La asistencia estadounidense se enfoca en bloquear a las organizaciones criminales transnacionales para que no penetren en la sociedad costarricense en ruta hacia Estados Unidos y en trabajar con el gobierno y la sociedad civil en programas de prevención.
El plan de asistencia por parte de los EEUU a Costa Rica contempla asistencia marítima, aérea
y terrestres. El Servicio de Guarda Costas recibirá dos embarcaciones patrulleras de 110 pies por un valor de $25 y $30 millones y fondos para un Patrullero 450, dos Patrullero 389 y dos Patrullero 195
La vigilancia aérea se beneficiará con la donación de dos aviones de carga C-145, con un valor de entre los $20 y $25 millones, y la remodelación de un King Air por un millón, convirtiéndolo en un patrullero marítimo antinarcótico con capacidad de operar de día o de noche, así como la construcción de un hangar y centro de operaciones.
El Beechcraft KA-90 King Air fue decomisado al narcotráfico en el 2013. El Sistema de Vigilancia A erea invirtió $75.000 en su reparación. El aparato está motorizado por dos motores turbohélices Pratt & Whitney PT6A-135-A, Modelo F90. Además, se le instalará nuevos sistemas de navegación con pantallas G600, Garmin GNS 430 navcom MFDs, y Garmin GTX 330 Mode S transpondedores, y paneles de sonido Garmin GMA 347, autopiloto S-Tec Model 65 con GPS.
El paquete de ayuda incluye la creación de equipos de inspección móvil dentro de la Policía de Fronteras (PF) y equipamiento de drones y cámaras. Además, se le entregarán tiendas de campaña para atender a más de 2.400 personas, camas plegables y frazadas para casos de atención de desastres, y migración. Además, dentro del paquete de ayuda de los EEUU hay tres blindados para el uso de la Unidad Especial de Intervención (UEI) de la Fuerza Pública.
En su articulo, Julieta Pelcastre para Diálogo informa que el Comando Sur de Estados Unidos donó dos patrulleras que permitirán a Costa Rica proteger sus aguas territoriales a más de 5.500 kilómetros, actualmente el Servicio Nacional de Guardacostas vigilancia hasta una distancia de 1.200 kilómetros.
Los patrulleros serán equipados con sistemas de comunicación y navegación de última generación.
Para evitar que los grupos de narcotraficantes y las organizaciones delictivas transnacionales usen Costa Rica como punto de transbordo para las drogas, el Comando Sur de EE. UU. (SOUTHCOM) hará entrega de dos renovados patrulleros oceánicos clase Island al Servicio Nacional de Guardacostas de Costa Rica.
La donación, valorada en 19 millones de dólares, incluye equipos de comunicación y navegación, renovación de los buques, armas y capacitación para operar y mantener los buques patrulleros. Luego de una reunión con el presidente costarricense Luis Guillermo Solís, en San José, el 22 de junio, William Brownfield, el secretario adjunto de la oficina de Asuntos Internacionales Antinarcóticos y de Cumplimiento de la Ley (INL, por su sigla en inglés) del Departamento de Estado de los EE. UU., anunció la donación.
“Esta es la mayor colaboración que SOUTHCOM ha dado a Costa Rica. Las embarcaciones que recibiremos el próximo año serán las más grandes del Servicio Nacional de Guardacostas del ministerio de Seguridad Pública para combatir el narcotráfico, el tráfico y la trata de personas, la pesca ilegal y los delitos ambientales en aguas costarricenses, nunca antes vigiladas, debido a la poca capacidad de la flota con la que hasta ahora ha contado el país”, comentó el ministro de Seguridad Pública de Costa Rica, Gustavo Mata Vega a Diálogo.
Negociaciones de largo plazo
Las negociaciones entre el Gobierno costarricense y SOUTHCOM comenzaron hace dos años, cuando ambas naciones acordaron que reforzar las capacidades de la Guardia Costera beneficiaría a ambas naciones amigas, durante una visita del entonces comandante del Comando, General John Kelly. Las patrulleras de más de 34 metros de largo que desplazan 168 toneladas de carga y miden 33.53 metros de eslora, 2.32 metros de calado máximo y 6.40 metros de manga.
Los botes patrulleros están en servicio activo desde la década de 1980. Como parte del acuerdo, serán renovados por completo y equipados con equipos de comunicación y navegación de última generación. Una vez culminado el trabajo, los mismos contarán con el rango operacional y capacidad marítima para patrullar aguas territoriales y de la zona exclusiva económica de Costa Rica.
Soberanía costarricense
Las patrulleras clase Libertador 110-1 y 110-2 llegarán a Costa Rica en 2017. (Foto: Ministerio de Seguridad Pública de Costa Rica)
Para operar las nuevas embarcaciones, un total de 40 marinos serán capacitados durante seis meses en una academia naval en Baltimore, Maryland. Al concluir la instrucción, los oficiales costarricenses navegarán los patrulleros [Juan Rafael Mora Porras y General José María Cañas] hacia Costa Rica.
Los navíos, con un componente de 18 tripulantes, permitirán a Costa Rica incrementar su presencia y control de aguas territoriales de los 1.200 kilómetros a más de 5.500 kilómetros en el océano Pacífico, áreas marítimas que vigilan las fragatas estadounidenses en estos momentos en el marco del Convenio de Patrullaje Conjunto entre ambas naciones. Firmado en 1999, el convenio permite realizar patrullajes altamente coordinados, suministro de información y equipo, capacitación profesional a oficiales y labores de rescate.
“No queremos que nos regalen el pescado, lo que queremos es que nos den la cuerda para poder pescar a las organizaciones del crimen organizado”, comentó Mata Vega. “Seguiremos trabajando de forma conjunta con las autoridades estadounidenses para identificar, detener e inspeccionar embarcaciones sospechosas”.
Colaboración regional
El gobierno de Costa Rica reconoció la ayuda estadounidense como un componente más que viene a sellar el compromiso y las acciones que se desarrollan en materia de seguridad. Por su parte, el Gobierno de Estados Unidos indicó que el traspaso de las dos embarcaciones no habría sido posible sin el firme compromiso del gobierno de Costa Rica, que proporciona al Servicio Nacional de Guardacostas los recursos que necesita para operar las patrulleras.
“Este es un excelente ejemplo del trabajo que podemos lograr cuando nuestros gobiernos invierten de manera conjunta en seguridad. Costa Rica puede estar muy orgullosa de haber interceptado más drogas en el mar que casi ningún otro país en la región”, informó Brownfield, el 22 de junio en una conferencia de prensa en la Casa Presidencial. De acuerdo con el ministerio de Seguridad Pública, del 1° de enero al 1° de agosto de 2016, las fuerzas de seguridad incautaron más de 13 toneladas métricas de cocaína. En tanto que en 2015 se incautaron más de 9.000 toneladas de cocaína y se desmantelaron 134 organizaciones criminales internacionales, según el Instituto Costarricense sobre Drogas.
Ruta de transbordo
Costa Rica se ha convertido en un puente para las agrupaciones criminales. El narcotráfico usa lanchas rápidas pequeñas, difíciles de divisar. La mayoría de ellas parten puertos ecuatorianos y colombianos en el océano Pacifico, atraviesan las Islas Galápagos y continúan hacia la isla de Cocos en Costa Rica. Los narcotraficantes suelen descargar la cocaína en Costa Rica para su almacenamiento y con la intensión posterior de embarcar la droga hacia Guatemala, México, Estados Unidos y Europa.
“Las capacidades y rango agregados a los barcos beneficiarán la economía y medio ambiente costarricense, puesto que tendrán una presencia en aguas nacionales donde prevalece la pesca ilegal. Más aún, la Guardia Costera se interpondrá en las rutas establecidas de narcotráfico que atraviesan aguas territoriales nacionales. Por consiguiente, protegerán la soberanía nacional además de incrementar la colaboración con la Fuerza de Tarea Interagencial Sur”, agregó el Tte. Cnel. Fitch.
En este contexto, SOUTHCOM ha contribuido a fortalecer la flota marítima y la instalación de nuevos puestos policiales en las costas del Caribe y del Pacífico de Costa Rica. En enero de 2015, el Gobierno estadounidense donó seis botes tipo Eduardoño al ministerio de Seguridad Pública para patrullar el puesto fronterizo de Delta, en la provincia de Limón. La donación incluyó repuestos para los seis botes, dos transmisiones y seis hélices con un valor total de más de 1.1 millones de dólares.
“Gracias a la cooperación de SOUTHCOM, el Sistema Nacional de Guardacostas contará con una nueva Estación de Guardacostas en la ciudad portuaria de Golfito, Puntarenas, en la costa pacífica de Costa Rica, a partir de 2017. Este proyecto tiene un costo de 2.5 millones de dólares porque incluye dos proyectos adicionales, un muelle flotante y un hangar”, explicó el Comisario Martín Arias, director del Servicio Nacional de Guardacostas, a Diálogo, el 14 de abril.
Estas donaciones que forman parte del componente clave de la estrategia de Costa Rica para combatir a las agrupaciones criminales, también refuerza la cooperación y los lazos de amistad entre Costa Rica y SOUTHCOM. Una alianza hemisférica es esencial en el combate contra el crimen. “Debemos tener claro que ningún país va poder ganar la lucha contra el crimen organizado, las agrupaciones criminales y el terrorismo por su cuenta. Es importante establecer alianzas a nivel de región y mundial donde todos actuemos en bloque a una serie de temáticas para seguir trabajando en bienestar de la sociedad”, concluyó Mata Vega.
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