jueves, 20 de abril de 2017

La política de Pekín hacia Pyongyang recibe críticas en el lugar inesperado: China

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Por Chris Buckley - The New York Times

La relación entre los dos históricos aliados pasa por su peor momento y el régimen tolera los cuestionamientos de los académicos.


PEKÍN.- Recientemente, cuando el más renombrado especialista en la guerra de Corea, Shen Zhihua, expuso su visión sobre el conflicto con Corea del Norte , el público que lo escuchaba se quedó pasmado. Con una franqueza poco común en estas latitudes, el experto afirmó que la política china hacia la dividida península coreana era básicamente un error garrafal.

Los lazos de China con los líderes comunistas norcoreanos son incluso anteriores a la decisión de 1950 de Mao Tse-tung de enviar a sus soldados para brindarles apoyo durante la guerra de Corea. Con una frase que pasó a la historia, Mao dijo que los dos bandos estaban "tan cerca como los labios y los dientes".

Pero Shen aseguró que China debería abandonar esos anquilosados mitos fraternales y acercarse en cambio a Corea del Sur. "A juzgar por la situación actual, Corea del Norte es un enemigo latente para China, mientras que el amigo de China podría ser Corea del Sur", dijo Shen. "Debe quedar claro que China y Corea del Norte ya no son hermanos de armas, y no hay posibilidad de que las relaciones bilaterales mejoren en el corto plazo."

El discurso de Shen, de una franqueza brutal, era un desafío abierto a la decisión política de China de seguir negándose a romper relaciones con Pyongyang. La controversia en torno de las opiniones de Shen ha reabierto el debate sobre si el gobierno chino debe o no abandonar su prolongado respaldo a Corea del Norte.

Hace más de veinte años que China intenta preservar sus lazos con Corea del Norte en tanto su socio y su escudo estratégico en el nordeste de Asia, incluso frente a líderes norcoreanos cada vez más irascibles e impredecibles. En los últimos años, sin embargo, China también ha tratado de apaciguar a Estados Unidos, establecer lazos políticos y comerciales con Corea del Sur y ayudar a poner límites al programa de armas nucleares norcoreano.

Pero ahora que Corea del Norte ha desarrollado misiles y ojivas nucleares, la posición mediadora de China se vuelve cada vez más difícil.

En febrero, China suspendió las importaciones de carbón de Corea del Norte y de este modo le recortó una gran fuente de ingresos. Pero China se resiste a cortar del todo sus lazos comerciales con Corea del Norte, y el debate en torno del equilibrio de intereses de Pyongyang, Seúl y Washington se está volviendo inmanejable. Tratar de estar bien con Dios y con el diablo resulta cada vez más difícil.

El gobierno chino ha objetado rotundamente la instalación en Corea del Sur del Thadd (Área de Defensa Terminal a Gran Altura, por sus siglas en inglés) por parte de Estados Unidos, un sistema norteamericano de defensa antimisiles que según temen podría utilizarse para espiar a China. Pero según los expertos chinos, es contraproducente que Pekín siga fomentando el odio hacia Corea del Sur.

El diario estatal Global Times, que suele defender las políticas del gobierno chino, advirtió la semana pasada que Corea del Norte podría enfrentar sanciones más duras si decidiera seguir adelante con otra prueba nuclear. El lunes, el diario redobló sus advertencias pidiendo que China le corte el suministro de petróleo a Corea del Norte si realizaba una nueva prueba.

Las opiniones de Shen han enfurecido a los ultranacionalistas chinos, que lo acusan de traicionar a un aliado como Pyongyang. Las opiniones de Shen y el debate que suscitaron no fueron reflejados por los medios estatales chinos.

Pero el discurso de Shen sigue online en el sitio de investigaciones sobre la Guerra Fría de la Universidad Normal del Este de China, en Shanghai, donde trabaja el historiador.

Shen dice que la tolerancia, hasta ahora, hacia sus opiniones sugiere que el gobierno estaría dispuesto a admitir más críticas hacia Corea del Norte y un debate amplio sobre la relación entre ambos países.

"Muchos me preguntan cómo es que no eliminaron mi discurso", dice Chen en una entrevista telefónica desde Shanghai. "Al menos eso muestra que puede haber diferentes opiniones sobre Corea del Norte. Los líderes chinos son los que al final definen las políticas, pero al menos uno puede manifestar sus diferencias públicamente, mientras que antes no se podía."

Tras su encuentro con Xi, el presidente Donald Trump dijo que su colega chino parecía dispuesto a presionar a Pyongyang.

Traducción de Jaime Arrambide

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