Conozca la bomba Spice-250: el arma inteligente de Israel que puede elegir sus propios objetivos

Por Michael Peck - The National Interest - Traducción Desarrollo y Defensa
¿Una gran idea o el Terminator en espera?

Punto clave:  dejar que un arma elija sus propios objetivos significa que podría cometer un error con resultados desastrosos.

Una compañía israelí ha presentado una bomba inteligente que es realmente inteligente.

La bomba de planeo SPICE-250 tiene la capacidad de reconocer y seleccionar objetivos de forma autónoma. Pero, ¿qué tan segura es una bomba que puede elegir sus propios objetivos?

El fabricante israelí Rafael llama a este reconocimiento automático de objetivos, que se basa en sensores electroópticos (que procesan la luz en datos del sensor) y la inteligencia artificial. "La característica ATR recientemente presentada es un avance tecnológico que permite a SPICE-250 aprender de manera efectiva las características específicas del objetivo antes del ataque, utilizando IA avanzada y tecnologías de aprendizaje profundo", según un anuncio de Rafael. “Durante el vuelo, el piloto selecciona el tipo de objetivo a atacar y asigna un objetivo a cada arma. 

Las armas se lanzan hacia las proximidades de los objetivos, utilizando su INS [navegación inercial] para la navegación inicial. Al acercarse al área objetivo, las armas usan el modo ATR para la detección y reconocimiento de los objetivos. Cada arma se aloja en el objetivo predefinido, de forma autónoma o con un humano en el bucle, ayudado por el algoritmo ATR ".

El SPICE-250 es una bomba de planeo con un alcance de 75 kilómetros (47 millas) y armado con una ojiva de 75 kilogramos (165 libras). Un solo F-16 puede transportar dieciséis de estas armas.

El SPICE-250 utiliza datos del terreno, modelos 3-D y algoritmos para identificar objetivos en medio del desorden de objetos y terreno en la zona de exterminio, dijo el subdirector de marketing de Rafael, Gideon Weiss, a la revista IT Insight Analytics . Un enlace de datos bidireccional y una transmisión de video le permiten al piloto reajustar el arma hasta solo unos segundos antes del impacto.

Sin embargo, lo más significativo es que si el objetivo principal no puede ser alcanzado, los algoritmos de IA del SPICE-250 pueden seleccionar un objetivo secundario. "Esto entra en el área de las políticas definidas por el usuario y las reglas de participación, y depende de los usuarios decidir cómo aplicar el arma, cuándo y dónde usarla, y cómo definir las probabilidades de reconocimiento del objetivo y su eventualidad, "dijo Weiss.

Y eso es importante, porque como enfatiza Rafael, el SPICE-250 fue diseñado para encontrar objetivos "sin depender de la navegación GPS en entornos con GPS denegado". Dados los enormes esfuerzos que Rusia, China y otras naciones están dedicando a la interferencia y falsificación de GPS, El mundo está entrando en una era en la que las personas y las armas ya no pueden confiar en la navegación por satélite.

Lo que significa que el SPICE-250, y armas similares que inevitablemente vendrán, estarán solos en algunas situaciones. El problema es que los dispositivos inteligentes no siempre son inteligentes: misiles de búsqueda de calor que se concentran en los motores de los aviones amigables, computadoras que confunden a la Luna con un ataque ICBM soviético y sensores de reconocimiento facial que confunden a los "congresistas con criminales buscados" .

Las bombas inteligentes han recorrido un largo camino desde las primeras armas guiadas por láser de la Guerra de Vietnam, especialmente con el advenimiento de la orientación GPS y la autonomía de la IA. Pero qué tan bien funcionan de manera autónoma, sin un humano en el circuito para hacer las decisiones de juicio, dependerá de factores como la calidad de los datos del sensor y de los algoritmos de IA.

Estas son las mismas preocupaciones que ya estimulan la cautela del "robot asesino" sobre los aviones y tanques autónomos. Es más que plausible imaginar escenarios en los que una bomba inteligente, sin objetivos de GPS y guía humana, confunda una colina con otra y golpee el objetivo equivocado. O confunde un autobús escolar con un tanque.