Por María Laura Avignolo - Clarin.com
Entrevista con Carlos Sersale di Cerisano: El diplomático aseguró que la intención del gobierno argentino es "facilitarle la vida" a los kelpers. Es parte de la nueva relación con el Reino Unido.
Desde una relación botánica y pedagógica con el legendario Kew Gardens de Londres a “conversaciones” por posibilidad de vuelos con las islas Malvinas y la identificación de los 123 cuerpos de los soldados caídos en la guerra. Todo ha comenzado a cambiar en el vinculo bilateral anglo-argentino tras la partida del kirchnerismo.
Relaciones “normales”, “positivas”, con la diferencia por la cuestión de la soberanía protegida por los acuerdos de Madrid, y la decisión mutua de promover las inversiones de capitales y compañías británicas en Argentina. La nueva diplomacia argentina quiere facilitar la vida diaria y práctica de los isleños y no romper el vínculo de ellos con el continente. Una relación “que los va a favorecer”. No hay “negociaciones” sino “conversaciones” por ello. Un signo de la nueva confianza mutua: por primera después de la guerra, Gran Bretaña ha ofrecido su colaboración en la lucha contra el narcotráfico en Argentina.
La reunión entre el presidente Mauricio Macri y la primera ministra Theresa May en el G 20 aún no está confirmada. Desde marzo hasta ahora estos progresos están en manos de un nuevo embajador argentino en Londres. El economista Carlos Sersale di Cerisano, ex diplomático en Sudáfrica, ocupa hoy la residencia de la plaza de Belgravia y las oficinas de Brook St. Así fue su conversación con Clarín antes de la cumbre de Inversiones en Argentina en el mes de septiembre.
- ¿Fue difícil aterrizar en Londres después del kirchnerismo?
-Las expectativas después de la reunión del presidente Macri con el primer ministro Cameron hizo las cosas más fáciles y uno fuera muy bien recibido y con una cantidad de puertas abiertas en querer escuchar. El otro tema que ayudó muchísimo a generar confianza y credibilidad fue la salida del default. Acá hay una gran confianza en el equipo económico. Eso también abrió muchas puertas. Yo soy un diplomático de carrera. El enfoque para relacionarse con un país es la complementariedad, aún salvando las diferencias que tenemos en cuestiones de fondo. Creo que fue ese enfoque el que abrió muchas puertas y no fue para nada difícil.
-¿Sobre qué bases está reconstruyendo las relaciones bilaterales? .
-Sobre lo que es el mundo real: economía, comercio, inversiones, lucha contra el narcotráfico. Existe la mejor predisposición del gobierno británico, a través del National Crime Agency, de trabajar en darle una mano a la Argentina en cómo controlar ese tipo de crímenes. Hemos avanzado muchísimo también en volver a constituir el grupo parlamentario argentino –británico. Hay contactos entre las universidades, en el mundo del arte, del deporte. Acabo de venir de una misión en Edimburgo, donde es el festival más importante de teatro del mundo sajón. Argentina ha decidido en el 2018 usarlo como base para distribuir. Para que su teatro sea mostrado ante el mundo de habla inglesa. La llegada de la Fragata Libertad, los acuerdos para que se haga a través del Comité Internacional de Cruz Roja el reconocimiento de los 123 cuerpos de los caídos argentinos en la Malvinas, obviamente son todas cosas que van generando confianza. Mientras tanto se hace la salvaguardia sobre los temas que no tenemos una visión común y que quedan congelados, para que podamos seguir avanzando sobre el resto.
-¿Usted tuvo que recomenzar la relación bilateral o entre ambos países hay valores que no rompió ni el pos conflicto de Malvinas, ni el abandono de la administración Kirchner de la relación bilateral?
-Yo creo que lo que hay que hacer acá es diferenciar entre lo que son las políticas o situaciones que generan los gobiernos y lo que piensa la gente común. La gente común acá en Inglaterra siente una gran admiración por los argentinos, que va por el arte, el deporte, por todas las cuestiones que hacen. Les encanta el país, la extensión que tenemos. A esa gente común no le importa lo que dice el gobierno. Como fue en estos últimos años al generar una política de confrontación sin una estrategia detrás. Los sectores inversores, la banca de inversión, las empresas no encontraron entonces el marco de seguridad jurídica como para pensar en Argentina. Justamente por esa política, que se reflejaba a nivel del gobierno. Hay muy buena onda entre el pueblo argentino y el pueblo británico.
-Una filtración de la carta de la primera ministra Theresa May al presidente Mauricio Macri sostiene que deben discutir vuelos y levantar las restricciones de petróleo en el área de exploración. ¿Se han iniciado esas negociaciones o son enunciados o deseos?.
-No hay negociación. Son conversaciones, tal como lo dijo la canciller. Y se ha comenzado a hablar sobre esos puntos, en la primera conversación entre el canciller Hammond y la canciller Malcorra el 12 de mayo, en Londres, en los márgenes de la Cumbre Anticorrupción. Un preámbulo sobre esto: si uno mira la carta en su contexto, la carta empieza sobre todo lo positivo y después, termina diciendo y “además tenemos que discutir sobre todo esto”.
Entonces el problema es con la prensa argentina, que pone esas dos últimas líneas como si fuera lo principal. Con lo cual, obviamente, no ayuda. Por ahora son solamente conversaciones. Y lo que nosotros decimos sobre esos dos puntos de las conversaciones es que la Argentina no quede aislada de las islas sobre las cuales reclama soberanía y tratar de facilitarle la vida a los habitantes, de acuerdo a lo que ellos tienen, preservando sus intereses. Un empresario en las islas Malvinas se quejaba que tenía que pagar 8 libras el kilo de tomates. Yo estoy seguro que si lo va a comprar en la esquina de Mar del Plata, le va a salir mucho más barato. Esas son las cosas prácticas, las cosas que le preocupan a la gente. La Argentina está dispuesta a facilitar todo ese tipo de cuestiones. Acá no hay todavía ninguna negociación. Lo que hay son conversaciones sobre un tema que a ellos les preocupa y que nosotros intentaremos darle una respuesta.
-¿ Es posible que los isleños vuelvan a comprar en Argentina o estamos muy lejos de eso?
-Esas serán parte de las conversaciones. El gobierno británico es quien tiene el mandato de las relaciones exteriores sobre todos los territorios de ultramar. Nosotros lo que hacemos es generar las condiciones para mejorar, o para que los intereses de los habitantes de las islas sean lo más beneficioso para ellos posible. Y estamos convencidos que una asociación con la Argentina los va a favorecer.
-¿No ha cambiado esa ecuación entre los intereses y los deseos de los isleños?
-No, para nada, absolutamente. Eso se reafirma cada año en el Comité de Descolonización. Cuando yo hablaba de intereses es justamente lo que les conviene a ellos desde el punto de vista de lo que nosotros consideramos asociados a la Argentina. En cuanto de los deseos, en ningún momento se ha hablado de deseos porque la misma resolución de Naciones Unidas no los considera, cuando no es reconocido el referéndum que han hecho.
-Los isleños han dicho que ellos no quieren que los vuelos terminen en Buenos Aires. Summers, uno de los líderes de los isleños, dijo que no quieren ser rehenes de los argentinos.
-Nosotros, cuando decimos que vengan a la Argentina, no pretendemos que sean rehenes sino facilitarle la vida a ellos. Puede haber una combinación con Buenos Aires, toman British Airlines y llegan a Londres en 14 horas. Me parece que es lo más práctico. No serán rehenes de nadie. Ni tenemos los elementos, ni nos interesa que sean rehenes. Por el contrario que encuentren en el continente, que encuentren en la Argentina la mejor, todo lo que les haga su vida más fácil.
-¿Cuál va a ser el rol de los isleños en esta negociación?. ¿Usted considera que Argentina va a tener en cuenta estos cambios o no?
-En todo caso, eso es parte de la conversación con Gran Bretaña al momento de discutir estas cosas. No es una discusión nuestra de como ellos satisfacen los intereses de los habitantes de las islas. Creo que, en algún momento, prevalecerá el sentido común y se darán cuenta de que nosotros no pretendemos tener como rehenes a nadie sino, al contrario, facilitarles la vida.
-¿Ustedes aceptarían que un avión, por ejemplo, baje en Buenos Aires, pero su terminal sea Montevideo o Brasil, por ejemplo?
-Puede ser una de las opciones. Todavía esas alternativas no se han empezado a discutir, pero podría. Nosotros lo que queremos es que no haya un corte entre el vinculo entre las islas y la Argentina.
-¿Y con respecto a la identificación de los cuerpos de los soldados muertos en el conflicto en qué punto estamos?
-Fue una Comisión de evaluación técnica del Comité Internacional de la Cruz Roja, donde antes de hacerla, el Comité le pidió autorización a las dos partes tanto al Reino Unido como a la Argentina para hacerlo. Lo cual es muy positivo. Es una señal de respeto, y es una señal de reconocimiento a la existencia del problema. En algún momento hay hacer el “matching” entre la exhumación e identificación de los restos. Eso todavía no se sabe cuándo se va a hacer. Estamos esperando el informe del Comité, que lo presentará a los dos países para ver de ahí en más como se sigue. Pero hay voluntad de los dos países de hacerlo. Que se le ponga un nombre a cada uno de las tumbas que existen ahí, que no han sido reconocidas, que los familiares estén de acuerdo y las tumbas quedarán ahí, quedarán en un cementerio con tumbas con nombre.
-En la colaboración por el narcotráfico con Gran Bretaña ¿Están dispuestos a aportar helicópteros, aviones de patrulla?
Por ahora no se ha pensado en actividades operativas. Eso se decidirá después, en función del problema a resolver. Lo que hay ahora es el inicio de una colaboración en la solución del problema. Pero lo que hay es un decidido apoyo de las autoridades británicas, sobre todo a través de su National Crime Agency, que es el instrumento de coordinación que tienen todos contra el crimen organizado de volver a trabajar en la Argentina. Cosa que no hacen desde hace muchos años.
- ¿Es que el Brexit favorece o no el vínculo con Argentina?
-En principio hay dos respuestas complementarias. Una de corto plazo y otra de largo plazo. La de corto plazo no favorece porque el Brexit afecta al funcionamiento de la economía global. No es lo mismo una Europa con Gran Bretaña, quinta potencia mundial, que sin ella. Es el aliado más importante que tiene Argentina en la negociación Mercosur – Unión Europea. A nosotros nos conviene una Gran Bretaña empujando por nosotros dentro de la Unión Europea.
En el mediano y largo plazo, una vez que los británicos decidan que van a hacer en el Brexit, tendremos que pensar también en un acuerdo Mercosur — Gran Bretaña. Primero los deberes los tenemos que hacer nosotros en función de identificar sectores, que tipo de acuerdo se va a hacer, si va a ser solamente facilitación de comercio o que también incluya otro tipo de variables, atendiendo más a una unión aduanera ó en fin esas cosas tendrán que verse.
-¿ Gran Bretaña está interesada en un acuerdo solamente del Mercosur o está interesada en un acuerdo de comercio con argentina?
— Ellos están interesados en un acuerdo con Argentina obviamente. Pero nosotros también tenemos compromisos a nivel regional.
-¿Qué es lo que les interesa a los británicos de los argentinos?
-El Reino Unido es un país que el 80% de su economía es servicios. Solo el 20% de su producto bruto está basado en economía real. Entonces todo lo que sea industria alimentaria. El comercio se va a ver reflejado posiblemente en los próximos 2, 3 años. Depende mucho de muchas variables de nuestra propia economía, ser competitivos, que sectores, costo de transporte. Pero lo más importante que yo veo en este momento en el corto plazo con Gran Bretaña es el interés en las inversiones en Argentina. No solamente en inversiones del sector privado sino en inversiones en toda la obra pública. Ahora que va a ser aprobada la ley de participación pública- privada, que es un modelo británico, donde ellos se sentirían muy cómodos en invertir en todos los sectores de energía, minería, infraestructura relacionada, agronegocios, producción de bienes industriales, tecnología, servicio.
-¿Gran Bretaña va a apoyar a la canciller Malcorra para la Secretaría General de la ONU ó seguirá apoyando a Helen Clark, la candidata neozelandesa?
-Esas son cosas que ellos, para empezar, nunca hacen públicas. ni siquiera hasta después de haberla apoyado. Seguro es que dicen en las Naciones Unidas hoy tiene que haber una mujer. Y si uno mira que la canciller Malcorra es la primer mujer que salió en la segunda votación, tendríamos que ver cómo sale en la próxima. De ahí podremos sacar conclusiones. Pero nunca nos vamos a enterar.
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