Se aprobó el proyecto que prevé la remodelación del circuito y la instalación en el predio de comercios y entidades del sector automovilístico.
Pilotos, dirigentes y vecinos se convocaron el martes en apoyo del relanzamiento del autódromo. Foto: Archivo / Ricardo Pristupluk
El 7 de diciembre de 2014, Martín Ponte, con una cupé Dodge, ganó la última competencia del calendario del Turismo Carretera en el autódromo de Buenos Aires. Desde ese día, la categoría más popular de la Argentina no volvió a pisar el circuito, todo un símbolo de la decadencia en la que se sumergió ese escenario porteño.
Revertir el deterioro y reposicionar el predio entre los mejores autódromos del país, con la integración de sus 190 hectáreas al resto de la ciudad y la participación de empresas privadas del automovilismo, es el objetivo principal de una ley aprobada ayer en la Legislatura porteña, que para quedar firme deberá ser sometida a una audiencia pública y debatirse nuevamente en el recinto. El gobierno porteño impulsó el proyecto y pretende cumplir todo el proceso antes de fin de año.
La propuesta, que llegó a los 41 votos positivos (necesitaba 40) con el acompañamiento de todo el bloque oficialista, del Frente para la Victoria y de Confianza Pública, entre otros, permite la instalación de automotrices, concesionarias de vehículos, talleres y otros comercios y servicios relacionados con el rubro en parte del predio de Villa Riachuelo, en el sur porteño.
También contempla la extensión de calles hacia el interior del espacio y el retiro de las rejas que hoy separan el autódromo de la vía pública. La intención, en este caso, es que los vecinos puedan utilizar el lugar todos los días y sin necesidad de pagar la entrada en una carrera. Habría sectores que sí estarían cerrados, como los boxes, las tribunas y la pista, según informaron desde Pro.
A diferencia de otros permisos de uso de espacios públicos al sector privado, en el nuevo autódromo se aplicará la figura del fideicomiso y no la concesión. Aquél estará integrado por el gobierno porteño con participación mayoritaria (51% de las acciones); se podrían sumar todas las entidades ligadas al automovilismo, al igual que las concesionarias. Algunos de los miembros podrían ser la Asociación Argentina de Volantes (AAV), el Automóvil Club Argentino (ACA), la Asociación de Corredores de Turismo Carretera (ACTC), la Federación Argentina de Motociclismo (FAM), la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa) y la Asociación de Concesionarias de Automotores (Acara), que apoyaron la iniciativa.
"Se eligió el fideicomiso porque en una concesión la Ciudad se retira y no tiene participación. Acá tendrá la mitad más uno de las acciones a la hora de la decisión; es mejor para este tipo de proyecto. La concesión anterior terminó siendo ineficiente", dijo a LA NACION Francisco Quintana, jefe del bloque oficialista. En el fideicomiso, que tendrá una vigencia de 25 años, la Ciudad aportaría las tierras, y el sector privado, la inversión.
Desde el mes pasado, el autódromo Oscar y Juan Gálvez cuenta con una nueva conducción a través de la AAV, que encabezan Fernando Croceri y Juan María Traverso. Hasta ese momento, lo manejaba la empresa ACBA, mediante una concesión precaria. En 2014, la Justicia clausuró una tribuna y otras áreas por problemas de seguridad; desde ese entonces, la carrera de TC y la prueba de los 200 kilómetros del Súper TC 2000 de este año fueron las carreras más importantes.
Objeciones
Pese al consenso logrado por Pro en la Legislatura, hubo quienes alertaron sobre el avance del proyecto. "Crear un fideicomiso sin el contrato del mismo es casi tan irresponsable como firmar un cheque en blanco. No entendemos la urgencia de tratar este proyecto sin la presentación de una solución urbana integral para la zona", dijo el diputado Hernán Rossi, de SUMA+, que se abstuvo al momento de votar.
El Frente de Izquierda, en la voz de Patricio del Corro, opinó en el mismo sentido: "En plena comuna 8, una de las zonas más castigadas por la pobreza, con problemas estructurales de falta de vivienda, salud y educación, se entrega a las empresas del automovilismo y otros rubros un predio de 190 hectáreas".
Instalar establecimientos de formación, capacitación y experimentación relacionados con el automovilismo; impulsar el desarrollo del turismo temático, promover la realización de competencias deportivas; fomentar la extensión de los espacios verdes garantizando, además, la protección del Lago de Regatas, y estimular la generación de empleo forman parte de los objetivos que se suman al desarrollo tanto del área deportiva como del sector comercial en el predio. Los vecinos de las comunas 8 y 9, según el proyecto, tendrían prioridad para ser empleados en las obras de remodelación y construcción y en los servicios posteriores.
"Resulta claro que el esquema de concesión del autódromo ha fracasado. El fideicomiso propuesto es una herramienta inteligente porque se nutre de los aportes de la Ciudad juntamente con los de los privados", aportó el diputado de Confianza Pública Diego García Vilas.
Todo el ámbito del deporte motor espera una resolución que ayude a recuperar el Gálvez. Una muestra de ello fue la reunión de pilotos, dirigentes de categorías nacionales y zonales y vecinos de la comuna 8, que posaron en el circuito con el cartel "Yo apoyo al autódromo". Ayer, tras la aprobación en primera lectura, exhibieron su satisfacción por este primer paso.
Alegría entre los principales referentes de la disciplina
- "La verdad es que estamos muy contentos, hicimos una movida muy grande para poder recuperar al autódromo, se votó a favor y no lo perdimos", aseguró Fernando Croceri, integrante del comité directivo de la Asociación Argentina de Volantes (AAV), quien desde hace unas semanas está al frente del autódromo. "Ahora es necesario hacer eventos con privados para recaudar e invertir en obras", agregó.
- Juan María Traverso, presidente de la AAV y uno de los impulsores del apoyo del automovilismo al proyecto, afirmó que "es una obligación recuperar el autódromo porteño y también el automovilismo que tanto nos gustaba". Para el ex piloto Gustavo Der Ohanessian, otro directivo de la AAV, "el principal objetivo es lograr que todas las categorías, sin ninguna excepción, vuelvan a correr en el Gálvez".
- Según el entrerriano Mariano Werner, que pelea el título de TC, "sería hermoso recuperar la catedral del automovilismo". Augusto Scalbi, piloto de TC2000 que estuvo presente en la sesión legislativa de ayer, se esperanzó con que esta primera sanción "marca una tendencia para la aprobación definitiva del proyecto de ley".
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