Por Martín Kanenguiser - LA NACION
Incluye proyectos de agua, transporte y energía; ayudaría a recuperar empleo perdido; dudas de los analistas.
El Gobierno tiene previsto ejecutar proyectos de obra pública por cerca de $ 75.000 millones hasta fin de año, para comenzar a recuperar parte del empleo perdido e intentar dejar atrás la recesión. La intención es gastar entre 15.000 y 20.000 millones de pesos mensuales en caminos, saneamiento y energía, según comentaron a LA NACION calificadas fuentes oficiales.
Luego de un primer semestre en el que el Gobierno se focalizó en investigar la red de corrupción dominante en el rubro durante el kirchnerismo, ya comenzaron el pago de obras y la lenta ejecución del presupuesto, previsto en $ 200.000 millones para todo el año. El Gobierno planea ejecutar obras por $ 75.000 millones en lo que resta del año.
Aunque no se llegará a desembolsar todo ese dinero, la intención del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda, que conduce Rogelio Frigerio, es completar obras de Vialidad, Aysa, las centrales hidroeléctricas del Sur y el soterramiento del tren Sarmiento. El ambicioso objetivo planteado por la Subsecretaría de Coordinación de la Obra Pública Federal, que conduce Ricardo Delgado, es recuperar un 75% de los 60.000 empleos que se perdieron en la construcción en el último año, para arrancar 2017 con una perspectiva positiva.
Además, la obra pública aparece, por la lentitud demostrada por la inversión privada real -cuyo nivel es difícil de precisar por la divergencia de cifras entre los ministerios de Hacienda y Producción y la agencia nacional de inversiones-, como el salvavidas para que la recesión sea más suave este año.
Los economistas consultados por LA NACION coincidieron en señalar que luego del muy malo segundo trimestre el tercero está en modo de estancamiento y el último podría mostrar un leve crecimiento. En este sentido, otra fuente oficial indicó que "hay algunos síntomas de reactivación, pero aún se tienen que confirmar por la baja de la inflación", que en agosto reflejaría un número inferior al 2%.
En la Casa Rosada afirman que "se ve algún leve rebote en los bienes de consumo durable", y creen que la baja de la inflación y de las tasas de interés colaborará para que el panorama mejore a fin de año.
El director de Elypsis, Luciano Cohan, dijo que "datos de reactivación aún no hay, pero en el cuarto trimestre la tendencia se revertirá por la construcción, a partir de la obra pública y la privada, más la venta de electrodomésticos y algo de las exportaciones". Elypsis prevé que el PBI crezca 3,2% en 2017, con una inflación superior al 20%.
Orlando Ferreres estimó que este año el PBI caerá 1,1% y que crecerá 3,7% el próximo. "Hay una situación de estancamiento, sin mucha inversión", sentenció. En términos sectoriales, detalló, "el campo está muy bien y eso es positivo, porque traccionará al resto de la economía y ayudará al presidente Macri a ganar las elecciones de 2017, mientras que el resto de la industria, que depende mucho de Brasil, está en una floja situación, y la obra pública está frenada".
Adrián Ramos, director del Grupo Bapro por Cambiemos, consideró que "este año no se va a percibir ninguna reactivación, y aunque se habla mucho de la obra pública, aún no se ve nada".
La directora del estudio Bein, Marina Dal Poggetto, consideró que, dado que "ésta es la primera recesión con entrada de capitales que vive el país, la economía va a comenzar a crecer, aunque en forma lenta, porque se está cambiando de un modelo de consumo a uno de inversión".
"Julio fue muy malo, pero agosto viene mejor: la inflación se está moderando, mientras que los planes sociales y la jubilación le ganarán hacia adelante a la inflación. A eso se sumará el efecto directo e indirecto del blanqueo, por lo que el año próximo será mejor, con un crecimiento del 5% del PBI", afirmó.
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