Por Valeria Vera - LA NACION
La ciudad colombiana atravesó un ambicioso proyecto, que incluyó un plan maestro de iluminación y el desarrollo de tanques de agua en verdaderos espacios públicos
Parte del proyecto puesto en marcha en Medellín. Foto: EPM
En la búsqueda de iniciativas viables para urbanizar la cuenca del Reconquista, una vez saneado el río, la ciudad colombiana de Medellín se alza como uno de los modelos posibles a imitar. El ambicioso proyecto, que incluyó un plan maestro de iluminación urbana y el desarrollo de tanques de agua en verdaderos espacios públicos de calidad para los barrios más vulnerables, se presentó como un caso exitoso de la región en el marco del encuentro de empresas que utilizan sistema B (un nuevo paradigma de negocio que cuida al medioambiente), celebrado en noviembre pasado.
"La clave pasa por la urbanización. En Medellín, las laderas de las montañas estaban plagadas de asentamientos y lograron urbanizarlas e integrarlas al resto de la ciudad, poniendo escaleras mecánicas, teleféricos, luz, y asfalto. Sin dudas, estuvo metido el Estado, en el más extenso concepto de la palabra: gobierno, territorio y población, y hubo una construcción colectiva. Aquí, en el Reconquista, hay áreas que se podrían urbanizar, pero otras podrían transformarse, por ejemplo, en campos de deportes. Hoy está todo parcializado y poco integrado", enfatiza Eduardo Regondi, presidente de la ONG ProyectAR, tras participar de dicho congreso.
En la previa al proyecto impulsado en Medellín, 144 tanques de agua, que alguna vez fueron construidos en la periferia, quedaron insertos en las poblaciones informales del valle de Aburrá, apenas se produjo la expansión urbana. Poco demoraron en transformarse en focos de violencia e inseguridad en barrios desprovistos de espacios públicos y equipamientos básicos.
Así lucen hoy los campos de deportes en Medellín. Foto: EPM
En ese contexto, el agua y la luz fueron componentes esenciales en la génesis del plan y la solución del problema, y acompañaron desde el principio su idea transversal, es decir, la de intervenir esas zonas para reforzar el carácter comunitario, enfatizar la conexión de los senderos y también mejorar los sistemas de movilidad de lado a lado en las áreas más alejadas.
Los tanques de agua van a tono con el aire fresco que se respira allí. Foto: EPM
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios mal redactados y/o con empleo de palabras que denoten insultos y que no tienen relación con el tema no serán publicados.