domingo, 7 de agosto de 2016

Así trabajan para que el tren Sarmiento corra bajo tierra

Por Pedro Gianello - Clarin.com
En Haedo ya arman las paredes llamadas dovelas, grandes piezas de acero y cemento que se colocarán al tiempo que la tuneladora excava.
Vista. Del obrador del soterramiento del Sarmiento en Haedo, a comienzos de año. / Télam - TELAM
 Vista. Del obrador del soterramiento del Sarmiento en Haedo, a comienzos de año. / Télam - TELAM

En los últimos 15 años fue anunciada por lo menos seis veces. Se trata de la obra pública más grande de la historia ferroviaria del país, que después de muchas promesas parece convertirse en realidad: en el obrador central de Haedo ya ingresaron los hierros y el cemento para empezar a construir las “dovelas” que formarán las paredes del túnel para soterrar el Sarmiento. Además, los técnicos reacondicionan la tunelera para que en octubre arranque a cavar los 16,67 kilómetros desde Haedo hasta Caballito.

Finalmente y después de varios años, se ve un intenso movimiento en el obrador de la Avenida Rivadavia 16457, en Haedo, que empezó a ser armado a principios de 2011. Hoy, la entrada de camiones es incesante trayendo material (básicamente cemento y acero) para construir las paredes del túnel que la tuneladora “Argentina” colocará a su paso. “Antes de que la máquina empiece a trabajar debe haber un stock de dovelas de por lo menos dos meses”, afirma el ingeniero civil Máximo Fioravanti, director de inspección de la obra por parte del Estado, acompañado del ingeniero Eduardo Firvida, responsable de la Unidad Ejecutora Soterramiento Sarmiento (UESS).

Con ese objetivo ingresa el material para que en pocas semanas arranque la construcción de las paredes del túnel, que tendrá 11,26 metros de diámetro. Cada anillo de hormigón está formado por siete piezas de 1,85 metros de largo, seis son simétricas y una es diferente para darle la curvatura al túnel. “Se pueden producir 20 dovelas por día porque –luego de colocar el hormigón– pasa por los hornos unas cinco horas para el secado”, agrega Fioravanti sobre las piezas que pesan tres toneladas cada una y serán movidas con grúas.

En Haedo, el Zonal recorrió el obrador donde ya limpiaron una playa en la que acomodarán las dovelas ya terminadas. Una vez que se garantice el stock, la tuneladora –que mide unos 125 metros de largo y hasta tiene un comedor para los obreros– arrancará con la excavación hasta Caballito y las irá instalando estas piezas a su paso. El estimado es que se avance en promedio unos 20 metros por día. Pero los técnicos aseguran que una vez aceitado el trabajo, por ejemplo, en la obra de entubamiento del arroyo Maldonado alcanzaron los 56 metros por día.

Por otro lado, el Gobierno redefinió el proyecto y finalmente tendrá sólo dos etapas. La primera será desde Castelar hasta Caballito, mientras que la segunda irá desde esa localidad del Distrito hasta Moreno, con un plazo total de cuatro años. “Desde Morón, el tren saldrá del túnel y correrá en trinchera hasta llegar a la estación de Castelar”, confiaron los ingenieros. La obra la realizan las empresas Oderbrecht (brasileña), Ghella (italiana), y las locales Iecsa y Comsa.

El túnel entre Haedo y Morón comenzará el año que viene y no será construido con la tuneladora Argentina sino que lo harán con el sistema austríaco, con el que hoy realizan el subte de la Ciudad.

Según el proyecto del Gobierno, los andenes de Castelar, Ituzaingó (y los restantes hasta Moreno) quedarán en superficie, por lo que se harán puentes y túneles para evitar los pasos a nivel. Aproximadamente utilizarán 500 mil metros cúbicos de hormigón, 50 mil toneladas de acero, y sacarán 2.800.000 metros cúbicos de tierra. La obra tiene un costo de unos 3 mil millones de dólares, financiados en un 50 % por el Banco de Desarrollo de Brasil. El objetivo final: bajar en un 25 % el tiempo de viaje a los 180 mil pasajeros que lo utilizan a diario.

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