La prueba conjunta de ayer de misiles tácticos MGM-140, desde Corea del Sur. Foto: AFP
SEÚL.- Estados Unidos y Corea del Sur reaccionaron ayer al desafío del régimen norcoreano, que realizó anteayer una exitosa prueba de misil balístico intercontinental, lanzando a su vez misiles "de precisión" en una prueba conjunta en aguas surcoreanas, en una península donde los proyectiles y las amenazas van y vienen recalentando el ambiente ya al rojo vivo entre la dictadura comunista, Washington y sus aliados en la región.
Fuentes militares norteamericanas señalaron que el lanzamiento conjunto, realizado a unos pocos kilómetros de Corea del Norte, fue una prueba de fuerza para demostrar el apoyo de Estados Unidos a Corea del Sur. Y el presidente surcoreano, Moon Jae-in, precisó que "la grave provocación requería que reaccionáramos con algo más que una mera declaración".
En el terreno diplomático, en tanto, la escalada se trasladó al Consejo de Seguridad de la ONU, a pedido de Washington, donde las principales potencias discutieron cómo responder al desafío de Pyongyang.
Tras el tardío reconocimiento de que se trataba de un misil intercontinental (ICBM, por sus siglas en inglés), y no un proyectil de rango medio como se insinuó en un principio, señalado varias horas después del ensayo, el Pentágono agregó ayer que el cohete norcoreano era un misil "nuevo, nunca antes visto" entre el armamento que se conocía de Pyongyang. También alertó que la base militar desde donde fue lanzado nunca había sido utilizada.
El presidente Donald Trump alimentó la controversia bilateral con su característico estilo tuitero. Como en su primera reacción, cuando incriminó a China por no ponerle los puntos a su aliado norcoreano, el líder republicano arremetió ayer una vez más contra Pekín al hacerla responsable de las aventuras militaristas de sus socios comunistas.
"El comercio entre China y Corea del Norte creció casi el 40% en el primer trimestre. ¡Hasta acá llegó China trabajando con nosotros, pero le habíamos dado una oportunidad!", lanzó Trump. Incluso antes de que Pyongyang anunciara que lanzó con éxito una prueba de ICBM, el presidente ya había dejado ver que se le estaba agotando la paciencia con la modesta presión ejercida por China sobre Corea del Norte y que evaluaba seguir adelante con acciones comerciales.
Trump escribió el tuit poco antes de partir a Europa, donde entre mañana y el sábado participará de la cumbre anual del G-20, y donde se reunirá por segunda vez con el presidente chino, Xi Jinping, a quien ya le expresó su frustración por el guante de seda con que trata al régimen que comanda el dictador Kim Jong-un, un joven militarista que incluso estuvo presente en el sitio de lanzamiento del ICBM.
Sin dudas la cumbre del G-20 entre las principales potencias mundiales y las economías emergentes tendrá entre sus temas más importantes la creciente tensión con Corea del Norte. Además de reunirse con Xi, Trump tiene previstas reuniones bilaterales con su par de Corea del Sur y con el primer ministro de Japón, Shinzo Abe.
Esa perspectiva diplomática no asustó a Pyongyang, sin embargo, que festejó por todo lo alto el histórico lanzamiento del martes. "Los bastardos norteamericanos no estarán muy felices con este regalo enviado para el aniversario del 4 de julio", dijo Kim. "Deberíamos enviarles regalos de vez en cuando para ayudarlos a romper su aburrimiento", agregó.
El conflicto también se dirime en la sede de la ONU en Nueva York, donde el Consejo de Seguridad sostuvo una reunión de urgencia a pedido de Estados Unidos para buscar maneras de contener a Kim.
La representante norteamericana, Nikki Haley, dijo que el lanzamiento del ICBM norcoreano era una "nueva escalada" de la crisis, y por lo tanto, alegó, "requiere una respuesta de mayor escala". Sostuvo también que Estados Unidos quiere evitar la confrontación militar y se enfoca en la manera de endurecer las sanciones económicas, identificando el papel clave que deberían jugar las autoridades chinas.
"Gran parte de la carga de la aplicación de sanciones de la ONU corresponde a China. El 90% del comercio con Corea del Norte es de China", dijo. "Vamos a trabajar con China, vamos a trabajar con cualquier país que crea en la paz, pero no se repetirán los enfoques inadecuados del pasado que nos llevaron a este día oscuro." (Agencias AFP, ANSA AP y Reuters)
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