Por J.M.SÁNCHEZ - abc.com
La firma americana logra hacer levitar durante unos segundos la cabina de pasajeros en un nuevo ensayo que propone un nuevo método de transporte basado en un tubo de vacío
Detalle de la cabina de pasajeros, XP-1, en fase de pruebas - HYPERLOOP ONE
La carrera por liderar el nuevo paradigma de transporte terrestre tiene varias vías abiertas. Por un lado, fabricantes de automóviles y empresas del sector de la tecnología compiten y se alían para alcanzar el sueño de la total autonomía en los coches. Llegará, apuntan los expertos, en menos de diez años. Y, por otro, la competición por el tren del futuro.
Dos empresas, Hyperloop Transportation Technologies (HTT) y Hyperloop One están intentando hacer posible, aunque hay que extremar la cautela puesto que la llegada de un tren supersónico vía terrestre a través de tubos es un concepto todavía experimental. Pero se han dado pasos importantes al tiempo que los responsables de sendos proyectos acercan posturas (o deberíamos decir buscar inversión) con diversos organismos públicos y privados para lograr implantar en algunos países esta idea.
En ese contexto, Hyperloop One, en este caso, ha completado con éxito sus primeras pruebas a gran escala de su sistema de transporte ultrarápido, capaz de alcanzar velocidades de 1.200 kilómetros a la ahora. Un planteamiento que permitiría, por ejemplo, conectar Madrid y Barcelona en menos de 40 minutos. Fue en mayo, en las instalaciones que la compañía tiene en el desierto de Nevada (EE.UU.), cuando se arrancó y testó uno de los motores diseñados para impulsar las cápsulas.
De un tamaño de 30 metros, tan alto como un edificio de seis plantas, el propulsor aún está en fase de desarrollo, pero los responsables del proyecto ya den muestras de optimismo. El ensayo, de tan solo 5.3 segundos de duración, ha servido para comprobar la capacidad para crear las condiciones de vacío necesarias en el interior del tubo para albergar las cápsulas de transporte de pasajeros. El resultado, según al compañía, fue satisfactorio porque se pudo elevar durante al menos tres segundos hasta alcanzar una velocidad de 112 kilómetros por hora, una décima parte del objetivo. «Al lograr un vacío total, hemos creamos nuestro propio cielo en un tubo, como si estuviera volando», apunta en un comunicado Shervin Pishevar, cofundador de Hyperloop One.
De cara a avanzar en las pruebas, por el momento la compañía ha desplegado un túnel de unos 500 metros de longitud y se han instalados unos 300 metros del motor lineal para reducir la presión del aire hasta el equivalente a 200.000 pies sobre el nivel del mar. Además, el proyecto ya cuenta con un prototipo de vehículo, bautizado como XP-1, fabricado en fibra de carbono y aluminio, y el cual servirá para hacer las pruebas de rendimiento. El proyecto es muy ambicioso y, pese a lo fantástico que puede resultar, aún no ha logrado el resultado esperado.
La firma pretende instalar este método de transporte en un trayecto entre Dubai y Abu Dhabi y desplegar hasta nueve rutas distintas por toda Europa, entre ellas, Madrid-Tánger, una distancia de 629 kilómetros completada en 47 minutos. ¿Será posible o estamos, de nuevo, ante otra burbuja imposible?
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