Le cuestiona la coparticipación, las cajas y los terrenos transferidos; Larreta busca mantener una negociación discreta.
Fuente: Archivo - Crédito: Fabián Marelli
Como en el truco, unos muestran las cartas para ejercer presión y otros juegan callados. La negociación del Gobierno con la Ciudad por la reducción de la coparticipación se tensó en los últimos días. La Nación comenzó a revisar y a cuestionar ya no solo el traspaso de la policía a la Ciudad -el corazón del conflicto-, sino también otras cajas que obtuvo la Capital Federal durante el macrismo, en el tránsito a su autonomía como distrito.
Las reuniones bilaterales para poner los números sobre la mesa están suspendidas a la espera del regreso de Alberto Fernández de Europa. El Presidente tendrá la palabra final sobre el recorte de fondos a la gestión de Horacio Rodríguez Larreta, una decisión que está a tiro de decreto.
Mientras corre el reloj, el Gobierno le suma tensión a la discusión. Luego de dejar trascender que la Ciudad habría "inflado" los gastos por los policías cambiados de jurisdicción, en el Gobierno apuntaron a las transferencias de terrenos fiscales que Mauricio Macri le hizo a la gestión de Rodríguez Larreta, en algunos casos, después de las elecciones de octubre.
Ahora, los funcionarios nacionales pusieron también la lupa en el traspaso de los juegos de azar a la Capital Federal, una caja que el año pasado superó los $5000 millones. "Ese dinero antes era del Ministerio de Desarrollo Social", recordó esta semana un funcionario.
En la Ciudad prefieren no confrontar hasta que el hecho esté consumado. "Estamos esperando que nos llamen otra vez para poner los papeles sobre la mesa. Mientras siga abierto el diálogo, mantendremos el código de la negociación sin subirnos al ring", señalaron desde Parque Patricios. La vía de la Corte Suprema se activará solo si hay un decreto que los tome por sorpresa.
Tensión y distensión
Rodríguez Larreta tiene en claro que Fernández le hará un recorte en la coparticipación desde que lo conoció personalmente, días antes del recambio presidencial. El jefe de gobierno porteño le dijo al mandatario que quería evitar una guerra judicial. Y ambos acordaron la vía de la negociación discreta.
El Presidente delegó la interlocución en el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, que se juntó con Rodríguez Larreta en dos oportunidades. Los equipos de ambas jurisdicciones también tuvieron encuentros, en son de paz.
Hoy Larreta y Wado mantienen un canal de diálogo por teléfono. Se vieron esta semana en el Congreso por el proyecto de la deuda, pero no hablaron de la coparticipación.
El nudo gordiano de la discusión está en los puntos de coparticipación que, por decreto, Macri le aumentó a la Capital Federal en 2016 para financiar la creación de la policía porteña. La Ciudad -que por entonces recibía el 1,4% sobre el total de recursos que se distribuyen entre las provincias- pasó a recibir el 3,75 por ciento, un número que luego se redujo al 3,5% en 2018.
El primer ruido en la negociación se dio en los primeros días del año, cuando trascendió públicamente que el zarpazo podría alcanzar a un 1%. Fernández y Rodríguez Larreta salieron a poner paños fríos.
Esta semana, sin embargo, hubo otro quiebre. El lunes, desde la Casa Rosada informaron que la Ciudad "recibió 127.000 millones de pesos de más" por la policía. Llegaron a ese número a partir de dos informes que hicieron, por separado, dos organismos del gabinete de Fernández. Intervinieron la Secretaría de Provincias y los ministerios de Hacienda y Seguridad.
En el Gobierno alegaron que los gastos de la policía estuvieron "inflados" por "cálculos incorrectos" en el renglón para cubrir costos extras por el traspaso de la Policía Federal. Apuntaron que la Capital recibió fondos por 20.500 efectivos, "pero en realidad habrían sido mil menos". Y cuestionaron la escala que se contempló para calcular la masa salarial de los uniformados.
"La única respuesta que da la Ciudad es que no se gastó un peso de más, pero no muestran un número", apuraron en la Casa Rosada.
El Gobierno decidió mostrar su poder de fuego, porque, casi en simultáneo con la denuncia por los gastos de la policía, la AABE denunció la transferencia de 31 inmuebles de la Nación a la ciudad por casi $16.000 millones, operaciones que en algunos casos se concretaron después de las elecciones.
Ante la demostración de fuerza, Rodríguez Larreta prefirió llamarse a silencio. "No vamos a contestar por los medios", advirtieron en Parque Patricios, al tiempo que insistieron en que tienen "los papeles" para justificar el destino de los fondos.
Subrayaron que la Nación quedó "empatada" porque lo que gastó en coparticipación lo ahorró en gastos de seguridad para los porteños. Y dijeron que la cesión de terrenos fue una compensación tardía de Macri por no haber financiado obras que había comprometido, como el Paseo del Bajo o los viaductos.
En las últimas horas, el Gobierno comenzó a auditar el traspaso del juego a la Ciudad. Macri transfirió las competencias para controlar el Casino Flotante de Puerto Madero, el Hipódromo de Palermo y las agencias de apuestas, y se creó Lotería de la Ciudad de Buenos Aires (Lotba). El 70% del canon de esas concesiones hoy se derivan al Instituto de Vivienda de la Ciudad.
Como otra forma de mostrar los dientes, funcionarios nacionales comenzaron a cuestionar aquel traspaso y a hacer cálculos sobre los fondos de Lotba, que en 2019 recaudó unos $5700 millones. Proyectaron que este año podría significar una caja de unos $7000 millones.
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