domingo, 17 de septiembre de 2017

Mejoran los pronósticos de Brasil y sería un aliado extra para Macri el año que viene

El casco puesto. Vidal, Aranguren, Mindlin y Macri, en una reciente inauguración. Esperan que los próximos dos años la economía del país vecino juegue a favor.Por Francisco Bueno - perfil.com
Por cada punto que se expande el PBI del vecino, la Argentina avanza un 0,25 más. La industria carioca ya se recuperó este año y empuja al sector automotor. Confianza en alza.

El casco puesto. Vidal, Aranguren, Mindlin y Macri, en una reciente inauguración. Esperan que los próximos dos años la economía del país vecino juegue a favor. Foto:Presidencia

Cada punto porcentual cuenta, y más en tiempos de pronósticos de crecimiento modesto. Por eso, más allá de todo lo que pueda hacer el Gobierno para que la economía crezca en 2018, dos años seguidos por primera vez desde 2010, la suerte de Brasil será clave. Y llegan buenas noticias en ese sentido: organismos multilaterales y consultoras privadas empiezan a ver mejores números del gigante de Sudamérica y sonríe Macri: por cada punto que sube el PBI brasileño, empuja 0,25% al argentino.

Después de haber sido un lastre durante cuatro años, Brasil tocó el fondo de la recesión, lo que combinado con inflación y tasas de interés hacia la baja, preparan el terreno para un 2018 donde las proyecciones de expansión para Brasil empiezan a ubicarse entre 2% y 2,5%por arriba del 1% que esperaba el FMI en su última medición.

“Brasil ya tocó piso y empezó a salir a un ritmo bajo, impulsado por la cosecha, y a esta altura la economía ya se desligó del proceso político”, explica Dante Sica, director de la consultora Abeceb. De acuerdo con Sica, la cosecha de este año, principalmente la de maíz y de soja, es uno de los principales contribuidores al crecimiento esperado de 0,5% del PBI brasileño para fin de este año y el 2% para el 2018. Las expectativas de crecimiento para el año que viene relevadas por el Banco Central de Brasil apuntan a 2,2%, arriba del 1,3% esperado por el FMI según su último comunicado en julio.

A su vez, la confianza del consumidor y el ahorro de las familias están en los primeros pasos de una incipiente recuperación, y además también marca que se está recomponiendo lentamente la confianza de los empresarios. Gustavo Segré, socio director de Center Group, apunta al aumento de 0,8% del consumo familiar durante julio, cuarto mes consecutivo de crecimiento de la variable. “La inflación de los últimos 12 meses no llega al 3%, probablemente cierre en 2,7%, y eso incentiva el consumo, demandando producción que a su vez tracciona empleo”, razona el analista.

Efecto. El último informe de Actualidad Industrial de la UIA pone énfasis en que ya se siente parte de la tracción del vecino. “La industria de transformación brasileña comienza a mostrar signos de recuperación (2,7% internaual) y acumula un crecimiento del 0,2% en lo que va del año”, detalla. Un dato clave, por ejemplo, para el sector automotor. Lorenzo Sigaut Gravina, economista jefe de Ecolatina, adjudica un rol importante al efecto comparación ya que “las presiones tipo demanda habían caído por la fuerte caída de la economía, que cayó un 8% de forma acumulada en 2015 y 2016”.

Segré concuerda que la recuperación por ahora es menor pero que ha sido pareja en su distribución. Pero de cara al año próximo, los que más prometen son el consumo minorista, la exportación de agroindustria, la importación de bienes de capitales y autos. El último entre enero y agosto de este año ya creó 4 mil puestos de trabajo.

Mientras tanto, Sica remarca particularmente el progreso de la industria automotriz en un año cuando calcula que la demanda de autos va a terminar en 2 millones y para el año que viene esa demanda puede influir positivamente en las exportaciones hacia allá desde Argentina.

Un potencial factor a tomar en cuenta en 2018 son los resultados de las elecciones en los que Michel Temer se juega su primer mandato.

Además,  las reformas fiscales ya hechas cambiaron el panorama de uno de los números más observados durante los gobiernos de Lula y de Dilma, el déficit fiscal. “Se pasó de un déficit que era 10% del PBI en 2015 a lo que ahora proyectamos va a ser 7,5% a fin del año que viene”, observa Sigaut Gravina.

“Las relaciones no paran de crecer”

“Las relaciones entre la Argentina y Brasil no paran de crecer”. La frase la dijo esta semana Joao Doria, el jefe de Gobierno de San Pablo en el marco del primer Seminario Internacional de Líderes realizado por la Editora Spring y Líderes TV en el Grand Hyatt San Pablo, en la capital paulista.

En tanto, la vicepresidenta Gabriela Michetti, que participó del encuentro, se preguntó: “¿Por qué Argentina y Brasil todavía no alcanzaron el objetivo de trabajar juntos, de manera más articulada entre el sector público y privado?”. Y añadió: “El mundo nos pide que sigamos juntos para ganar terceros mercados”.

“Los resultados y la presencia masiva de destacados empresarios de los dos países puso de manifiesto las chances que tenemos en diversos segmentos bilaterales”, señaló Cecilia Luchia-Puig, directora de Líderes TV. “Anunciamos la segunda edición del seminario para 2018”, finalizó José Roberto Maluf, de Grupo Spring.

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