Por Virginia Mejía - LA NACION
Este sitio emblemático en Rivadavia y Callao, cerrado desde 1997, será parte de un proyecto que se integrará a la manzana legislativa; reabrirían un café
La Confitería del Molino, más cerca de su restauración, luego de ser cerrada en 1997. Foto: Archivo
El gobierno nacional compró la histórica Confitería del Molino en casi 182 millones de pesos. A través de la publicación de una resolución en el Boletín Oficial, oficializó el acuerdo de avenimiento entre la Subsecretaría de Coordinación del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda, y las firmas Argital Sociedad Anónima, y Rocabren Sociedad Anónima.
Ahora, el equipo del Plan Reactor de Intervenciones Edilicias (PRIE), los mismos que restauraron el Palacio Legislativo, podrán ingresar al lugar, hacer un relevamiento de su estado y comenzar las obras.
"Inscríbase en el Registro de la Propiedad Inmueble de la Capital, a nombre del Estado Nacional, la titularidad del dominio del inmueble ubicado en avenida Rivadavia 1801/07/15 esquina avenida Callao 10/20/28/30/32 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires", señala el artículo 2 de la resolución que indica que luego de la tasación efectuada por el tribunal se procederá finalmente a desembolsar el dinero que reclamaban las dos familias descendientes de los fundadores de la confitería.
El inmueble, en la esquina de Callao y Rivadavia, frente al Congreso Nacional, está cerrado y abandonado desde 1997. El 9 de julio pasado cumplió 100 años.
Debido a su mal estado, una malla y una bandeja de contención lo cubren desde hace décadas para evitar desprendimientos de vitrales y mampostería. En 2014, la ex presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner anunció su expropiación para que el edificio pase a manos del Congreso, organismo encargado de reabrir la tradicional confitería y de crear un museo que contenga elementos originales del bar por el que pasaron cientos de políticos y artistas argentinos. En febrero de 2016, tras el cambio de gobierno, se estableció que el Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda se haga cargo del trámite de expropiación.
Sin embargo, desde esa cartera en su momento explicaron que no habían logrado avances debido a diferencias con uno de los dueños del edificio, la familia Roccatagliata. Esta familia quería venderlo en unos 15 millones de dólares, pero finalmente accedió a la propuesta del Gobierno. Ezequiel Cassagne, abogado de las empresas que llevó adelante la expropiación, dijo a LA NACION que "luego de varias idas y venidas se ha podido cumplir el mandato de la ley y se llegó a un acuerdo con el Estado. Esto demuestra que nunca hubo una resistencia a vender por parte de los propietarios".
Ricardo Delgado, de la Secretaría de Coordinación del Ministerio del Interior, explicó a LA NACION que aún no saben cuándo comenzarán las obras, ya que el edificio "está deteriorado" y habrá que hacer, primero, una exhaustiva evaluación edilicia. El inmueble está compuesto por tres cuerpos con un total de 7700 m2 cubiertos. La venta se efectuó por $ 181.742.000.
Historia
La Confitería del Molino, una obra del arquitecto ítalo-argentino Francesco Gianotti, fue inaugurada en 1916 para festejar el centenario de la Independencia. El lugar fue centro de la vida intelectual, política y social de la Argentina. Personalidades como Alfredo Palacios, Lisandro de la Torre, Leopoldo Lugones, Carlos Gardel, Oliverio Girondo, Roberto Arlt, Niní Marshall, Libertad Lamarque y Eva Perón pasaron por sus elegantes mesas y salones de baile.
Después de su cierre en la década del 90 estuvo hasta la fecha abandonado. En 2015 LA NACION informó sobre las quejas de vecinos y comerciantes ante la caída de mampostería de la fachada del local. Al año siguiente, este diario reveló un informe de expertos que indicaba que había peligro de que cayera su cúpula.
El lugar reabriría nuevamente como café y será parte de un proyecto que se integrará a la manzana legislativa, frente al Congreso Nacional. El subsuelo y la planta baja deberán ser concesionados para su utilización como confitería, restaurante, local de elaboración de productos de panadería, pastelería o cualquier otro uso afín a esas actividades. También funcionará como museo y salón cultural.
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