Odebrecht. La Justicia de EE.UU mencionó ante los jueces argentinos a Ben(Aysa); el ex vice ministro Feletti; Sánchez Caballero (Iecsa) y a Jorge “Corcho Rodríguez
El primero en hablar fue un afroamericano, importante subsecretario del Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ, según sus siglas en inglés). Fue seco, pero firme y claro: la información que se obtuviera en el curso de la reunión que acababa de empezar debía ser manejada en forma confidencial.
Explicitó que la documentación sobre las coimas pagadas por Odebrecht en Argentina, que las autoridades judiciales estadounidenses intercambiarían con los jueces, fiscales y funcionarios de nuestro país que estaban allí presentes, no tenía que filtrarse. Mucho menos tolerable, remarcó, sería que se intentara usar a esos datos para buscar un posible rédito en la política local. Todos asintieron.
Todos, entre los que se cuentan también a los anfitriones, eran muchas personas. Alrededor de veinte. Lo saben los cuadros diplomáticos, los agentes de Inteligencia: un secreto empieza dejar de serlo cuando se lo cuenta frente a tantos testigos.
Clarín pudo reconstruir parte de la reunión sobre el caso Odebrecht que se realizó el martes 11 en el Robert Francis Kennedy Building, sede del poderoso DOJ, un edificio que se levanta con la potencia de una mole griega en Washington. Algunos de los nombres de la causa Odebrecht mencionados en ese encuentro coinciden como imputados o personas bajo sospecha en las causas judiciales sobre la constructora brasileña que ya se iniciaron en la Argentina. Otros, no.
Clarín pudo reconstruir, en base a fuentes que conocen la trastienda de las pesquisas norteamericanas sobre el caso, que los nombres mencionados el martes 11 en la reunión que reconstruye en parte esta nota fueron, los del el ex titular de Aguas Argentinas (AYSA), Carlos Ben; el del ex asesor de Odebrecht en Buenos Aires, Jorge “Corcho” Rodríguez; el del ex titular de Nación Fideicomisos y ex viceministro de Economía, Roberto Feletti; y del ex gerente general de la constructora IECSA, Javier Sánchez Caballero.
La empresa IECSA perteneció a la familia Macri e hizo negocios con Odebrecht financiados con fondos públicos durante la gestión de los Kirchner. El presidente Mauricio Macri asegura que en ese momento él ya no tenía acciones de la compañía, que su primo, Ángelo Calcaterra, terminó vendiendo.
El primer mensaje que los funcionarios norteamericanos les transmitieron a las autoridades argentinas fue una buena noticia para la Casa Rosada. Uno de los miembros del DOJ les aseguró a sus visitantes, casi como si fuera un comunicado oficial, que el titular de la Agencia Federal de Inteligencia, Gustavo Arribas, está en los Estados Unidos desvinculado de las causas Odebrecht. Su nombre no figura en los documentos de los investigadores. Arribas había sido denunciado por un financista brasileño, vinculado a Odebrecht, de haber cobrado supuestos fondos ilegales desde Brasil. Fue sobreseído rápidamente en los tribunales.
Los funcionarios norteamericanos fueron tan enfáticos en despegar a Arribas de este caso, que dos de los fiscales presentes que habían insistido con ese tema se pusieron incómodos. Fueron el fiscal Franco Picardi. Y Sergio Rodríguez, titular de la Procuradoría de Investigaciones Administrativas. Los dos son afines a la agrupación K del Poder Judicial, llamada “Justicia Legítima”.
La comitiva argentina que fue recibida por el DOJ la integraban, entre otros, los jueces federales Daniel Rafecas, Sebastián Ramos, Marcelo Martínez de Giorgi y Sebastián Casanello y sus secretarios. Y funcionarios de la Oficina Anticorrupción, de Laura Alonso.
La reunión fue organizada por integrantes del Ministerio de Justicia. Y por el de Seguridad. Tras la reunión, hay ex funcionarios K más comprometidos que antes en las causas Odebrecht que se tramitan la Argentina.
El ex titular de Nación Fideicomisos, Roberto Feletti, por ejemplo, ya tiene un pedido de indagatoria realizado por el fiscal Federico Delgado en un dictamen rotundo relativo a cómo fue que Odebrecht, gracias a ventajas notables que le dio el Estado, construyó una planta potabilizadora de agua que tenía un presupuesto primario de $ 2.293.323.243,33. Pero que creció a $ 5.150.390.531,94.
Feletti desmintió las acusaciones en su contra. En Washington desconfían de él. En el mismo caso, también Delgado pidió la indagatoria del ex titular de AYSA, el organismo la empresa que conducía Carlos Ben.
El juez Ramos investiga el posible pago de coimas que, según el relato de “arrepentidos” juzgados por Brasil, tuvieron como destinatarios al entorno del ex ministro K Julio De Vido, hoy diputado. Esos pagos estarían vinculadas a la venta de la empresa Transener a Electroingeniería. En Washington hay material de ello.
Respecto a Sánchez Caballero, el ex gerente de IECSA también está investigado en Argentina por su rol en los contratos por el soterramiento del Sarmiento.
Las fuentes consultadas coincidieron, todas, en que uno de los nombres más mencionados en la reunión de Washington fue el de “Corcho” Rodríguez. El juez Daniel Rafecas, por ejemplo, investiga la construcción de gasoductos que realizó Odebrecht y se habría interesado en Rodríguez. Y, sobre todo, en Feletti y su papel en “Nación Fideicomisos”.
Jorge Rodríguez desmintió haber sido “valijero” de Odebrecht. Dice que solo fue su asesor. En Washington no piensan igual.
La información sobre los supuestos “coimeados” por Odebrecht, recolectada por el Departamento de Justicia, es concreta y precisa. Buena parte de la misma se considera probada como cierta por la Justicia norteamericana. La Argentina no conoce todos los datos sobre el caso que están bajo resguardo de los investigadores de los Estados Unidos.
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