viernes, 16 de septiembre de 2016

La Ciudad reflotó el proyecto de edificar un shopping en el barrio de Caballito

El terreno de la avenida Avellaneda y Fragata Sarmiento permanece hoy ociosoPor Pablo Tomino - LA NACION (Extractado)
Envió por quinta vez a la Legislatura una iniciativa para rezonificar un predio de IRSA; buscará respaldo opositor; el centro comercial tendría tres niveles y 130 locales.

El terreno de la avenida Avellaneda y Fragata Sarmiento permanece hoy ocioso. Foto: Marcelo Gómez.

El gobierno porteño volvió a presentar ayer en la Legislatura un proyecto de ley para cambiar la rezonificación de un predio privado lindero al estadio de Ferrocarril Oeste, en Caballito, y permitir allí la construcción de un shopping, tal como adelantó LA NACION. La megaobra que desarrollará la empresa IRSA implica una inversión de US$ 150 millones y se deberá aprobar en el recinto con 31 votos, en doble lectura. El oficialismo tiene 28 legisladores y saldrá a la caza de otros tres aliados circunstanciales, posiblemente en legisladores del bloque de Martín Lousteau (Suma+), de Graciela Ocaña (Confianza Pública), del massismo o del PJ disidente.
Simulación. Así sería el frente del nuevo edificio si la Legislatura habilita su construcción.
IRSA, propietaria de 15 shoppings en todo el país, prevé levantar una estructura de cemento de 38.000 m2 en tres plantas, con alrededor de 130 locales. El terreno está situado en la avenida Avellaneda, entre Fragata Sarmiento y Olegario Andrade, tiene 2,4 hectáreas y lo adquirió la empresa hace 15 años. Desde hace una década, intenta sin éxito lograr que la Legislatura cambie la rezonificación del lugar, que hoy sólo permite la construcción de unidades residenciales.

"Con la actual normativa, se podrían edificar en este predio seis torres de 30 pisos, lo que equivale a 140.000 m2. Si cambiamos la rezonificación, se podrá construir un shopping de hasta 70.000 m2. De esta manera estamos recargando menos la zona, no se genera colapso en los servicios y creamos tejido urbano en un espacio que hoy está totalmente abandonado", dijo a LA NACION Franco Moccia, ministro de Desarrollo Urbano de la ciudad.

Según el gobierno porteño, IRSA se comprometió a generar 2000 espacios para estacionar (los vecinos también podrán adquirir una cochera mensual) y a invertir un millón de dólares para abrir una calle, Bogotá, paralela a la vía del tren Sarmiento. Así, el shopping quedará incluido en una manzana ampliada, de la cual el 35% serían espacios públicos.

Según pudo saber LA NACION, las cocheras estarán distribuidas en dos subsuelos; el shopping tendría 22 metros de altura y la obra podría arrancar el día después de que se apruebe en la Legislatura. La empresa prevé que pueda inaugurarse en dos años. Fuentes de IRSA indicaron que durante la construcción del centro comercial se empleará a 4500 personas, directa e indirectamente, y que una vez que esté en funcionamiento trabajarán unos 2000 empleados.

La polémica por la construcción del shopping se funda en el impacto que tendrá en el barrio, aunque la Ciudad insiste en que se harán numerosas mejoras en Caballito: colocarán nuevas luminarias, se restaurarán veredas y calles, y se integrará al barrio la comisaría de la zona, que también sería remodelada.

Según constató LA NACION en una recorrida, muchos habitantes creen que es necesario recuperar el predio abandonado, aunque temen que la edificación de un centro comercial provoque que la zona pierda su identidad o colapse, por el tránsito o por el arribo de gran cantidad de gente. Sólo una parte de los consultados aprueba la iniciativa.


La llave que posibilitará este proyecto estará, una vez más, en la Legislatura, a la que llegará por quinta vez. La intención del oficialismo es que pueda ser tratado en lo inmediato. Algunos aliados frecuentes del macrismo ya sentaron su posición.

El diputado porteño Hernán Rossi, presidente del bloque Suma +, dijo que "ECO no cree que en ese lugar tenga que haber un shopping; los shoppings deben estar en zonas alejas de la ciudad. Es cierto que el terreno es de IRSA y que hay que decidir qué hacer con ese vacío, que genera inseguridad. Habría que pensar en un espacio verde sumando algo educativo, recreativo. Convocar ideas, pero que no sea un shopping".

Consultados, legisladores del Frente para la Victoria se mostraron reticentes a votar la iniciativa, mientras que Graciela Ocaña, de Confianza Pública, comentó a LA NACION: "No tengo conocimiento del nuevo proyecto, pero quisiera saber qué piensan los vecinos. En el barrio mucho se opusieron en los últimos años y hay que evaluar si algo cambió en la normativa. Pero no pareciera".

Somos un pueblo con doble discurso, se pide por mas trabajo y se critica e impide la creación de nuevos puestos...ciertamente, es un pensamiento incoherente. Nada es perfecto.

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