Ese es el concepto.
- ¿Está preparada la Argentina para la defensa de sus recursos?
- No tiene todas las capacidades que tendría que tener. Porque estamos equipados y disponemos de los recursos que la Nación puede dedicar a fortalecer el instrumento militar. Pero vemos que hay posibilidades de desarrollar proyectos que hacen al fortalecimiento de las fuerzas armadas. Lo que sí tenemos es un concepto que llamamos núcleos de modernidad. Transpolamos a escalas más pequeñas desarrollos o posibilidades tecnológicas aplicadas al instrumento militar que permiten mantener a nuestra gente adiestrada, motivar a nuestros jóvenes y en la medida que presupuestariamente podamos equiparnos conocer mejor cual es el estado del arte en este sentido.
- ¿Cómo se prepara el Ejército en materia de ciberdefensa?
-Ciberdefensa es una de las incorporaciones más adelantadas que han hecho las fuerzas en su conjunto. La ciberdefensa no reemplaza a ningún otro medio sino que complementa todos los medios para cumplir nuestra misión. Estas son medidas de protección para nuestras redes y sistemas críticos. Hay una dirección de ciberdefensa en su conjunto que vinculan los esquemas de defensa de cada fuerza. Esto requiere una inversión permanente. Tenemos un nivel aceptable de seguridad en cuanto a ciberdefensa.
- ¿Cree que se debería actualizar los planes de estudio militares?
- Habiendo sido director general de educación hasta hace dos meses y habiendo sido director del Colegio Militar de la Nación y habiendo invertido 10 años de mi carrera en el ámbito educativo este aspecto está superado en relación a la ley de reestructuración de las fuerzas armadas. Gratamente soy un producto de este cambio en el sistema educativo del Ejército. Desde 1992 los oficiales que egresan del Colegio Militar obtienen un titulo terciario y posteriormente de grado. Es decir, que nuestros oficiales obtienen titulo de grado. Entonces formamos gente que académicamente pueden vincularse al mundo. Obviamente que la formación académica es lo mas solido que tenemos y el activo critico que tenemos. Estamos dando una base para que críticamente puedan dar una respuesta.
- ¿Cree que la visión que tiene el gobierno actual es diferente a la de Macri respecto a las fuerzas armadas?
- No podría aseverar su pregunta. No hay bases para sustentar que en la administración anterior haya habido una aproximación con las Fuerzas Armadas que se haya materializado con la asignación de recursos. Si quizás recibimos una serie de materiales y adquisiciones que se habían hecho en gestiones anteriores a la administración que se fue. De hecho encaramos un proceso de reconversión de nuestra Fuerza y esa transformación requería recursos que nunca llegaron. A su vez, se vendieron activos de las Fuerzas y no todo el producto de la venta se destinó al equipamiento de Ejército. Respecto a esta administración política trabajamos en proyectos que están enmarcados en un planeamiento de máximo nivel conjunto y esto derivará en una estrategia militar. Hay un montón de ideas e iniciativas que tenemos un grado de expectativas que seguramente el Poder Ejecutivo dentro de la realidad ya lo dejó planteado en acompañar. De hecho el ministro llevó al Congreso un proyecto de ley de fondos de la defensa que nos va a permitir ver el largo plazo y dar previsibilidad en las inversiones. Necesitamos tiempo, mirada a largo plazo y que este cadete que recibe la bandera cuando sea jefe del Estado mayor disponga de capacidades mucho mas fuertes.
- El año pasado Estados Unidos hizo una objeción a la estación espacial de China en Neuquén que depende del Ejército Popular y que tendría fines duales, ¿qué dice el Ejército de estas objeciones?
- No puedo ser imprudente en las manifestaciones que haga porque nuestra política está atada a la visión del Poder Ejecutivo y la política exterior que el Presidente marca. Con ese criterio enmarcamos una vinculación con todos los países con visitas, cursos que no elegimos sino que responden a los objetivos del Ejecutivo. En ese sentido, la decisión de haber instalado la estación en Neuquén fue tomada en un marco político y no tengo ninguna apreciación institucional que hacer al respecto.
Para hacer política partidaria se ve que anda bien, esperemos que como jefe de estado mayor sea igual
ResponderEliminar